Ángelus, 10 de agosto de 1986
¡Queridos Hermanos y Hermanas!
1. Recordemos cuando Jesús se acercó a la pequeña ciudad de Samaria, llamada Sicar, donde se encontraba una fuente que se remontaba a los tiempos del Patriarca Jacob. En aquel lugar encontró a una samaritana, que se acercaba para sacar agua de la fuente. El le dice: "Dame de beber". La mujer responde: "¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mi, mujer samaritana?". Entonces Jesús replicó: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías a É, y Él te daría a ti agua viva". Y continuó: "El agua que Yo te dé se hará en ti fuente que salte hasta la vida eterna" (cf. Jn 4,5-14). ¡Fuente! ¡Fuente de vida y de santidad!
2.En otra ocasión, en el último día de la fiesta de los Tabernáculos en Jerusalén, Jesús -como escribe también el Evangelista Juan- gritó diciendo: "Si alguno tiene sed, venga a Mi y beba. El que cree en Mí, según dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su seno". El Evangelista añade: "Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en Él" (Jn 7,37-39).
1. Recordemos cuando Jesús se acercó a la pequeña ciudad de Samaria, llamada Sicar, donde se encontraba una fuente que se remontaba a los tiempos del Patriarca Jacob. En aquel lugar encontró a una samaritana, que se acercaba para sacar agua de la fuente. El le dice: "Dame de beber". La mujer responde: "¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mi, mujer samaritana?". Entonces Jesús replicó: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías a É, y Él te daría a ti agua viva". Y continuó: "El agua que Yo te dé se hará en ti fuente que salte hasta la vida eterna" (cf. Jn 4,5-14). ¡Fuente! ¡Fuente de vida y de santidad!
2.En otra ocasión, en el último día de la fiesta de los Tabernáculos en Jerusalén, Jesús -como escribe también el Evangelista Juan- gritó diciendo: "Si alguno tiene sed, venga a Mi y beba. El que cree en Mí, según dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su seno". El Evangelista añade: "Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en Él" (Jn 7,37-39).
3. Todos deseamos acercarnos a esta fuente de agua viva. Todos deseamos beber del Corazón divino, que es fuente de vida y de santidad.
En Él nos ha sido dado el Espíritu Santo, que se da constantemente a todos aquellos que con adoración y amor se acercan a Cristo, a Su Corazón.
Acercarse a la fuente quiere decir alcanzar el principio. No hay en el mundo creado otro lugar del cual pueda brotar la santidad para la vida humana, fuera de este Corazón, que ha amado tanto. "Ríos de agua viva" han manado de tantos corazones... y ¡manan todavía! De ello dan testimonio los Santos de todos los tiempos.
4.Te pedimos, Madre de Cristo, que seas nuestra Guía al Corazón de Tu Hijo. Te pedimos que nos acerques a Él y nos enseñes a vivir en intimidad con este Corazón, que es fuente de vida y de santidad.
ACUÉRDATE
Nuestra Señora del Sagrado Corazón
de las maravillas que Dios hizo en Tí.
Te escogió como Madre de Su Hijo
a quien seguiste hasta la Cruz.
Te glorificó con Él,
escuchando con agrado
tus plegarias por todos los hombres.
Llenos de confianza en el Amor del Señor
y en Tu intercesión,
venimos Contigo a las fuentes de Su Corazón,
de donde brotan para la vida del mundo
la esperanza y el perdón, la fidelidad y la salvación.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
Tú conoces nuestras necesidades:
habla al Señor por nosotros
y por todos los hombres.
Ayúdanos a vivir en Su Amor.
Para eso alcánzanos las gracias
que te pedimos y las que necesitamos.
Tu petición de Madre es poderosa:
que Dios responda a nuestra esperanza. Amén.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón
de las maravillas que Dios hizo en Tí.
Te escogió como Madre de Su Hijo
a quien seguiste hasta la Cruz.
Te glorificó con Él,
escuchando con agrado
tus plegarias por todos los hombres.
Llenos de confianza en el Amor del Señor
y en Tu intercesión,
venimos Contigo a las fuentes de Su Corazón,
de donde brotan para la vida del mundo
la esperanza y el perdón, la fidelidad y la salvación.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
Tú conoces nuestras necesidades:
habla al Señor por nosotros
y por todos los hombres.
Ayúdanos a vivir en Su Amor.
Para eso alcánzanos las gracias
que te pedimos y las que necesitamos.
Tu petición de Madre es poderosa:
que Dios responda a nuestra esperanza. Amén.
El P. Julio Chevalier MSC, Fundador de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús, ha regalado a la Iglesia un maravilloso nuevo título para la Virgen María, Madre de Dios: "Nuestra Señora del Sagrado Corazón", abogada de las causas difíciles y desesperadas. Este título expresa de manera espontánea la relación de María con el Corazón de Jesús. Es expresión de una espiritualidad mariana misionera, Millones de devotos, especialmente los miembros de la Archicofradía de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y de los Asociados MSC han experimentado su poderosa intercesión. El Papa Juan Pablo II siempre de nuevo invita que invoquemos a la Madre de Dios. Por eso sugerimos rezar al final de cada meditación el "Acuérdate..."
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