Evangelio según San Mateo 9,9-13.
Jesús, al pasar, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". El se levantó y lo siguió. |
Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos. |
Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?". |
Jesús, que había oído, respondió: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. |
Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores". |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Santa Faustina Kowalska (1905-1938) |
“Soy paciente y humilde de corazón”
Oh Dios único en la Santísima Trinidad, deseo amarte como hasta ahora ninguna alma humana Te ha amado; y aunque soy particularmente mísera y pequeñita, no obstante arrojé muy profundamente el ancla de mi confianza en el abismo de Tu misericordia, oh Dios y Creador mío. |
A pesar de mi gran miseria no tengo miedo de nada, sino que espero cantar eternamente el himno de la gloria. Que no dude alma ninguna mientras viva, aunque sea la mas miserable, cada una puede ser una gran santa, porque es grande el poder de la gracia de Dios. De nosotros depende solamente no oponernos a la actuación de Dios. (EED) |
Oración
Maestro Jesús,
no he sido yo quien te ha elegido a ti,
has sido tú quien me ha llamado por mi nombre,
para que comparta contigo
los avatares del camino
de Galilea a Jerusalén.
Tú, que me explicas en la soledad
el significado de las parábolas
del Reino de Dios,
ayúdame a creer, vivir y amar el Evangelio
permaneciendo unido a ti,
como el sarmiento al tronco de la vid.
Tú me llamas a ser tu discípulo,
para que donde tú estás, allí esté yo contigo,
y para enviarme a predicar la conversión a las gentes,
y curar en tu Nombre toda enfermedad y toda dolencia,
y expulsar demonios.
Anunciando la buena noticia a los pobres,
y a los afligidos el consuelo.
Maestro, dame fortaleza y sabiduría
para renunciar a todo por ti,
que yo me esfuerce por entrar por la puerta estrecha,
y que lleve contigo la cruz de cada día,
negándome a mi mismo para seguirte.
Jesús, tú prometiste no dejarme huérfano,
yo vivo en el tiempo en que nos ha sido arrebatado el esposo,
envía sobre mi tu Espíritu Santo
que él me haga recordar tus palabras de vida,
y me haga testigo de tu Pascua
en Jerusalén, en Samaría y hasta los
confines de la tierra
Jesús, querido amigo,
viviendo contigo,
compartiendo tu vida y tu misión
quiero llegar a conocerte,
así cuando me mires a los ojos y me preguntes
no lo que los demás dicen de ti,
sino lo que yo mismo creo en mi corazón
pueda decirte con Pedro:
"Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios bendito,
el Mesías que había de venir al mundo"
Amén.
no he sido yo quien te ha elegido a ti,
has sido tú quien me ha llamado por mi nombre,
para que comparta contigo
los avatares del camino
de Galilea a Jerusalén.
Tú, que me explicas en la soledad
el significado de las parábolas
del Reino de Dios,
ayúdame a creer, vivir y amar el Evangelio
permaneciendo unido a ti,
como el sarmiento al tronco de la vid.
Tú me llamas a ser tu discípulo,
para que donde tú estás, allí esté yo contigo,
y para enviarme a predicar la conversión a las gentes,
y curar en tu Nombre toda enfermedad y toda dolencia,
y expulsar demonios.
Anunciando la buena noticia a los pobres,
y a los afligidos el consuelo.
Maestro, dame fortaleza y sabiduría
para renunciar a todo por ti,
que yo me esfuerce por entrar por la puerta estrecha,
y que lleve contigo la cruz de cada día,
negándome a mi mismo para seguirte.
Jesús, tú prometiste no dejarme huérfano,
yo vivo en el tiempo en que nos ha sido arrebatado el esposo,
envía sobre mi tu Espíritu Santo
que él me haga recordar tus palabras de vida,
y me haga testigo de tu Pascua
en Jerusalén, en Samaría y hasta los
confines de la tierra
Jesús, querido amigo,
viviendo contigo,
compartiendo tu vida y tu misión
quiero llegar a conocerte,
así cuando me mires a los ojos y me preguntes
no lo que los demás dicen de ti,
sino lo que yo mismo creo en mi corazón
pueda decirte con Pedro:
"Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios bendito,
el Mesías que había de venir al mundo"
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario