Ir a la adoración, ver dibujos animados sobre la Eucaristía, ofrecer un libro... Te damos estos consejos para ayudar a tu hijo en su Primera Comunión
La Primera Comunión se acerca rápidamente, y quizás este año tu hijo participe en esta gran celebración cuando reciba el cuerpo de Cristo por primera vez. Quieres prepararlo todo hasta el más mínimo detalle, pero más aún, quieres preparar su corazón para este gran acontecimiento, para que ese día quede grabado en su memoria para siempre. ¿Cuál es la mejor manera de prepararlo? Aquí tienes algunas ideas.
Tu ejemplo es la forma más convincente de mostrar a tu hijo la importancia de la Eucaristía. Si tu hijo entiende que para ti ir a Misa y recibir a Jesús es fundamental, también lo será para él.
Por eso vayan juntos a Misa, háblale de la Eucaristía, de cómo Jesús está realmente presente en el Santísimo Sacramento y de lo que esto significa para ti. Comparte los recuerdos de tu Primera Comunión y explícale lo que te hubiera gustado saber en aquel momento.
2 ADORACIÓN
Piensa también en ir juntos a la adoración. Busca una capilla donde esté expuesto el Santísimo Sacramento y donde puedan adorar juntos. Pasar tiempo ante Jesús en la Eucaristía cambia la vida.
Cuéntele a su hijo su experiencia personal, lo importante que es la adoración en su vida y lo mucho que la desea. Ayude a su hijo a tener una relación personal con el Señor, verdaderamente presente ante Él en el Santísimo Sacramento.
3 EXPLÍCALE EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN
Para recibir a Cristo de manera sacramental, es importante recibirlo con un corazón limpio, por ello es importante explicarle a tu hijo como puede hacer un buen examen de conciencia de acuerdo a su edad.
Explícale que, en ese momento, el sacerdote actúa ipse Christus, es decir que, es Cristo mismo quien esta ahí otorgando el sacramento.
4 UN MILAGRO FRENTE A SUS OJOS
Tatjana Splichal | Družina
Durante el momento de la Transubstanciación, que es el momento culmen donde Dios baja para quedarse en el pan -el cual tu pequeño puede recibir-, invítalo a tener sus ojos y corazón muy abiertos para que pueda presenciar ese momento tan lleno de amor.
5 UNE LOS SACRAMENTALES
Hazlo parte al momento de escoger su vela, su rosario y, por su puesto, su Biblia, esto le ayudará a tener esa emoción de acercamiento a su fe.
Además, hazle saber que esos símbolos permanecerán con él y que puede utilizarlos para entrar en oración, en lugar de guardarlos en el baúl de los recuerdos. Al momento de escoger la Biblia, puedes escoger una adaptada a su edad, para que pueda entenderla mejor.
Todas estas recomendaciones ayudarán a tu pequeño a enamorarse más de la Eucaristía y ansiar el momento de recibirlo con profundo amor.
La próxima vez que hagas oración, considera la posibilidad de invitar a tu imaginación a participar sin intentar "controlarla". San Ignacio de Loyola nos comparte un método que, sin duda, mejorará tu relación con Dios
La oración, nos recuerdan todos los grandes santos y místicos, es la savia del alma católica. Pero el camino de la oración puede parecer a veces árido, difícil, incluso esquivo. Nuestras mentes se aceleran, las palabras se vuelven huecas, y el sentido de comunión que anhelamos parece flaquear. Aquí es donde la -a menudo olvidada- facultad de la imaginación se convierte en una fuerza vital, abriendo profundidades inesperadas en nuestra práctica espiritual.
Los grandes santos de nuestra tradición comprendieron el poder de la imaginación. Santa Teresa de Ávila, la gran Doctora de la Iglesia, llamó a la imaginación “la loca de la casa”. Reconocía su tendencia a tejer historias que nos distraen, pero también su potencial para guiarnos hacia una oración más profunda.
