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viernes, 18 de noviembre de 2022

Hazte estas 4 preguntas sobre los curas que conoces

Starszy ksiądz w kamiennym kościele      

Sacerdote con miles de seguidores en Twitter reconoció sufrir soledad y el escritor Claudio de Castro indica algo inquietante

Corría el año 2018. La noticia corrió como pólvora en los servicios informativos católicos y luego en la prensa secular, noticieros radiales y otros.

Todos lo comentaban. Parecía una de esas noticias que son imposibles, difíciles de creer. De esas que esperas nunca tener que escuchar. Pero era cierto.

Había que asimilarlo y de pronto, buscar sus raíces, conocer el por qué para evitar que siguiera ocurriendo.

Además de ser un escritor y un periodista estupendo y muy conocido, fue durante 25 años un sacerdote colombiano de la comunidad de los padres Eudistas, fundada por san Juan Eudes.

Para mí era uno de esos curas extraordinarios que destacan por su generosidad, entrega y su anhelo de llevar almas a Dios.

Siendo él un autor católico exitoso, con innumerables libros, me gustaba seguirlo, lo veía como un ejemplo y procuraba aprender.

Estudiaba su técnica impecable y su capacidad para seguir publicando sus libros sin rendirse, con perseverancia.

Tenía y aún tiene millones de seguidores en las redes sociales, entre ellos yo. Actualmente su cuenta de Twitter que llena con mensajes y reflexiones edificantes tiene 3.4 millones de seguidores. ¡Impresionante! Pero aun así, se sentía muy solo.

Nunca antes había escuchado una revelación de este tipo a un sacerdote. Es cierto que he recibido e-mails de nuestros lectores hablando de la soledad. Es un tema difícil y a menudo medito sobre ello. Pero, ¿de un sacerdote? Apenas me lo creía.

Con tantos seguidores y admiradores, ¿cómo pudo experimentar la soledad? En una conocida emisora de Radio declaró:

La gran tragedia mía ha sido la soledad de los últimos tiempos. Es un tema existencial, la soledad

Soledad escondida

Una vez leí que la soledad del sacerdote no es benévola. Es difícil de sobrellevar. Le ocurrió al buen padre Linero, a quien admiré, admiro mucho y aun rezo por su bienestar y santidad.

Este buen sacerdote era muy dinámico. Solía animar y empoderar espiritualmente a sus lectores y oyentes.

Pero en su interior, estaba pasando momentos difíciles, una soledad persistente y parece que nadie se percató para ayudarlo a salir adelante. ¿Cómo fue esto posible?

Siempre se le veía animado, contento, predicaba lleno de entusiasmo. Me hizo recordar aquel viejo refrán que decían nuestros abuelitos: «Caras vemos, corazones no sabemos».

Seguro me preguntarás amable lector, por qué toco este tema habiendo transcurrido algunos años. Y es muy sencilla la respuesta.

Siempre he tenido una gran admiración y cariño por los sacerdotes. Los reconozco en su humanidad pero también en su vida sobrenatural que da frutos de eternidad. Y me pregunto:

¿Habrá en este momento algún sacerdote sintiéndose solo?

Ante esta realidad, no puedes evitar hacerte algunas preguntas y reflexionar:

1¿CUIDO Y RESPETO A LOS SACERDOTES?

2¿AYUDO EN LO QUE PUEDO AL PADRE DE MI PARROQUIA?

3¿LO HE INVITADO ALGUNA VEZ A MI CASA PARA QUE ALMUERCE O CENE EN UN AMBIENTE FAMILIAR DONDE LE MOSTREMOS QUE ES APRECIADO?

4¿ME HE PREOCUPADO ALGUNA VEZ POR SU BIENESTAR?

Si lo piensas bien, es inquietante. Algo debemos hacer con urgencia, sin demora, por nuestros sacerdotes. Se lo debemos por tanto bien que han hecho a nuestras almas.

Y ahora dime: «¿Qué piensas que podemos hacer los laicos por nuestros sacerdotes? ¿Cómo podemos ayudarlos a vencer la soledad?».

Reza ante el Santísimo y pide al Espíritu Santo que te ilumine antes de responder.

Cuidemos a nuestros sacerdotes

Yo por mi parte responderé a conciencia, luego de haber hablado con algunos sacerdotes, pues ellos de primera mano conocen esta condición.

Y espero poder escribir un artículo muy pronto, con recomendaciones para los laicos y los sacerdotes.

Cuidemos, acompañemos y respetemos a nuestros sacerdotes. ¡Los necesitamos!

Tengo un gran cariño a los sacerdotes. Me gustaría compartir contigo este maravilloso video de Aleteia con la oración que escribió un sacerdote para su Primera Comunión. créeme. Te va a conmover:

«Querido Pueblo de Dios, qué fácil es escandalizarnos ante los más pequeños fracasos de nuestros sacerdotes, te pido sinceramente: quiéreles más».

Deivide Marcklai Rocha Cerqueira

Si lo deseas puedes escribirme y contarme lo que crees que podemos hacer por nuestros sacerdotes para cuidarlos y ayudarlos en su sacerdocio. Te dejo mi email personal: cv2decastro@hotmail.com



























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