"Si no veo en sus manos la señal de los clavos, no creeré": con estas palabras, el apóstol Santo Tomás mostró su incredulidad al ver por primera vez a Cristo resucitado. Lo cierto es que los millones de fieles a lo largo de los siglos han sido "bienaventurados" por "creer sin haber visto" en palabras de Jesús. Pero, ¿y si hoy pudiesen ver también con sus ojos además de con la fe?
Es la posibilidad que tendrán millones de personas de los cinco continentes desde este 14 de octubre gracias a The Mystery Man. Una exposición que, tras más de 15 años de trabajo, reúne en tan solo 600 metros una fusión total de ciencia, arqueología, arte e historia con el objetivo de desvelar los misterios ocultos tras el objeto más estudiado por el hombre: la Sábana Santa.
Pero Mystery Man no solo ofrece una amplia batería de datos y conclusiones científicas. De hecho, culmina con un resultado material, que se puede ver, y por pocos centímetros, casi tocar: una representación hiperrealista del cuerpo de Cristo -la mayor y más coherente realizada hasta la fecha- sin más adición que los datos ofrecidos por la ciencia y la propia Síndone.
A la presentación de la exposición acudieron las principales autoridades salmantinas. Entre ellas, Mons. José Luis Retana, obispo de Salamanca; el alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo; Francisco Moya, CEO de la organización promotora de la exposición ArtiSplendore y el deán de la Catedral D. Antonio Matilla.
"Vamos a ser protagonistas de lo que parece que será un éxito mundial. Si la representación hiperrealista es una muestra exacta del cuerpo de Jesús significa que nuestros ojos van a contemplar las exactas señales físicas de la Pasión del Señor, la concreción del amor de Dios", expresó Mons. Retana segundos antes de desvelar la pieza principal de la exposición.
La Síndone vista desde la historia, el arte, la arqueología y la ciencia
La exposición se desarrolla a través de seis salas que combinan las principales disciplinas de estudio de la Síndone -historia, arte y ciencia- con innovadoras propuestas tecnológicas tridimensionales y de holograma y videomapping que ofrecen toda una experiencia inmervisa al visitante.
Los dos primeros espacios muestran reproducciones de piezas arqueológicas relativas a la vida y muerte de Jesús en relación a la Sábana Santa. Desde 30 denarios compatibles con los que usó Judas al traicionar a Cristo, los flagrum romanos que se emplearon en la flagelación o el títulus crucis que plasma su condena a muerte. Especialmente llamativa es la muestra de ocho lanzas romanas, siendo una de ellas la correspondiente por forma y tamaño con la que se lanceó a Cristo entre la quinta y la sexta costilla.
A continuación, ciencia y arte se entrelazan para mostrar los trabajos de los fotógrafos Secondo Pía (1855-1941), Giuseppe Enrie (1986-1961), del cirujano de la Sorbona de París Pierre Barber e incluso científicos de la NASA, responsables de las primeras verificaciones e investigaciones científicas de la Síndone, descritas durante el recorrido. Salas en las que, además, se refutan los grandes mitos y falsas especulaciones sobre la falsificación de la Sábana Santa como el de su datación en los siglos XIII-XIV.
Otro de los platos fuertes del recorrido es la "sala forense" y la que muestra los antecedentes y evolución de la imagen de Jesús, que comienza a seguir un mismo patrón histórico en todo el mundo conforme se expande el conocimiento de la Sábana.
El resultado definitivo de "The Mystery Man" reproduce minuciosamente los datos desprendidos del estudio forense de la Sábana Santa, como son los 250 golpes sufridos por más de 150 latigazos.
Una exposición que refuta mitos y especulaciones: "Es Jesús"
La conclusión de Álvaro Blanco, comisario e ideólogo de la exposición, tras guiar a los asistentes por ambas salas es tajante:
"Si quisiéramos falsificar la Sábana, la única forma sería coger un hombre, coronarlo con espinas, flagelarlo, clavarle en la cruz y una lanzada una vez muerto, colocarlo en el suelo, ponerle una sábana y tendríamos el comportamiento de la sangre perfecto".
Y aún siguiendo este proceso, seguirían quedando dudas irresolubles, como la imposibilidad de retirar la sábana sin dejar manchas de sangre y que esta quede intacta.
"Cuando oigamos que se ha replicado la Sábana Santa es sencillamente mentira. Jamás lo ha conseguido nadie. De hacerlo, se habría logrado desvelar uno de los misterios más grandes de la humanidad, que es considerado el objeto más estudiado por el hombre", expresó Blanco durante la presentación.
Un penúltimo espacio dedicado a los antecedentes de la imagen de Jesús y su evolución a lo largo de la historia mostrará a los visitantes interesantes pruebas de por qué la Sábana Santa "es el original pictórico de Jesús, la imagen por la que todos le conocemos"; y cómo la itinerancia de la misma fue alterando por donde pasaba la forma de representar a Cristo, según explica el comisario.
Álvaro Blanco, comisario e impulsor "The Mystery Man", en la sala forense de la exposición, donde se encuentran abundantes pruebas científicas sobre la veracidad de la Sábana Santa (foto: José María Carrera).
La representación más real de Cristo hasta la fecha
Es precisamente la amplia contextualización científica y arqueológica la que culmina en la sexta sala, El Cordero de Dios, donde la representación hiperrealista del Cristo de la Sábana Santa se presenta como una auténtica obra de arte no buscada por el autor y a la vez como uno de los mayores estudios tangibles de la Síndone.
Pero, ¿cómo se fraguó la representación de este Cristo hiperrealista?
El máximo responsable de The Mystery Man cuenta que hace más de 15 años comenzó un denodado estudio de la Sábana Santa con el objetivo inicial de desentrañar sus misterios en base a la historia y la ciencia, motivado por la exposición que orquestó Benedicto XVI de la Síndone en Turín en 2010.
Sin embargo, con el paso de los años, la fascinación eliminó las limitaciones de cada disciplina en el estudio del autor.
"Quise desprenderme de los datos científicos y preguntarme por qué era la Sábana Santa, una obra artística en la que tenemos a su creador, Jesús de Nazaret", explicó.
Pero incluso el arte acabó siendo un resultado no buscado por Blanco, siendo otro de sus grandes retos "representarlo sin que se viese afectada por los movimientos artísticos", haciendo el cuerpo "en calidad humana hiperrealista y lo más posible".
Una vez concluido, destaca "la trascendencia y la emoción que desprende" la pieza: "Podría ser cualquier persona si no fuese por ese rostro. Está en la indiosincrasia del mundo y es inevitable que cada vez que lo veo se presente de una forma diferente", valora Blanco.
La representación de Cristo que ofrece "The Mystery Man" es la más verosímil realizada hasta la fecha, tras 15 años de estudio pormenorizado de los datos desprendidos de la Sábana Santa.
La Sábana Santa ¿podría marcar el mundo de nuevo?
Finalmente, todo confluyó en una única misión, "desvelar el misterio", y surgió The Mystery Man, representando "el reflejo de Su obra como nunca se ha hecho".
"Es increíble pensar que me acerqué buscando una explicación científica, me convertí en una persona atrapada en ese misterio de qué había detrás y llegó un momento en que entendí que las cosas más maravillosas de este mundo no tienen explicación. Empecé siendo un historiador más y acabé dándome cuenta de que estaba ante la imagen de Jesús".
Preguntado por la capacidad evangelizadora de la imagen, el mismo Blanco afirmó ser "el primer evangelizado" por ella.
"Mucha gente va a sentir lo que yo he sentido. Una reconexión con algo que muchos creemos. La historia de Jesús de Nazaret. No tengo ninguna duda y podría rebatir a cualquier experto: la imagen de la Sábana Santa es Jesús de Nazaret. Vais a tener la ocasión de sentir que estáis ante el reflejo de Su obra sin ninguna interpretación", concluyó.
La muestra y obra de The Mystery Man comienza hoy su andadura por el mundo y estará presente en Salamanca desde este 14 de septiembre hasta el mes de diciembre. Podrá visitarse en la catedral salmantina de lunes a sábado entre las 10:00 y las 20:00 horas y los domingos de 10:00 a 18:00 horas, comenzando el último acceso 45 minutos antes de cada cierre.
José María Carrera, ReL
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