Sin embargo, fue san Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas, quien realmente codificó el uso de la imaginación en su “composición de lugar”, pero que también implica “situarse en la escena”. Ignacio comprendió el poder de la imaginación para tender puentes entre el pensamiento y el sentimiento, transformando la oración en un encuentro con Dios centrado en el corazón.
He aquí cómo funciona la oración ignaciana con imaginación (algunos la llaman “contemplación imaginativa”):
1 ELIJE UN PASAJE DE LAS ESCRITURAS
Selecciona una escena rica en detalles, como Jesús calmando la tormenta (Marcos 4,35-41) o la Última Cena (Juan 13,1-17).
2 ACTIVA TUS SENTIDOS
Aquí es donde la imaginación desempeña el papel principal. El orante debe imaginar las imágenes: las olas, la habitación donde Jesús compartió su última cena. Ignacio recomienda “oír” los sonidos: el aullido del viento, el murmullo de los discípulos. Incluso se puede “sentir” el rocío de la tormenta, o el calor de la habitación.
3 CONVIÉRTETE EN PARTICIPANTE
Ignacio recomienda no solo observar la escena, sino entrar en ella. Ponte al lado de los discípulos en la barca o siéntate con Pedro en la Última Cena. Una vez aquí, uno puede interactuar con Jesús o con cualquiera de los otros apóstoles o personas de la sala.
4 REFLEXIONAR Y RESPONDER
Ahora bien, no se trata solo de jugar con la imaginación. Después de detenerse en la escena, uno está llamado a reflexionar sobre las emociones que evoca. ¿Qué te enseñan las acciones de Jesús? ¿Cómo te afecta su presencia? Es, si se quiere, una versión imaginativa de la clásica Lectio Divina. La respuesta a este ejercicio suele ser una oración sincera y espontánea: una conversación suscitada por tu experiencia imaginativa.
¿Qué ocurrirá?
1. Personalizar las Escrituras: Al situarnos en las historias, conectamos con los personajes y las enseñanzas a un nivel más profundo. La lectura se convierte en una experiencia “vivida”.
2.Encuentro con Jesús: Utilizando nuestra imaginación, vamos más allá de los conceptos abstractos y la experiencia y fomentamos una relación más íntima con Dios.
3. Involucrar nuestras emociones: La imaginación llega a nuestros sentimientos, lo que hace que la oración sea más significativa e impactante.
Así que la próxima vez que reces, considera la posibilidad de invitar a tu imaginación a la mesa en lugar de tratar de “controlarla”. Deja que pinte un cuadro vívido, que te permita entrar en la narración y encontrarte con lo divino de un modo transformador. Recuerda que la oración no consiste solo en palabras, sino en construir tu relación con Dios. La imaginación puede ser un poderoso puente que nos lleve hasta allí.
Nadie sabe a ciencia cierta cómo será el Cielo, pero algunos santos han tenido visiones y acercamientos con la gloria que le espera a quienes se salven
Hoy es un buen día para examinar lo que nos sucederá cuando muramos, o más concretamente, cuando nuestras almas eternas se vayan y nuestros cuerpos mueran.
Las terribles visiones de los santos sobre el infierno y el purgatorio deberían ser suficientes para mandar a cualquiera corriendo al confesionario, pero la fe verdadera debería tener mucho más que ver con la esperanza y la alegría que con el miedo y el horror.
La contrición perfecta, después de todo, tiene que ver con amar a Dios tanto que no deseemos ofenderle, no con hacer malabarismos para evitar arder eternamente en el infierno.
Así que, deseando dar una mirada de esperanza a lo que espera a los fieles después de la muerte, Aleteia presenta algunos testimonios sobre el Cielo, según los santos.
Santa Faustina Kowalska
Wikipedia | Domena publiczna
Escribió extensamente sobre sus viajes espirituales tanto al paraíso como al lugar de perdición en sus diarios, que han sido considerados por la Iglesia como revelaciones aprobadas.
Después de que Faustina quedara traumatizada por sus visiones del infierno, se le dio la oración a la Divina Misericordia (Coronilla de la Divina Misericordia) para compartirla con el mundo como un arma en la guerra por la salvación de las almas.
