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domingo, 30 de julio de 2023

Trabajo los domingos y no puedo ir a misa, ¿cometo pecado mortal?

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El precepto cristiano indica oír misa entera los domingos y fiestas de guardar, pero los que trabajan ese día, ¿cometen pecado mortal si no van?

Un dilema en el que se sienten atrapadas las personas cristianas que se esfuerzan en llevar su fe lo mejor que pueden está en no poder cumplir el precepto dominical. Saben que el primer mandamiento de la Iglesia prescribe oír misa entera los domingos y fiestas de guardar, pero resulta que muchos laboran ese día de la semana. ¿Qué pueden hacer?

¿Estoy cometiendo pecado mortal?

Un principio importante para saber si algo es pecado mortal o no, estriba en que se cumplan tres condiciones, de acuerdo con el catecismo de la Iglesia católica: que se trate de materia grave, que sea cometido con pleno conocimiento y con deliberado consentimiento.  

Sabemos que algo es pecado mortal si cumple las tres condiciones: materia grave, pleno conocimiento y deliberado consentimiento.

Es claro que la materia es grave, se atenta contra el tercer mandamiento de la ley de Dios «santificar las fiestas». En cuanto al pleno conocimiento, estamos hablando del supuesto de que la persona sabe que es pecado faltar a misa. Y por el lado de actuar con deliberado consentimiento, es obvio que si a la persona le dieran a escoger, no iría a trabajar, pero debe hacerlo porque, de no hacerlo, le descontarán el día o hasta podría quedar desempleado.  Como vemos, no se cumplen plenamente las condiciones, por lo que tanto, no hay pecado grave.

Quiero ir a Misa, ¿puedo ir otro día?

Ante la duda, siempre será mejor preguntar, y como cada caso es distinto, para no caer en situaciones individuales, sino buscar el bien común, lo ideal es acudir a la parroquia para que el sacerdote de nuestra comunidad nos aconseje al respecto. El código de derecho canónico marca que «cumple el precepto de participar en la Misa quien asiste a ella, dondequiera que se celebre en un rito católico, tanto el día de la fiesta como el día anterior por la tarde»; es decir, podemos ir a misa el sábado por la tarde-noche, si es que nos toca trabajar el domingo.  

Pero si ni siquiera el sábado podemos hacerlo, el párroco tiene la potestad de indicar cómo proceder en ese caso, pues el canon 145 dice que, con causa justa, «el párroco puede conceder, en casos particulares, dispensa de la obligación de guardar un día de fiesta o de penitencia, o conmutarla por otras obras piadosas».  Es decir, la decisión no la tomamos nosotros, sino el sacerdote que tiene la autoridad para aconsejarnos en este caso.

Lo importante es que, en la medida de lo posible, recordemos y demos su lugar al domingo, porque es el día en el que, de manera especial, debemos rendir culto a Dios, estar con la familia y descansar. La Iglesia, como madre y maestra, siempre querrá lo mejor para sus hijos, no lo olvidemos.

Oraciones de un pecador

Mónica Muñoz, Aleteia


Una nueva investigación revela otra razón para ir a misa el domingo

Catholic mass.

¿Por qué un católico debería ir a la misa dominical?
Aquí hay otra razón más para ir a la iglesia.

¿Por qué un católico debería ir a misa el domingo? Déjame contar las formas.

Sabemos que es parte de nuestro deber como católicos “santificar el día del Señor”, pero nuestra obligación dominical es solo la menor de las razones para ir a la iglesia.

La Santa Misa no es solo un servicio religioso o una clase de Escritura: es un misterio sagrado. Es un levantamiento del velo entre nosotros y lo Divino. 

La liturgia es el tiempo y el lugar en que Dios viene a nosotros. Es el momento sublime y solemne en que el Cielo toca la Tierra. 

El Sacrificio de la Misa es también un hermoso acto de comunión entre nuestros hermanos y hermanas en Cristo, no sólo los que están en los bancos a nuestro lado, sino también todos los santos y ángeles que están reunidos alrededor del altar. No están menos presentes porque no podamos verlos. 

Ir a misa es un privilegio, por el cual innumerables cristianos a lo largo de los siglos han dado su vida. ¡Somos tan afortunados de que la misa sea tan fácil de acceder para nosotros! Los mártires solo podían esperar este don que a menudo damos por sentado. 

Sin embargo, como si todo eso no fuera razón suficiente, resulta que ir a Misa los domingos en realidad nos hace más felices y más satisfechos con nuestras vidas. Una nueva encuesta ha encontrado que la asistencia semanal a los servicios religiosos conduce a altos niveles de satisfacción con la vida:

Los niveles de satisfacción con la vida varían más por tres atributos demográficos:

  • nivel de educación.
  • ingresos familiares anuales
  • asistencia a servicios religiosos.

La mayoría de los estadounidenses que asisten a los servicios religiosos semanalmente (67 %) están muy satisfechos con sus propias vidas. Mientras tanto, menos de la mitad de sus contrapartes expresan el nivel más alto de satisfacción, aunque la mayoría todavía dice estar muy o algo satisfecha.

Por supuesto, esto no sorprende, ya que sabemos que Dios nos dio las reglas de Su Iglesia para brindarnos gozo en esta vida y en la venidera. Así que tiene todo el sentido del mundo que ir a Misa cada semana aporte satisfacción y felicidad. (¡Nos preguntamos si ir a misa con más frecuencia, tal vez incluso a diario, trae una paz casi palpable!)

Aún así, es bueno verlo afirmado por otras fuentes. Así que vayamos a Misa esta semana con alegría en nuestros corazones, dando gracias a Dios por este regalo sagrado. ¡Nos vemos allí en la Eucaristía!

Theresa Civantos Barber, Aleteia































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