Una alerta particular para un fenómeno que se registra especialmente entre las niñas. Si eres papá o mamá, es importante que conectes más que nunca con tus hijos
Sarah, una mamá que conozco, se preocupa por el uso constante del celular de su hija adolescente. “Parece muy distante, aunque estemos en la misma casa. Está siempre en su teléfono, en un mundo del que no soy parte. No se cómo conectarme con mi propia hija”.
¿Te resulta familiar? Conectar con un hijo adolescente siempre ha sido un desafío, pero no hay duda de que los smartphones y las redes sociales han añadido obstáculos. Y con las tasas de depresión subiendo en los adolescentes en los últimos 10 años, especialmente entre las niñas, la necesidad de que los papás conecten con sus hijos es más importante que nunca.
En sólo 10 años, la depresión en adolescentes ha aumentado significativamente y las tasas en las niñas han alcanzado números históricamente altos.
Al acompañar a los individuos del estudio durante un periodo de 12 meses, se ha visto que la depresión ha aumentado entre las niñas alrededor del 13 por ciento en 2005 a alrededor del 17 por ciento en 2014. El aumento fue mucho menor entre los niños, pasando de cerca del 4 por ciento en 2005 a alrededor del 6 por ciento en 2014.
Y eso excluyendo los factores de riesgo, como es el estatus económico y el abuso de drogas. El estudio de Johns Hopkins no identificó con éxito otros factores de riesgo que posiblemente podrían explicar este aumento acentuado de la depresión, pero otros autores sugirieron un potencial vínculo con la tecnología y el uso de las redes sociales, particularmente entre las niñas adolescentes.
Los adolescentes de hoy están más tecnológicamente conectados que nunca, pasando cada vez más tiempo comunicándose con amigos a través de los mensajes de texto, redes sociales y aplicaciones de mensajes instantáneos. ¿Y qué género mayor uso de redes sociales orientadas a lo visual, como Instagram o Snapchat? Las niñas.
“La tecnología y las redes sociales envían recordatorios constantes de cómo debes mirar, hablar y vestir”, dice la psicóloga de niños y adolescentes Marion Wallace, profesora asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alabama. “Hay un patrón no dicho, que no es realista y es poco saludable”.
Wallace dice que esos recordatorios constantes pueden llevar a sentimientos de inadecuación y desesperación en niñas adolescentes. “Ayudar a nuestras niñas a conceptualizar su valor en ámbitos externos a la atracción física es el primer paso en el desarrollo de una autoestimaestable y combate la depresión”.
En esta cultura hiperconectada y saturada de medios de comunicación, la distracción puede volverse una técnica de enfrentamiento fácil durante periodos de estrés. Aunque eso pueda ayudar a las niñas a sentirse mejores y menos tensas en el momento, en última instancia no aborda la causa del estrés y la depresión.
Pero no tires los dispositivos móviles de tu adolescente. Integrar estos pequeños pero poderosos consejos puede ser un gran paso para enseñar a tu hija cómo equilibrar tecnología y bienestar mental.
1 – Tener tiempo con la familia sin tecnología
Los papás deben modelar comportamientos saludables para saber cómo interactuar y comunicarse. Eso significa desconectar y conectar auténticamente cara a cara. Puede ser tan simple como una política de quedarse sin celular a la hora de la cena. Claro, puede parecer sencillo, pero en las actividades familiares se han infiltrado los dispositivos electrónicos.
Los niños aprenden a comunicarse, interactuar y expresar sus pensamientos y sentimientos observando a sus papás. Este aprendizaje no se detiene en los años de la adolescencia. Implementar un tiempo libre de tecnología también abre la puerta para que los adolescentes revelen pensamientos y sentimientos que no pueden ofrecer de otra forma. Lo que importa es establecer un límite y adherirse a él.
2 – Incentivar límites personales para el uso de la tecnología
Habla con tu hijo sobre la importancia de establecer sus propios límites en el uso de la tecnología. Incentívalo a monitorear su estado de ánimo y el nivel de estrés mientras esté usando la tecnología y para reconocer si necesita hacer una pausa.
Este tipo de monitoreo facilitará la consciencia de tu adolescente de potenciales influencias negativas de la tecnología. También da una oportunidad para la práctica de la prudencia, la autorregulación y la reflexión. Invítalo a poner un límite de tiempo razonable para el uso de tecnología a lo largo del día
3 – Enseña expectativas saludables para el uso de las redes sociales
No dejes que las redes sociales se vuelvan una parte excesivamente importante de la identidad del adolescente. La práctica de la comparación puede influir en cómo los adolescentes interpretan los mensajes de las redes, que son conocidos por influir en factores como la imagen corporal. Explica cómo las redes sociales muestran abrumadoramente una imagen distorsionada de una persona que no siempre está basada en la realidad.
Discutan sobre la importancia de la moderación al usar las redes sociales como una herramienta de comunicación, enfatizando los aspectos positivos y negativos de su uso.
Las redes sociales pueden ser una excelente manera para que el adolescente conecte con sus amigos, compartiendo experiencias, pensamientos y sentimientos. Pero las redes siempre deben usarse como una forma de complemento, no sustituto de las relaciones. Anima a tu hijo adolescente a seguir pasando tiempo de calidad con las personas, como sus amigos y a participar regularmente en actividades que promuevan el auto-crecimiento positivo, como un retiro espiritual.
4 – Enseña estrategias saludables de administración del estrés
Practicar técnicas de atención simples también puede ayudar a los adolescentes a enfrentar el estrés de las redes sociales, reconociendo la diferencia entre informaciones y cosas personales.
Animar al adolescente a ejercitar regularmente las técnicas de atención plena -como concentrarse en la experiencia física de la respiración, relajación muscular progresiva o participar en la oración- puede alejar la atención de pensamientos negativos y preocupaciones, aumentar la tolerancia ante sentimientos incómodos y ayudar al adolescente a enfocarse en el presente.
5 – Mira los cambios de comportamientos y busca ayuda
Si notas que tu hijo parece más irritado o triste de lo habitual, apartado, desinteresado en socializar, tiene cambios en los patrones del sueño o el apetito, o cualquier otro cambio de comportamiento importante, no dudes en hablar con él sobre ello.
Muestra directamente estas preocupaciones a tu adolescente, y habla con tu médico o profesional de salud mental. Existen grandes tratamientos para la depresión y la ayuda profesional puede prevenir la escalada de los síntomas.
Intenta estos consejos en casa y recuerda mantener abiertas las líneas de comunicación con el adolescente.
Nicole Zelli, aleteia
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