Tuvo unas alentadoras visiones del paraíso, sobre las que escribió:
“Hoy fui al cielo, en el espíritu, y vi sus inconcebibles bellezas y la felicidad que nos espera después de la muerte. Vi cómo las criaturas dan sin cesar alabanza y gloria a Dios. Vi cuán grande es la felicidad en Dios, que se difunde a todas sus criaturas, haciéndolas felices; y así toda la gloria y la alabanza que brota de su felicidad vuelven a su fuente; y entran en las profundidades de Dios, contemplando la vida interior de Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, a quien nunca podrán comprender o abarcar. Esta fuente de la felicidad es inmutable en su esencia, pero siempre es nueva, brotando felicidad para todas las criaturas”.
San Alfonso María de Ligorio
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San Alfonso María de Ligorio contó una historia que compartió con él un superior de la orden jesuita, quien se le apareció después de morir para darle un informe detallado sobre el trato que la gente puede esperar en el cielo.
Según el difunto, las recompensas del cielo no son iguales para todos los que entran, pero todos los que entran quedan igualmente satisfechos:
“Ahora estoy en el cielo, Felipe II, rey de España, está en el cielo también. Los dos disfrutamos de la recompensa eterna del paraíso, pero es diferente para cada uno de nosotros.
Mi felicidad es mucho mayor que la suya, pues no es como cuando estábamos aún en la tierra, donde él era de la realeza y yo era una persona corriente.
Estábamos tan lejos como la tierra del cielo, pero ahora es al revés: lo humilde que yo era comparado con el rey en la tierra, así le sobrepaso en gloria en el cielo. Con todo, ambos somos felices, y nuestros corazones están completamente satisfechos”.
El papa san Gregorio Magno
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Habló de la unidad sobrenatural entre la comunión total de los santos en el cielo, y su aparentemente infinito conocimiento:
“Además de todo esto, una gracia más maravillosa se otorga a los santos en el cielo, porque conocen no sólo a aquellos con los que estaban familiarizados en este mundo, sino también a los que antes nunca vieron, y conversan con ellos de una forma tan familiar como si en tiempos pasados se hubieran visto y conocido: y por lo tanto, cuando ven a los antepasados en ese lugar de felicidad perpetua, luego los conocerán de vista, aquellos de cuya vida oyeron hablar. Pues ver lo que hacen en ese lugar con un brillo indescriptible, igual a todos, contemplando a Dios, ¿qué es lo que no saben, si conocen al que lo sabe todo?”
El cielo es un lugar maravilloso, y todos deben esforzarse para llegar allí. Pero quizás la cita “celestial” más alentadora de todas viene de santa Teresa de Lisieux, la “Pequeña Flor”, quien señaló que tan gloriosa como el Cielo, Dios encuentra la presencia de sus hijos infinitamente más deseable:
“Nuestro Señor no desciende del Cielo todos los días para estar en un copón de oro. Se trata de encontrar otro Cielo que es infinitamente más querido para Él, el Cielo de nuestras almas, creado a su imagen, los templos vivos de la adorable Trinidad”.
Vinieron de Antioquía y de Iconio algunos judíos que lograron convencer a la multitud. Entonces apedrearon a Pablo y, creyéndolo muerto, lo arrastraron fuera de la ciudad.
Pero él se levantó y, rodeado de sus discípulos, regresó a la ciudad. Al día siguiente, partió con Bernabé rumbo a Derbe.
Después de haber evangelizado esta ciudad y haber hecho numerosos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía de Pisidia.
Confortaron a sus discípulos y los exhortaron a perseverar en la fe, recordándoles que es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.
En cada comunidad establecieron presbíteros, y con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en el que habían creído.
Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia.
Luego anunciaron la Palabra en Perge y descendieron a Atalía.
Allí se embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para realizar la misión que acababan de cumplir.
A su llegada, convocaron a los miembros de la Iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho con ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los paganos.
