Los divorciados suelen ser más jóvenes; la media de edad está alrededor de los 35 años, mientras que en las familias que no se rompe se encuentra en los 38 años.
Han pasado más de cuarenta años desde que se aprobara el divorcio en España y son ya millones los hijos y padres que han pasado por ese fracaso. Se desconoce todavía mucho de los efectos que causa este drama, aunque poco a poco se va conociendo la magnitud.
Muchos son los pequeños que a menudo se ven inmersos en problemas de mayores; como tener que cambiarse de casa, de colegio o pasar dificultades económicas de un día para otro. Como recoge el diario ABC, una investigación concluye, entre otras cosas, que los hijos de divorciados tienen menos posibilidades de obtener un título universitario que el resto de jóvenes.
A menor edad y más dinero, mayor desventaja
Puedes leer aquí el estudio Divorcio de los padres y logro educativo de los niños a largo plazo en España: heterogeneidad según la educación de los padres, del departamento de Sociología de la Universidad de Valladolid, y publicado en la Revista Española de Investigaciones Sociológicas.
En la investigación se dice que el divorcio no afecta a todos los niños por igual. Esta desventaja es más pronunciada cuando el divorcio ocurre en la primera infancia (0-5 años) o durante la adolescencia (12-16 años). Para los autores, la separación de los padres puede tener efectos adversos porque en la infancia "se producen desarrollos emocionales, sociales y cognitivos fundamentales".
Aquí puedes ver una de las comparativas del estudio entre divorciados y no divorciados.
También se recuerda que la principal brecha educativa se da en el paso de primaria a secundaria, "una etapa donde las exigencias educativas aumentan", por lo que un divorcio de los padres "puede ser un factor relevante en la transición de los hijos a la educación postobligatoria", indica el informe.
La investigación ha demostrado que la desventaja asociada a la separación es más pronunciada en los hijos de padres con un alto nivel socioeconómico. Tras la separación, los hijos de familias acomodadas pueden perder algunos de los recursos que contribuyen a su mejor posición en términos socioeconómicos.
Por ejemplo, las madres con alto nivel socioeconómico que se divorcian tienen menos probabilidades de transferir sus ventajas educativas a su hijos que el resto de madres no divorciadas.
También hay que sumar que la proporción de divorcios en la muestra es más alta entre los padres con un nivel educativo alto. Alrededor del 10% de los niños con padres con educación universitaria se separaron, frente al 3,6% de los niños con padres de educación inferior.
Además, los divorciados suelen ser más jóvenes; la media de edad está alrededor de los 35 años, mientras que en las familias que no se rompe se encuentra en los 38 años. En las familias con alto nivel adquisitivo se da el caso de que la presencia de hermanos es significativamente menor. En el 67% hay más de un hijo, en comparación del 90% en las familias donde los padres se mantienen casados.
Puedes ver aquí un vídeo sobre las consecuencias del divorcio.
Los investigadores han estudiado un conjunto de padres nacidos entre 1965 y1992 -adultos que entre 2013 y 2017 tenían edades comprendidas entre 25 y 52 años-, lo que les ha permitido "evaluar el nivel educativo logrado por los participantes, asumiendo que ya finalizaron sus carreras educativas", comenta Mejías-Leiva.
G. de A., ReL
Vea también El divorcio, causas y efectos de un fracaso devastador y la enseñanza de la Iglesia
(información abundante)
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