La vida familiar de Brittany, de 32 años, y Daniel Brooker, de 37, comenzó en medio de un gran sufrimiento. Jóvenes, enviudaron y criaron a sus respectivos hijos por su cuenta. Pero nunca perdieron la fe en Dios, quien les tenía reservada una linda sorpresa
Brittany Price Brooker, madre de tres hijos, y Daniel Brooker, padre de dos, perdieron trágicamente a sus respectivas parejas con un mes de diferencia en 2015. Encontraron consuelo en Dios, que tenía reservado un futuro para ellos que no esperaban: su reunión y una vida familiar llena de alegría y felicidad.
Después de años de luchar contra un cáncer de ovario, la esposa de Daniel, Lyndsie, murió en 2015 a la edad de 28 años, dejando atrás a un esposo afligido y dos hijos adoptivos. Daniel buscó el consuelo de Dios.
«Después de su muerte, pasé varios meses de un dolor inmenso. Mi dolor no era solo psicológico sino físico. Le pregunté a Dios, ‘¿Por qué?’ No podía entender», dijo Daniel a DailyMailTV en 2019 .
Y agregaba: «Es difícil porque cuando te casas tienes planes: tener hijos, comprar una casa, tener un perro… Cuando tu mujer muere repentinamente, ya no hay más normalidad, ya no hay más plan.»
El mismo año, un mes después de la tragedia de Daniel, Brittany también vio una gran pérdida, la de su esposo Patrick. Casados desde 2011 y padres de tres niños, la pareja se conocía desde los cinco años. Pero su felicidad llegó a un abrupto final el día que Brittany recibió una llamada del jefe de su esposo. Patrick había tenido una mala caída en el trabajo…
Cuando Brittany llegó al hospital, los médicos le dijeron que el corazón de su esposo había dejado de latir. Tenía 30 años. En un día, Brittany enviudó a los 25 años y tenía tres hijos a los que mantener: Teyton, 6, Evan, 5 y Nathan, 4. Al igual que Daniel, fue su fe lo que la ayudó a superar esta dolorosa pérdida. «Sentí a Jesús sentado a mi lado diciendo: ‘Conozco tu dolor, va a estar bien. Yo te guiaré hasta el final'», recuerda la joven en su página de Facebook.
«Hay vida después de la pérdida si tienes esperanza en el Señor»
Así fue como Daniel y Brittany, cada uno por su cuenta, vivieron la pérdida de su cónyuge, hasta el día en que se conocieron, en febrero de 2017, a través de un amigo en común, también viudo. Intercambios por correo electrónico, largas conversaciones telefónicas…
Dios transformó su pasado en un nuevo futuro. Ella vivía en Atlanta y él en Georgia, pero a pesar de las tres horas de viaje que los separaban, los dos jóvenes estadounidenses se conocieron y se enamoraron. «Fue una bendición increíble conocer a Daniel», dijo Brittany a DailyMailTV.
Después de un mes, se presentaron a sus respectivos hijos y comenzaron a pasar los fines de semana juntos. Luego de someterse a terapia familiar, para no apurar a los niños con esta nueva relación amorosa, decidieron casarse el 16 de julio de 2017.
Daniel se mudó con su hijo Ethan y su hija Aubrey a Atlanta para vivir con Brittany y sus chicos. «Nuestra historia muestra que hay vida después de la pérdida si tienes esperanza en el Señor», dijo la pareja a DailyMailTV.
«En nuestra familia, los caminos de alegría y tristeza siempre están entrelazados.»
Si bien su nueva vida no fue fácil al principio porque, según confiesan, «fue un gran desafío asumirlo, sobre todo el primer año», superaron con éxito las dificultades gracias a la terapia y su fe en Dios. «Fue caótico, recuerda la joven. Tomó tiempo para que todos los niños se sintieran cómodos.»
Urška Kolenc - Anna Ashkova, Aleteia
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