Después permanecieron largo tiempo con los discípulos.
Salmo 145(144),10-11.12-13ab.21.
Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder.
Así manifestarán a los hombres tu fuerza
y el glorioso esplendor de tu reino:
tu reino es un reino eterno,
y tu dominio permanece para siempre.
Mi boca proclamará la alabanza del Señor:
que todos los vivientes bendigan su santo Nombre,
desde ahora y para siempre.
Evangelio según San Juan 14,27-31a.
Jesús dijo a sus discípulos:
«Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡ No se inquieten ni teman !
Me han oído decir: 'Me voy y volveré a ustedes'. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.
Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí,
pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado.»
La paz es la sencillez del espíritu, su serenidad, la tranquilidad del alma, el vínculo del amor. La paz es el orden, la armonía de todo nuestro ser. Es una alegría continua que nace del testimonio de una buena conciencia, la alegría santa de un corazón en el que reina Dios. La paz es el camino de la perfección, o más bien, en la paz se encuentra la perfección. El demonio, que sabe bien todo eso, hace esfuerzos para hacernos perder la paz.
No daremos nunca un paso hacia la virtud de la sencillez evangélica, si no nos esforzamos en vivir en una paz santa e inalterable. Suave es el yugo de Jesús, ligero su peso, por eso no permitimos al enemigo insinuarse en nuestro corazón para arrancar nuestra paz. El enemigo de nuestra salvación, sabe demasiado bien que la paz de corazón es un índice seguro de la asistencia divina y por eso no pierde ocasión para hacerla perder.
Seamos siempre alertas en este tema. Llevemos nuestro pensamiento hacia el cielo, nuestra patria verdadera, de la que el mundo sólo da una pobrísima imagen. En los acontecimientos tristes o alegres, esforcémonos con la ayuda divina para conservar esta serenidad y calma, propia a los discípulos del Nazareno. (EDD)
Oración
Dios Todopoderoso, me uno en oración contigo porque me siento agradecido por todo tu amor, por tu sacrificio y por tus regalos de vida, por la paz, me siento tan agradecido por cada una de tus bendiciones mi Señor, por mi hogar, mi familia, mis amigos, gracias mi Dios por tu generosidad conmigo.
Entrevistamos a Laura, la hermana de la Sierva de Dios Rebeca Rocamora
Laura Rocamora habla de su hermana la Sierva de Dios Rebeca en los cines La Vaguada, en Madrid
Laura Rocamora, hermana y primera biógrafa de la Sierva de Dios Rebeca Rocamora Nadal (1975-1996), acudió a los cines de La Vaguada en Madrid para el preestreno de Un ángel llamado Rebeca. Sin haber visto aún la película, habla con ReL de su hermana y de la estela que dejó en su pueblo cerca de Alicante, en la familia y en cada vez en más personas.
- Laura, ¿quién te acompaña al cine?
- Mis dos hijos, mi marido...
- ¿Le intimida a tu marido tener una cuñada en proceso de beatificación, alguien santo en la familia?
- Bueno, es que el tío de mi marido era el sacerdote que llevaba las causas de santos en nuestra diócesis, Ildefonso Cases Ballesta. ¡Pero no nos conocimos hasta 2011, con la JMJ aquí en Madrid! Nos conocimos en un acto previo a la JMJ y en Madrid ya todo el rato buscaba hacerse fotos conmigo, jajaja. No, esto no le intimida.
- ¿A qué te dedicas? ¿Sigues en el pueblo donde vivió tu hermana?
- Soy auxiliar administrativa, y sí, vivimos en Granja de Rocamora.
- Rebeca murió con 20 años por un tumor, en 1996...
- Muchas personas sufren por el cáncer, por enfermedades, pero eso no basta para que te abran un proceso de beatificación. Se abre el proceso para Rebeca porque en su vida vivió las virtudes. Es verdad que vemos en las vidas de los santos que en momentos más duros se amoldan más a la voluntad de Dios, de forma más visible. Pero Rebeca vivió la aceptación de la voluntad de Dios en su día a día, como estudiante, como catequista, en la familia.
- En fotos y estampas se la ve sonriente...
- Nosotros siempre destacamos su sonrisa. La enfermedad no hizo que se encerrara en sí misma, en una introspección, no. Cuanto más enferma, más alegre y generosa.
- La película habla de Rebeca, su fe, su entereza en la enfermedad, pero no detalla mucho sus 3 meses finales, que según tu libro fueron muy especiales...
- En esos tres meses finales vimos la profundidad de su trato con Dios. Nos dijeron que por tumor se moriría en pocos días, pero duró 3 meses, y sin los efectos tan extremadamente fuertes que nos habían dicho. Celebraban la eucaristía en su habitación cada día, y daba gracias a Dios por lo que tenía. En esta etapa final, el cura le animaba: "pide la salud". Y ella decía: "yo le pido que me aumente la fe, Él ya sabe lo que me conviene". Ella era feliz con lo que Dios quisiera. Eso no quita que no sufriera. Pero sus frases en esos meses tenías que tomártelas en serio, porque ella no era de palabrería ni de dar sermones. Si decía algo, era importante.
- ¿Qué cosas impactantes decía en esa época?
- El obispo emérito, don Pablo Barrachina, que nos quería mucho, vino a hacer confirmaciones en la parroquia y nos visitó en casa, porque nos quería mucho. Rebeca le dijo: 'Don Pablo, he de decirle una cosa: me voy al Cielo. Y poco a poco me llevaré a los que quiero. A medida que el Señor vaya llamando a las personas que quiero, estaré con Él, para interceder por ellas". Ella nunca antes había dicho nada parecido, ni lo dijo después. Lo dijo con profundidad, pero de manera muy natural.
»Yo ahí veo que ella ya sabía que Dios la estaba llamando, a un mes prácticamente de su muerte. Y ahora es intercesora de muchos. Se abrió el proceso por clamor popular.
- La película recoge ese clamor, el funeral lleno...
- Cuando Rebeca falleció, vimos con sorpresa que venía mucha gente que no conocíamos, de todas partes. En el velatorio decían: "Parece una santa". Le pasaban rosarios y pañuelos. En ese velatorio, nuestro párroco nos llevó aparte y nos dijo: "Solo soy un párroco, pero creo que el Señor ha hecho una obra muy grande con Rebeca". En ese mismo año, en 1996, ya nos llegaban testimonios de gente que nos contaba lo que Rebeca había hecho en su vida. Ya había gente que pedía su intercesión desde el Cielo: iban al cementerio, le dejaban cirios, notas de agradecimiento, por sus hijos, sus estudios, etc...
- ¿Y que hizo la Iglesia?
- Esto que veíamos lo contábamos en la parroquia. Se enteró el obispado e Ildefonso Cases, el postulador, lo recogió. La diócesis dedujo que Dios nos quería decir algo a través de la vida de Rebeca. Es lo que dice el Papa Francisco: los santos de la puerta de al lado. Don Ildefonso Cases me dijo que él tenía que presentar la vida de Rebeca al nuevo obispo, Rafael Palmero, y me pidió escribir mis recuerdos de ella. Yo era 2 años menor que Rebeca. Escribí lo que recordábamos, lo que habíamos vivido... Y de esos recuerdos, Ildefonso Cases me dijo: "Esto ha de tener formato de libro. Esta vida puede hacer mucho bien al mundo de hoy". Así publicamos el libro, La estela de una sonrisa.
- ¿Rebeca hablaba con vosotras, las otras 3 hermanas, de cosas de Dios?
- Es que ella no era de hablar mucho. Tampoco escribió un diario espiritual. Pero al empezar el proceso de beatificación, revisando su libro de catequesis, vimos algunas frases que escribió allí. Tenía 8 años y sus primeros síntomas de enfermedad. Escribió: "Acepta con agrado la llamada del Señor a lo que te pueda pedir".
