Entradas populares

jueves, 20 de julio de 2023

Evangelio del día


 

Libro del Exodo 3,13-20.

Moisés dijo a Dios: "Si me presento ante los israelitas y les digo que el Dios de sus padres me envió a ellos, me preguntarán cuál es su nombre. Y entonces, ¿qué les responderé?".
Dios dijo a Moisés: "Yo soy el que soy". Luego añadió: "Tú hablarás así a los israelitas: "Yo soy" me envió a ustedes".
Y continuó diciendo a Moisés: "Tu hablarás así a los israelitas: El Señor, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, es el que me envía. Este es mi nombre para siempre y así será invocado en todos los tiempos futuros.
Ve a reunir a los ancianos de Israel y diles: El Señor, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: "Yo los he visitado y he visto cómo los maltrataban los egipcios.
Por eso decidí librarlos de la opresión que sufren en Egipto, para llevarlos al país de los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizitas, los jivitas y los jebuseos, a una tierra que mana leche y miel".
Ellos te escucharán, y tú irás a presentarte ante el rey de Egipto, junto con los ancianos de Israel. Entonces le dirás: "El Señor, el Dios de los hebreos, vino a nuestro encuentro. Y ahora tenemos que realizar una marcha de tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios".
Ya sé que el rey de Egipto no los dejará partir, si no es obligado por la fuerza.
Pero yo extenderé mi mano y castigaré a Egipto, realizando ante ellos toda clase de prodigios. Así él los dejará partir,


Salmo 105(104),1.5.8-9.24-25.26-27.

¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,
hagan conocer entre los pueblos sus proezas;
recuerden las maravillas que él obró,
sus portentos y los juicios de su boca!

El se acuerda eternamente de su alianza,
de la palabra que dio por mil generaciones,
del pacto que selló con Abraham,
del juramento que hizo a Isaac.

El Señor hizo a su pueblo muy fecundo,
más fuerte que sus mismos opresores;
cambió el corazón de los egipcios,
para que sintieran odio por su pueblo

y trataran con perfidia a sus servidores.
Luego envió a Moisés, su servidor,
y a Aarón, que era su elegido;
por su intermedio realizó prodigios,

hizo portentos en la tierra de Cam:


Evangelio según San Mateo 11,28-30.

Jesús tomó la palabra y dijo:
"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.
Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.
Porque mi yugo es suave y mi carga liviana."


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Bulle

Beato María-Eugenio del Niño Jesús (1894-1967)
carmelita, fundador de Nuestra Señora de Vida
La humildad (Je veux voir Dieu, Carmel, 1949), trad. sc©evangelizo.org


La humildad, perfume de Cristo

La humildad es fruto de la luz de Dios en el alma. Sería inútil pretender adquirirla por propios esfuerzos. (…) Es necesario pedir la luz de la humildad. Es esencial también recibirla bien. (…)
“Aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón” (Mt 11,29), proclama Jesús. La humildad y la paciencia son virtudes características, el perfume personal de su alma, el que deja al pasar e indica los lugares en los que reina. La humildad de Cristo Jesús, humildad ferviente por excelencia, procede de la luz del Verbo que habita corporalmente en él…Entre la naturaleza divina y la naturaleza humana de Cristo Jesús, unidas por la relación de la unión hipostática, subsiste la distancia hasta el Infinito…Este Infinito se junta con su humanidad y la sumerge en abismos de adoración y humildad dónde ningún hombre podría seguirla, ya que nadie ha contemplado tan cerca y profundamente al Infinito… Este Infinito es amor que se entrega, unción que se propaga, en la forma suave, apacible y beatificante de Cristo Jesús, enteramente paciente y humilde.
Humildad y paciencia, fuerza y suavidad, el perfume de Cristo es también perfume de humildad ferviente, signo auténtico de contactos divinos y llamado discreto pero firme a nuevas visitas de la Misericordia de Dios. (EDD)

Oración

Majestuoso Padre, aquí me tienes de rodillas ante Ti, para darte mi vida como una oblación para tus manos. Gracias por fijar tu mirada en mí, no soy digno de nada, porque siempre te fallo, pero pese a todo Tú me amas y en mi pequeñez, quiero consagrarte mi vida con esta oración y en ella hacerte un pedido. Deseo que puedas otorgarme un corazón como el tuyo mi Dios.

Hermoso Señor, acudo a Ti para que mi vida sea movida por tu amor, para que todo lo que haga sea con la plena consciencia de agradarte. Dame la capacidad de poder reconocer todas las virtudes, simpatía y la belleza que poner en mí para poder compartirlo con los demás y la humildad de aceptar mis limitaciones.

Que nada de lo que te entrego escape de tus manos mi Señor. Ayúdame a ser siempre gratos contigo, que esta acción sea el medidor de mi humildad. No dejes que me llene de soberbia que es lo que me hace ingrato y me aleja de tu presencia.

Quiero siempre estar convencido que todo lo que tengo es gracias a Ti, al amor que me tienes al esfuerzo y la disposición que le pongo para realizar mis objetivos, pues sin Ti no soy nada mi Señor. Todo lo que tengo a ti te lo debo y te lo doy.

Enséñame a examinarme a diario y que Tú seas el modelo de humildad y sencillez para mi vida. Darte gracias por todo lo que sucede durante y día y la noche. Por alguna buena noticia, una victoria, por la amistad, por el problema en el trabajo. Para que todo pueda renovar mi corazón y hacerte dueño de él.

Gracias Padre celestial por la generosidad de hacerte presente, siendo tan grande; en todas las cosas, personas y maravillosa creación, para que pueda darme cuenta cuánto te preocupas por dibujar sonrisas en mi rostro.

Porque en la entrega que me brindas, me enseñas a tener la capacidad de entregarme a los demás, de que con una sencilla mirada, pueda inundar los corazones con tu presencia hacerlos llegar a tu encuentro. Permíteme en la humildad que te caracteriza, poder crecer en el amor.

Dios de piedad, gracias por las maravillas que pintas a mi alrededor. Deja que tu amor calle mis labios cuando llegue la tempestad o el sufrimiento, que nada me haga dudar de lo Tú eres capaz de seguir haciendo por mí y todos tus hijos.

Señor mío, ante todo lo que sucede, deja abrir mi corazón y enséñame a buscarte en la oración para que pueda hallar tu hermoso rostro y volver a mirarte como el amigo fiel que eres, como mi Padre, mi salvador y el centro de mi vida.

Divino Padre, dame un corazón sencillo y humilde para servir mejor a mi prójimo.

Envía a tu Santo Espíritu, para que se quien transforme este corazón tan necesitado y sediento de Ti, que sea mi guía y fortalecedor de toda las convicciones para ser testigo clave de tus promesas, para que por medio de mis gestos, mis palabras y demás actitudes pueda ser un sellos de tu amor para los demás.

Que por medio de estas acciones, las personas deseen con fervor ardiente ser semejantes a Ti y caminemos todos según tu voluntad. Dame más generosidad y constancia al caminar, quiero que mi vida en tus manos sea levadura, luz y sal para el mundo.

Dios manso y humilde de corazón, escucha todas mis súplicas y concédeme la gracia de poder corresponder todo lo que haces por mí. Que mi orgullo quede a un lado de mi vida y así en la sencillez poder ser ensalzados por Ti, te lo pido en nombre de tu amado Hijo Jesús, Amén.

(unidosenoración.org)


















No hay comentarios:

Publicar un comentario