Foto: Raamin Ka - Pexels
Más de un millón de personas han visto en estos días la retransmisión de un ritual satánico en España. El satanismo “ateísta” llama a adorar a Satán y a buscar el placer por encima de todo.
(ZENIT Noticias – Porta Luz / Madrid, 03.10.2023).- Al activar un aberrante video que hace apología del Satanismo y que me fue referido por lectores de Portaluz hace algunas semanas… se ve a cuatro jóvenes sentados en torno a una mesa, a modo de tertulia radiofónica. Se acerca entonces un hombre ataviado con una túnica negra y con el rostro cubierto por una máscara blanca, mientras aparece en la pantalla la palabra «Terror» en caracteres rotulados. Bromean, hasta que, con un tono ahora serio, el invitado de la máscara empieza a explicar que celebrarán in situ un ritual satánico. No era broma, ni una representación, sino un acto de apología del satanismo. Y todo ello, retransmitido por Youtube, sin filtro.
Sucedió el pasado mes de julio, y no en un espacio marginal precisamente. No sólo estamos hablando de la mayor plataforma mundial de vídeos (cuyos usuarios alcanzan un tercio de los internautas del planeta), sino de un popular canal español liderado por un conocido “influencer” que cuenta con más de 4,2 millones de suscriptores y 2.000 millones de visualizaciones en total. De hecho, el vídeo que muestra ese ritual satánico -cuyo hipervínculo, por respeto a Cristo y protección de nuestros lectores, evitamos entregar- ha sido visto por más de 1,3 millones de personas en sólo dos meses.
«Desmitificar» el satanismo
El satanista anónimo, comienza su alocución así: «Mucha gente tiene una idea equivocada de lo que es el satanismo. Nosotros practicamos el satanismo ateísta. Tenemos el satanismo tradicional, o teísta, en el cual se considera [a] Dios una divinidad, [a] Satán una divinidad… Nosotros no. Nosotros nos basamos en el testimonio de nuestro maestro, Anton LaVey, que forjó la primera Iglesia Satánica en California en el año 1966».
Este discurso es una estrategia que presenta casi como algo inocuo lo que es aberrante, y de uso muy común en nuestros días. Algo sí es cierto: hay muchos tipos de satanismo –al menos en su fenomenología, en su apariencia externa y en sus formas de pensamiento y práctica–, de los cuales el que más se está extendiendo y popularizando es el “filosófico”, que en el referido vídeo de Youtube se define como “ateísta”.
La estrategia consiste en presentar la ideología satánica como lo más humano (e incluso humanista). De hecho, con total desfachatez y permisividad de YouTube, el protagonista de la escena en el video afirma: «Nosotros vamos a desmitificar el hecho de que para hacer un ritual satánico se necesita hacer un maltrato animal… no hay que sacrificar a ninguna virgen». E interpela a los jóvenes que lo escuchan en la mesa: «si alguno de vosotros quiere unirse, lo hará siempre de forma voluntaria, nunca de forma obligatoria». A continuación, desgrana los «valores» del satanismo, que -según él- serían el orgullo, la justicia, la indulgencia y el perdón (sic).
Adoración de uno mismo
En su alocución propagandística, este «predicador» afirma que su ideología no está vinculada a la adoración de ningún ser preternatural. Es decir: no creen en la existencia del demonio como un ser real, sino como un símbolo. De esta forma, señala, «nosotros creemos que hacer un pacto con el diablo es hacer un pacto consigo mismo», ya que «no creemos en el diablo como una deidad, sino que cada uno lleva dentro su propio diablo».
En el centro, el propio yo… un discurso ideológico bien conocido. Esta es la clave seductora de la versión del satanismo que más está triunfando en la sociedad actual, y que más atrae a algunos jóvenes que se interesan por lo que parece una de tantas cosmovisiones; legítima como las otras, siempre que no se haga daño a nadie, como insisten en decir. «¿Qué buscamos los satanistas? En nuestro caso, el placer: el placer carnal que la Iglesia siempre nos ha negado, el placer intelectual…», vocifera el protagonista en el mentado video. Lanzan así el anzuelo de una vivencia de la sexualidad sin normas ni frenos, en clave hedonista, algo que lo hace irresistible para públicos masivos que acceden desde el anonimato a visualizar este contenido.