Laura Rocamora en los cines La Vaguada junto al display de la película Un Ángel Llamado Rebeca.
- ¿Cómo era Rebeca en casa?
- Le gustaba el deporte, cantar, bailar, salir con los amigos de forma sana. Era muy de hacer bromas en casa o con los vecinos, obras de teatro... Era muy divertida cuando imitaba a Lina Morgan. Físicamente, tenía ese aspecto de niña, y tenía inocencia, sin doblez ni maldad. Pero a la vez era recia. Nunca quería ser centro de atención, ni llamar la atención por su enfermedad.
»Era una mezcla explosiva, de dulzura y carácter. Era prudente, pero cuando había que defender algo, contra una injusticia, por ejemplo, te lo decía sin agresividad. Cuando corregía a alguien, lo hacía con gracia. Lo decía de una forma que te hacía pensar y cambiar, tenía un don para eso. Las cuatro hermanas somos muy distintas, y ella atendía a cada una según necesitáramos. Si había un problema en casa, ella no vendría a decirte lo que tenías que hacer, pero te daba su ejemplo.
- Desde los 14 años fue catequista...
- Nuestra familia siempre fue mucho de ayudar en la parroquia. Quería confirmarse para ser catequista, y lo fue con 14 años. Sus niños nos dicen que ella era amena, que tocaba la guitarra y cantaba con ellos, que los llevaba a la capilla del Santísimo y los animaba a rezar allí, y les animaba también a ayudar a sus padres, a los abuelos...
- ¿Habéis descubierto más cosas a raíz de la película?
- El director, Zavala, difundió el tráiler en su web Refugio Zavala, y lo vio una persona que de niño había sido alumno de Rebeca. Ella, como todas las hermanas, dio algunas clases particulares de refuerzo escolar, para sacar un dinerito. Pues a esta persona unos ratos de clase particular ya le dejaron una marca: decía que con su paciencia, amor, sonriendo, con bromas, sin rigidez, Rebeca le hizo más liviano el estudio, y así aprobó. Descubrimos este testimonio por la película.
- La película cuenta que tenéis una reliquia de la Cruz en Granja de Rocamora...
- Sí, Granja tiene un lignum crucis que solo sale en procesión el día de su fiesta. Pero Rebeca nos pidió, mientras estaba en tratamientos en Madrid: "Decidle a don José que me traigan el lignum crucis a Madrid". ¡Pero si la reliquia nunca había salido de Granja! Ella, que nunca pedía nada, insistió: "Díselo a don José, que lo traerá". Y efectivamente: don José, que era el párroco, y mi padre y yo fuimos en coche a Madrid, con la reliquia al hospital. La cara de Rebeca cuando nos vio en Madrid quedó transfigurada. A todas las enfermeras les hablaba de la reliquia.
»Y hay más. De vuelta en Madrid, el párroco dejó el lignum crucis en su habitación, casi dos meses. Ya cuando se acercaron las fiestas del pueblo, vino el párroco con la umbela a recuperarla, y le dio la bendición con la reliquia.
»Rebeca también fue al santuario de Caravaca de la Cruz, a unos 80 minutos en coche. Caravaca tiene su famosa reliquia, la Cruz de Caravaca, que sólo se puede sacar y mostrar con un permiso especial, y solo de manos de un sacerdote. Pero como ella iba con un amigo sacerdote, le permitieron sacar la reliquia y se la dieron a besar. Todo eso fue en los últimos meses de su vida.
Campaña de la película Un ángel llamado Rebeca en quioscos y marquesinas; murió con 20 años, vivió una vida normal y sencilla... pero amando a Dios impactó a muchos.
- La película usa muchas imágenes de vídeo real, casero...
- En un vídeo de promoción alguien nos decía: ¿cuántos santos pueden ver la vida de otros santos con palomitas y un refresco? A Zavala le proponían que la película podía usar imágenes de recreación, y él decía: "¡Pero si tenemos las imágenes de la Rebeca real, con su voz!"
- Rebeca fallece en 1996, no llegó a vivir la época del móvil e Internet... ¿tendría redes sociales hoy?
