
| Así habla el Señor: |
| Sí, yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva. No quedará el recuerdo del pasado ni se lo traerá a la memoria, |
| sino que se regocijarán y se alegrarán para siempre por lo que yo voy a crear: porque voy a crear a Jerusalén para la alegría y a su pueblo para el gozo. |
| Jerusalén será mi alegría, yo estaré gozoso a causa de mi pueblo, y nunca más se escucharán en ella ni llantos ni alaridos. |
| Ya no habrá allí niños que vivan pocos días ni ancianos que no completen sus años, porque el más joven morirá a los cien años y al que no llegue a esa edad se lo tendrá por maldito. |
| Edificarán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán sus frutos. |
Salmo 30(29),2.4.5-6.11-12a.
| Yo te glorifico, Señor, porque tú me libraste |
| y no quisiste que mis enemigos se rieran de mí. |
| Tú, Señor, me levantaste del Abismo |
| y me hiciste revivir, |
| cuando estaba entre los que bajan al sepulcro. |
| Canten al Señor, sus fieles; |
| den gracias a su santo Nombre, |
| porque su enojo dura un instante, |
| y su bondad, toda la vida: |
| si por la noche se derraman lágrimas, |
| por la mañana renace la alegría. |
| «Escucha, Señor, ten piedad de mí; |
| ven a ayudarme, Señor.» |
| Tú convertiste mi lamento en júbilo, |
| ¡Señor, Dios mío, te daré gracias eternamente! |
Evangelio según San Juan 4,43-54.
| Jesús partió hacia Galilea. |
| El mismo había declarado que un profeta no goza de prestigio en su propio pueblo. |
| Pero cuando llegó, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la Pascua; ellos también, en efecto, habían ido a la fiesta. |
| Y fue otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un funcionario real, que tenía su hijo enfermo en Cafarnaún. |
| Cuando supo que Jesús había llegado de Judea y se encontraba en Galilea, fue a verlo y le suplicó que bajara a curar a su hijo moribundo. |
| Jesús le dijo: "Si no ven signos y prodigios, ustedes no creen". |
| El funcionario le respondió: "Señor, baja antes que mi hijo se muera". |
| "Vuelve a tu casa, tu hijo vive", le dijo Jesús. El hombre creyó en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. |
| Mientras descendía, le salieron al encuentro sus servidores y le anunciaron que su hijo vivía. |
| El les preguntó a qué hora se había sentido mejor. "Ayer, a la una de la tarde, se le fue la fiebre", le respondieron. |
| El padre recordó que era la misma hora en que Jesús le había dicho: "Tu hijo vive". Y entonces creyó él y toda su familia. |
| Este fue el segundo signo que hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea. |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
San Gregorio de Narek (c. 944-c. 1010) |
“Si no veis signos y prodigios sois incapaces de creer.”
| «Todo el que invoca el nombre del Señor |
| se salvará» (Jl 3,5; Rm 19,13). |
| En cuanto a mi no sólo le invoco, |
| sino que ante todo creo en su grandeza. |
| No es por lo que me da |
| que persevero en mis súplicas, |
| sino porque es la Vida verdadera |
| y es en él que respiro; |
| sin él no hay movimiento ni progreso. |
| No es tanto por los lazos de la esperanza |
| que soy atraído sino por los lazos del amor. |
| No es de los dones |
| sino del Dador que siempre tengo nostalgia. |
| No aspiro a la gloria, |
| sino que quiero abrazarme al Señor de la gloria. |
| No es la sed de la vida la que siempre me consume, |
| sino el recuerdo de aquel que da la vida. |
| No es por el deseo de felicidad que suspiro, |
| que desde lo más profundo de mi corazón rompo en sollozos, |
| sino por el deseo de aquel que lo prepara. |
| No es el descanso lo que busco, |
| sino el rostro de aquel que pacificará mi corazón suplicante. |
| No es por el festín nupcial que languidezco, |
| sino del deseo del Esposo. |
| En la espera cierta de su poder |
| a pesar de la carga de mis pecados, |
| creo con una esperanza inquebrantable |
| y me pongo confiadamente en la mano del Todopoderoso, |
| de quien no solamente obtendré el perdón |
| sino que le veré a él mismo en persona, |
| gracias a su misericordia y a su compasión |
| y, aunque merezco perfectamente ser proscrito, |
| heredaré el cielo. (EDD) |
Oración
(Repita el acto de fe anterior)
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