El representante satánico continúa asegurando: «ahora vamos a desmitificar lo que es un ritual satánico», al que denomina también «rito iniciático», puesto que serviría para introducirse en este estilo de vida. «Os podréis unir si queréis», reitera a los conductores del programa de Youtube. Y explica que tiene que actuar en la clandestinidad, sin mostrar su rostro, porque su creencia «sigue siendo estigmatizada; la gente sigue señalándonos porque no acaba de entender qué es el satanismo», lamenta (sic).
Voluntad expresamente anticristiana
En este momento, tiene lugar otra revelación fundamental en el video cuando el líder satanista arenga: «Entendemos a Satán como la naturaleza humana, lo entendemos como rebeldía, como poder… No, no es maldad. Es lo contrario a los valores que te ha intentado inculcar la Iglesia Católica durante todo este tiempo. Es decir: represión, sumisión, acatamiento». Y aprovecha la etimología del nombre Satán («adversario») para referirse a este supuesto símbolo como el de la rebeldía contra lo establecido, contra la moral cristiana que ha configurado la cultura occidental.
Y para que ardan más los ánimos añade: «Nosotros hablamos de individualismo como algo positivo, materialismo como algo positivo, independencia, autosuficiencia… esos son los valores que da el satanismo».
En resumen -sincera el satanista- la propuesta consistiría en «tratar a los seres humanos con total igualdad: cada uno de nosotros somos seres independientes, no hay ningún dios que esté por encima ni por debajo nuestro». Una vez más, se muestra la convicción de que la existencia de Dios traería consigo la infelicidad del hombre, haciendo una lectura errónea de la revelación cristiana, que bien se puede resumir en esta frase de la antigüedad patrística: «la gloria de Dios es que el hombre viva» (San Ireneo de Lyon).
Una deriva peligrosa
Llama la atención, sin embargo, una contradicción evidente entre el discurso (la doctrina) y la praxis ritual. Si supuestamente este satanismo significa una rebelión contra la moral cristiana y un intento racional de poner al hombre en el centro de la realidad, si quiere desmitificar una imagen del demonio y de su culto con connotaciones religiosas provenientes de la Biblia… ¿por qué utilizan una parafernalia ritual que perpetúa los estereotipos populares? Nos referimos a los colores negro y rojo, la oscuridad, la calavera, las velas, la sangre, el fuego, la simbología ocultista, etcétera.
En efecto, ese discurso que intenta presentarse como ajeno a la malignidad se derrumba cuando el satanista que lidera invoca diciendo: «Lo más fuerte de todo es que no he venido solo. Vamos a abrir un canal, vamos a generar una cierta energía, que va a permitir a un compañero nuestro que conoce bien nuestra orden [se refiere a su grupo satánico], que conoce nuestra inteligencia, conoce nuestra civilización, cómo utilizar esa energía para realizar procesos espiritistas, vudú, magia negra, lenguaje no verbal… todo esto con vosotros, en directo. Pero para ello es necesario hacer el ritual».
Además, el oficiante satánico aprovecha para reiterar su agradecimiento al director del canal de Youtube (recordemos que más de 1,3 millones de personas han visto este vídeo) «por invitarnos, por dejarnos explicar a la audiencia que no es tan malo todo como lo pintan en las películas». Débiles palabras que no pueden blanquear una realidad tenebrosa y de proselitismo directo, juntos en una misma emisión, al alcance de todos los públicos de Internet. Asunto grave, por su especial proyección hacia la juventud y posibilidad de que pueda verla cualquier niño curioso.
En el desarrollo del ritual, aparece además una mujer joven como centro de atención. «Ella es la voluntaria que ha decidido unirse, con una imagen del Anticristo», explica el portavoz. Y hacen su entrada varios miembros del grupo satánico ataviados a imitación de los participantes en las populares procesiones de Semana Santa en España, junto a la mujer y a un hombre semidesnudo cubierto con una cabeza de macho cabrío, mientras se les dice a los jóvenes del programa: «vosotros vais a uniros a nosotros. Aunque sólo sea por una noche, dejad que el placer os invada, dejad que esta noche vuestro cuerpo y el nuestro sean uno mismo».
