El veterano periodista
y político español Hermann Tertsch advirtió que los procedimientos de cambios
de sexo a niños son “carnicerías irreversibles”.
Entrevistado por ACI
Prensa este 18 de noviembre en Ciudad de México, con ocasión de su
participación en la primera Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC)
de México, Tertsch, miembro del partido español Vox, dijo que la ideología de
género busca “vaciar la identidad”.
Con esta ideología,
advirtió, le dicen a los niños “que lo mismo es que se quieren llamar Margarita
en vez de José”.
“Eso lleva a que en
este momento hay niños en pubertad operándose, en carnicerías irreversibles”,
criticó, lamentando que “les prohíben a los padres intervenir” en estas
decisiones.
Irene Montero,
política del grupo de izquierdas Podemos y ministra de Igualdad del Gobierno de
España, “es la máxima exposición de esa política criminal, netamente criminal”.
Montero, también
promotora del supuesto “derecho” al aborto, ha impulsado desde su cargo la “Ley
Trans”, que de ser aprobada por el Congreso español podría permitir que los
niños puedan acceder al cambio de sexo legal, bajo diversas condiciones según
la edad, desde los 12 años.
En los últimos días
Montero ha estado en el centro de la polémica al
decir que los niños tienen derecho a “tener sexo con quien quieran” y “al
aborto”.
El comunismo del
siglo XXI “es más sofisticado”
Durante sus años de
periodista, Hermann Tertsch fue corresponsal en el este de Europa, y fue
testigo de la caída del comunismo soviético.
A inicios de este año,
Tertsch recibió la Cruz de Caballero de la Orden al Mérito de la República de
Polonia, por su “gran servicio” a la patria de San
Juan Pablo II, que décadas atrás fue oprimida por el comunismo.
Testigo de la barbarie
de esa ideología, Tertsch dijo a ACI Prensa que “el comunismo ahora es mucho
más sofisticado” y está “tuneado”
Ya no es el “que te
imponen con la bayoneta”, precisó.
“El comunismo ha
aprendido muchísimo”, dijo, y recordó que “yo asistí a la caída de todos
aquellos regímenes en los años 80”.
El periodista y
político español destacó que 1989, el año de la caída
del Muro de Berlín, que marcó la caída definitiva del comunismo soviético,
fue un “año milagroso”, en el que “se juntó la fuerza de Juan Pablo II con la
fuerza de Ronald Reagan y la fuerza de Margaret Thatcher”.
Sin embargo, destacó,
“ese milagro” lo “desencadenó” Juan Pablo II “en un viaje absolutamente
inolvidable en el 79” a Polonia, “cuando dijo ‘no resignéis’”.
“Y ahí es donde surge
el terremoto después de tantos de que el comunismo tosco, soviético, un
comunismo hecho por la fuerza desde el primer momento”, señaló.
Pero ya décadas antes,
los pensadores comunistas, dijo, vieron que “había un fallo” al intentar entrar
en los países capitalistas, y tenían que pensar en “otra forma” de llegar a las
personas.
Tertsch indicó que
pensadores como Antonio Gramsci, desde las primeras décadas del siglo XX,
comenzaron a proponer que “antes de derrocar las estructuras económicas y del
Estado, hay que crear en la gente la preparación para asumir ese sistema
nuevo”.
Un individuo
obediente y sin conciencia
“Y para eso hay que ir
vaciando al ser humano”, indicó, y convertirlo en “un individuo que sea
obediente, que sepa responder a los estímulos pero que no tenga conciencia”.
Por eso, dijo, lo que
buscan es “liquidar” a la Iglesia, porque quieren “que los seres humanos no
crean en una trascendencia”.
Este comunismo del
siglo XXI, denunció, quiere que las personas sean “seres sin afecto, seres sin
familia, seres sin pasado, seres sin entorno, seres sin amores, sin deseos,
sino los deseos más elementales”.
“Y esa guerra contra
la identidad es para que seamos una masa dócil”, advirtió.
Vea también: La Verdad de Dios: la misión del hombre
y de la mujer (abundante información)
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