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sábado, 7 de octubre de 2023

Espialmente para los que NO suelen ir a Misa los Domingos

 Aquí podemos ofrecer sólo unos pocos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa

¡Escuchas sin palabras!

Jesús, en la Eucaristía escuchas sin palabras cuanto el corazón quiere decir.

Santa Laura Montoya

Ofrezcamos cada mañana una gota de nuestra propia sangre.

Un alma permanece superficial mientras que no ha sufrido. En el misterio de Cristo existen profundidades divinas donde no penetran por afinidad sino las almas crucificadas. La auténtica santidad se consuma siempre en la cruz. El que quiere comulgar con provecho, que ofrezca cada mañana una gota de su propia sangre para el cáliz de la redención.

San Alberto Hurtado

Océanos infinitos de amor.

En la Santa Misa se derraman siempre infaliblemente gracias infinitas de conversión, de santificación, de sanación total, de fortaleza, de gozo, de vida eterna, de paz, océanos infinitos de amor que Dios difunde a toda la humanidad.

P. Pedro Rubio hdv

El Corazón de mi Dios.

¿Qué es la Eucaristía? Es el Dios de mi corazón y el Corazón de mi Dios.

Santa Laura Montoya

Te prepara para fundirte con Dios.

La Eucaristía es medio y fin. Te prepara para fundirte con Dios, y a la vez, te funde con Dios. Te prepara para purificarte, para adelgazarte, para hacerte más libre, más capaz, y viene a llenarte esas capacidades.

Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Eucaristía, banquete de amores y sacramento de unidad

El sacerdote hace más que si creara un mundo nuevo.

Al Santo Cura de Ars le gustaba decir: "El sacerdote es un hombre revestido de todos los poderes de Dios. Al sacerdote no se le podrá comprender bien más que en el cielo. Cuando celebra la Santa Misa, él hace más que si creara un mundo nuevo. Si yo encontrara un sacerdote y un ángel, yo saludaría primero al sacerdote y después al ángel". Algo parecido decía también la Beata Crescencia Höss y San Francisco de Asís.


No hay dos Cristos sino uno solo.

El Cristo Eucarístico se identifica con el Cristo de la historia y de la eternidad. No hay dos Cristos sino uno solo. Nosotros poseemos en la Hostia al Cristo del sermón de la montaña, al Cristo de la Magdalena, al que descansa junto la pozo de Jacob con la Samaritana, al Cristo del Tabor y de Getsemaní, al Cristo resucitado de entre los muertos y sentado a la diestra del Padre.

San Alberto Hurtado

















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