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viernes, 1 de junio de 2018

Minutos antes de abortar “sentí que no debía hacerlo”

El conmovedor testimonio de una mujer que participó durante la "Marcha por la Vida" en Colombia

SANDRA TEJADA
“Yo iba a abortar, cuando de camino a la clínica me abordaron personas de la campaña ‘40 Días por la Vida’, pero no les puse cuidado. Ellos insistieron, me entregaron una imagen de la Virgen María y de repente, cuando los vi orando, sentí en carne viva que no debía hacerlo, que era necesario salvar a mi bebé”.
Así comienza su relato Sandra Tejada, una ingeniera colombiana que con su testimonio se ha convertido en uno de los símbolos de Unidos por la Vida, una plataforma ciudadana que defiende la existencia desde su concepción hasta su muerte natural.
Esta nueva parte de su vida comenzó a los 26 años, cuando tenía 12 semanas de embarazo y su noviazgo estaba en crisis. En ese momento pensó que lo mejor era ir a una de las clínicas de abortos ―legales e ilegales― que existen en Bogotá. Primero llegó a una de las más discretas, pero no tuvo dinero suficiente para pagar el procedimiento quirúrgico.
Luego, buscó una de las más grandes y ‘populares’ por sus tarifas económicas y en la cual podía pagar con tarjeta de crédito, pero cuando se disponía a entrar, se produjo el encuentro con las personas que le entregaron la estampita de la Virgen.
Sandra recuerda que en ese momento una señora mayor le contó su experiencia personal con el aborto muchos años atrás. “Le escuché decir que había sido muy duro y doloroso para ella y quise saber en qué consistía ese llamado… a los pocos días me invitaron a los retiros de Emaús y eso cambió mi vida porque al sentir la iluminación del Espíritu Santo, decidí tener a mi hija”, afirmó Sandra en entrevista con Aleteia.
Después de que aquellos desconocidos le ayudaran a tener otra visión de la vida y “las cosas del mundo”, Sandra se dedicó a Violeta ―su niña que hoy tiene dos años― y aunque reconoce que ha tenido momentos difíciles, cree que “todo es más llevadero si se va de la mano de Dios”.
Desde los días en que se convenció de haber hecho lo correcto al preservar una vida, Sandra ofrece su testimonio y habla con embarazadas que desean abortar para decirles que “esa no es la vía más fácil, sino la más difícil porque duele mucho, dura toda la vida y deja heridas difíciles de sanar”.
Vicente Silva Vargas/Aleteia Colombia


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