“¿Son jóvenes o jóvenes envejecidos? –pregunta el Papa en el vídeo–. Porque si son jóvenes envejecidos no van a poder hacer nada. Tienen que ser jóvenes `jóvenes´”.
El Santo Padre envió un vídeo-mensaje a los participantes en la Asamblea de jóvenes de la Conferencia Episcopal de las Antillas (AECYA), que se celebra en la archidiócesis de Saint-Pierre y Fort-de-France, en Martinica, del 10 al 23 de julio de 2018.
“Con toda la fuerza de la juventud para transformar”: Francisco llama así a los jóvenes que quieren transformar la familia del Caribe. “Lindo trabajito”, les confiesa. “Se ve que tienen garra y quieren luchar. Sigan adelante”.
Lo primero que tienen que hacer es ver si se “instalaron”, les aconseja el Pontífice. “No, si están instalados la cosa no va. Tienen que desinstalarse los que están instalados, y empezar a luchar”.
Transformar
“Ustedes quieren transformar, quieren llevar adelante y han hecho suyas las directivas de la Exhortación post-Sinodal sobre la familia para llevar adelante la familia, para transformar la familia del Caribe”, señala el Papa. En esta línea, el Santo Padre les anima a “saber describirla, saberla comprender para enfrentar el mañana”.
Para ello, les exhorta a leer el capítulo cuarto de la Exhortación: “ahí está el núcleo. Estúdienlo. Véanlo y van a tener las pautas de progresión. Pero hoy y mañana. Nos queda el ayer. No se puede mirar al mañana sin mirar al ayer. No se puede mirar el futuro sin reflexionar sobre el pasado”.
Raíces
Francisco indica a los jóvenes la importancia de las raíces: “Ustedes se preparan para transformar algo que les fue dado por sus mayores. Ustedes reciben historia de ayer, reciben tradiciones de ayer”.
“Ustedes tienen raíces –recuerda el Papa– y sobre esto quiero detenerme un minutito: no se puede hacer nada en el presente ni en el futuro si no estás arraigado en el pasado, en tu historia, en tu cultura, en tu familia; si no tenés las raíces bien metidas adentro. De la raíz te va a venir la fuerza para seguir adelante”.
El Papa explica que todos nosotros no fuimos fabricados en un laboratorio, “tenemos esa historia, esas raíces”. Y lo que hagamos, los frutos que demos, la belleza que podamos hacer en adelante, “vienen de esas raíces”.
Así, les exhortó a mirar hacia atrás también para tener raíces: “miren a sus abuelos, miren a sus viejos y hablen con ellos, y tomen eso y lo llevan adelante. Transformado, pero ahí van a tener las raíces, la fuerza para transformar la familia. Es una tensión transformante. No se puede transformar sin tensión”.
Amoris laetitia
“No se olviden de una cosa: El amor tiene fuerza propia”, motiva el Papa argentino a los jóvenes de las Antillas. “Ustedes están transformando algo que es para toda la eternidad. Esa fuerza propia que quedará para siempre”.
El Pontífice les anima a seguir el núcleo de Amoris laetitia para esta misión, el capítulo cuarto de la Exhortación. “Cómo vivir el amor. Cómo vivir el amor de la familia. Hablen entre ustedes sobre el capítulo cuarto. Ahí van a tener mucha fuerza para seguir adelante y hacer la transformación”, aclara. (ACI Rosa Die Alcolea)
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