Invocación del macho cabrío
«En señal del señor oscuro», comienza el ritual, quitando el velo a la joven, y sujetando su cabeza y sus manos en un cepo. Luego prosigue el líder a modo de oración… «en señal de liberación, no de sumisión ni acatamiento, para recibir al Anticristo como nuevo camino a la libertad, para recibir el placer intelectual, carnal ante todo…». Acto seguido, el oficiante se dirige a los asistentes y les dice: «necesito que hagáis este gesto que todos conocéis: la invocación del macho cabrío»; y alza las manos realizando con ellas un símbolo que supuestamente «invoca al macho cabrío» y que sería «clave para poder proceder». Llegados a este punto todos se unen al grito que repiten una y otra vez: «¡Te adoramos, Satán!»
En una especie de danza, quien representa al macho cabrío se contorsiona, y la joven protagonista del rito es ungida en el rostro con un líquido que pareciere ser sangre. «La sangre en señal de cambio», grita el oficiante -representando conceptos- y le responden los presentes: «¡Limpieza! ¡Poder! ¡Inteligencia! ¡Capacidad! ¡Progreso! ¡Abundancia!» Y dirigiéndose a la muchacha le dice: «con todo esto, hermana, dejas de ser sumisa. Eres libre. Sé feliz. Que nada te detenga». Mientras tanto, es liberada del cepo. Se simboliza así la liberación humana que, según ellos, traería el satanismo, de una forma visualmente impactante.
La insistencia en la maldad del cristianismo es notable en la explicación del ritual: la joven -dice el oficiante- «ha podido salir por ella misma del cepo, su alma es libre». Por ello, la interpela así: «colócate delante… y libérate de la cruz que te ha oprimido todo este tiempo». Imitando su gesto, todos levantan las manos y gritan de forma repetida: «¡Te adoramos, Satán!» Y exclama el líder: «en nombre de Belcebú, Leviatán, Azrael, Astarot, Satán… eres libre». Ella reacciona con un grito.
El anti-sacramento del demonio
«El alma de esta chica ha sido purificada en lo que es un rito iniciático de bautismo al más puro estilo satanista ateísta», afirma el oficiante, mientras la joven se sumerge en agua, haciendo así una burda imitación del primer sacramento cristiano y con el varón disfrazado de macho cabrío merodeando a su alrededor.
Parecería que todo ha acabado con el «bautismo» satánico de la joven. Sin embargo, el líder satanista se dirige a los 4 jóvenes que aparecían al inicio del video y les pregunta: «¿alguien más se atreve a realizar el rito con nosotros?» Entre ellos bromean y se animan, hasta que uno hace caso al consejo de uno de sus compañeros, que le dice «libérate». Sube al escenario y se repite la escena del cepo, la liberación, las invocaciones y la inmersión en agua.
Renunciar a la «pompa del diablo»
En un bello discurso sobre el bautismo pronunciado en el año 2012, el papa Benedicto XVI reflexionó sobre la renuncia a “las seducciones del mal”, una fórmula ritual del sacramento del bautismo. Y explicó que en la Iglesia antigua la expresión era «¿Renunciáis a la pompa del diablo?», refiriéndose a la «diversión del mal… donde aparece con aparente belleza y, en realidad, aparece con toda su crueldad». Porque se pensaba en «grandes espectáculos sangrientos… la vida y la muerte de un hombre transformadas en espectáculo».
Pero, como hemos visto, en el satanismo autodenominado ateísta, afirman no realizar ritos cruentos. ¿Significa por eso que es menos peligroso para el ser humano? El juicio de Ratzinger no deja lugar a dudas: «más allá de este significado inmediato de la expresión ‘pompa del diablo’, se quería hablar de un tipo de cultura, de una way of life, de un estilo de vida, en el que no cuenta la verdad sino la apariencia, no se busca la verdad sino el efecto, la sensación, y, bajo el pretexto de la verdad, en realidad se destruyen hombres, se quiere destruir y considerarse sólo a sí mismos vencedores».
Por lo tanto, concluía Benedicto XVI su reflexión, al rechazar explícitamente la pompa del diablo en el bautismo, se efectuaba «la renuncia a un tipo de cultura que es una anticultura, contra Cristo y contra Dios».
Pero hoy, con la complicidad de los gigantes de Internet -como YouTube- y de algunos “influencers” sedientos de dinero y figuración, seducen a los jóvenes, presentando el satanismo como ideal de liberación y al demonio como el verdadero amigo del hombre. Una vez más, la trampa de la serpiente en el árbol del paraíso, susurrando al oído de las criaturas la desobediencia y arrastrándolas, así, a la infelicidad y la perdición.
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