- Yo no tengo Facebook ni Instagram, mis hermanas tienen alguna. Rebeca era discreta, quizá no tendría esas redes. Quizá tendría otras. Su vida sencilla, pese a ser tan normal, ya va a contracorriente. No hizo cosas muy importantes, pero hoy se habla de ella porque dejó un impacto. Así, nos abre un camino: muestra que, sin hacer nada raro, se puede ser santo.
¿Sabías que existen micro infidelidades que tú o tu pareja podrían estar cometiendo? Te compartimos una guía para evitarlas y evitar dañar tu relación
Las relaciones amorosas se han vuelto frágiles, en los últimos tiempos, de modo que no hay un vínculo lo suficientemente fuerte para amar de verdad y en su totalidad. Para amar verdaderamente se requiere compromiso para evitar las micro infidelidades o una infidelidad mayor.
La infidelidad en una relación de pareja, ya sea desde el noviazgo o en el matrimonio, es uno de los principales destructores en las relaciones, trayendo como consecuencia el divorcio en los matrimonios y desilusiones amorosas en toda relación.
Sin embargo, existen otro tipo de situaciones alarmantes que nos invitan a analizar detenidamente, pues en las últimas semanas muchos usuarios en redes sociales, especialmente en TikTok, han hablado acerca de las micro infidelidades que dañan una relación.
Entendiendo las micro infidelidades
fizkes | Shutterstock
Aleteia consultó a la psicóloga Angie Larios, quien compartió la importancia de entender primero una infidelidad antes de ahondar en aquellas llamadas “micro”.
Una infidelidad, según la experta, “son aquellas conductas que rompen acuerdos en una relación de pareja”.
Mientras que una micro infidelidad, también conocida en redes sociales por su término en inglés como micro cheating, “podría entenderse como aquellas cosas que, si bien, no te llevan a romper los acuerdos, están muy cercanas a romperlo”.
Y añade que una micro infidelidad puede cometerse en el día a día, en situaciones o lugares cotidianos.
Detecta las micro infidelidades y evítalas
Seguro te preguntarás cuáles pueden ser esas micro infidelidades que dañen tu relación. A veces son tan sutiles que pueden pasar desapercibidas o pueden dejarse pasar sin hablarlas.
Por ello, te compartimos una lista de las micro infidelidades más comunes, y aunque mucho tiene que ver con los acuerdos que tengas con tu pareja, explicó Angie Larios, estas son las más afectan una relación:
1 MENSAJEAR O CONVERSAR A ESCONDIDAS
Estás en una relación, pero a la vez mantienes conversaciones constantes con otras personas, ya sea con tu ex pareja o con alguien que llegó a gustarte en el pasado, o alguien que llama tu atención en el momento.
2 CONSUMIR CONTENIDO INAPROPIADO
Desde darle like a fotos de modelos semidesnudas, hasta agregar o seguir personas que publiquen contenido hipersexualizado. Incluso acudir a lugares inapropiados.
3 PERFIL EN PÁGINAS DE CITAS
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Mantener activo tu perfil de citas estando en una relación y aun así publicar o recibir contenido de prospectos dentro de la app.
4 COQUETEAR CON OTRAS PERSONAS
Desde miradas hasta tratos diferentes y especiales, sin importar la presencia o no de tu pareja.
5 MENTIR O ESCONDER A TU PAREJA
No eres sincero con los demás al decir que tienes una relación ya sea en la familia, con los amigos o en el trabajo, así como esconderla y no querer presentarla formalmente o llevarla a eventos o reuniones importantes.
Estas son solo algunas acciones que puedes evitar en tu relación para prevenir que ésta se fracture. No olvides que es importante hablar sobre cualquier detalle que te genere duda o incomodidad y así evitar llegar a un problema mayor.
La confianza y la comunicación son la base de toda relación que tiene como fin un amor puro y verdadero.
Y si quieres comprender mejor cómo es un amor puro, inspírate en los santos