Evangelio según San Lucas 12,13-21.
En aquel tiempo: |
Uno de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia". |
Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?". |
Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas". |
Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, |
y se preguntaba a sí mismo: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha'. |
Después pensó: 'Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, |
y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida'. |
Pero Dios le dijo: 'Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?'. |
Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios". |
Isaac el Sirio (siglo VII) |
“Esta misma noche te pedirán cuenta de tu vida”
Señor, hazme digno de menospreciar mi vida para obtener la vida que está en ti. En este mundo, la vida se parece a los que se sirven de unas letras para escribir alguna carta. Cuando se quiere, se añade, se quita o se cambia de palabra. Pero la vida del mundo futuro se parece a lo que hay escrito en los libros sellados con el sello real sin la menor falta, donde nada hay que añadir y donde nada falta. Mientras estamos en este mundo cambiante, estemos atentos a nosotros mismos. Mientras tengamos poder sobre el manuscrito de nuestra vida, sobre lo que hemos escrito con nuestras propias manos, esforcémonos para añadir lo que hacemos bien y borremos los defectos de nuestra primitiva conducta. Mientras estamos en este mundo Dios no pone su sello ni sobre el bien ni sobre mal. No lo hace hasta el momento de nuestro éxodo, cuando se termina nuestra obra, en el momento de nuestra partida. |
Tal como lo ha dicho san Efrén, es preciso considerar que nuestra alma se parece a una nave a punto de viajar, pero que no sabe cuando vendrá el viento, y también se parece a un ejército, que no sabe cuando va a sonar la trompeta que anuncia el combate. Si dice esto de una nave o de un ejército que esperan un determinado momento que puede no llegar nunca, ¿cuánto más conveniente es que nos preparemos para la llegada repentina de este día, en que será echado el puente y se abra la puerta del mundo nuevo? Que Cristo, mediador de nuestra vida, nos conceda estar a punto. (EDD) |
Oración
Señor Dios, hoy vengo ante ti para hacerte saber el dolor que he estado padeciendo algunas veces. Me siento extremadamente amargado cuando veo que otras personas tienen más éxito que yo, envidio cuando otros se ríen. Y sé claramente que esto va en contra de tu palabra en el libro de Romanos 12:15 de que debemos regocijarnos con los que se regocijan. Los celos en mi corazón arden tanto que de repente desarrollé odio hacia cualquiera que tenga éxito. Padre, oro para que me ayudes a quitar el corazón de los celos y la envidia en el nombre de Jesús.
Señor Jesús, predicaste que deberíamos amarnos los unos a los otros como nuestro padre celestial nos ha amado. Entendiste que el amor es la cura para todas las enfermedades del mundo. Padre, te pido que en lugar de envidia y celos, crees un corazón amoroso dentro de mí en el nombre de Jesús.
Padre celestial, se ha escrito que todos los árboles que mi padre no plantó serán arrancados de raíz. Señor Dios, sé que nunca me plantaste celos y envidia, el enemigo sí. Te doy acceso completo a mi vida y ser, para que destruyas las obras del demonio en mi vida en el nombre de Jesús.
Padre Lord, oro para que me des un corazón de gratitud que me haga disfrutar de mi satisfacción. Señor Jesús, te pido que me des la gracia de estar satisfecho con las cosas buenas que has hecho por mí, y espero las cosas más grandes que aún harás. Señor, te pido perdón por mis celos y envidia porque parece que no has hecho nada bueno por mí. Señor, busco tu perdón, Señor me perdona, por la sangre preciosa que derramaste en la cruz del Calvario lava mi pecado en el nombre de Jesús.
Señor Jesús, oro para que me des la gracia de encontrar expresión a través de ti en el nombre de Jesús. Sé que tengo los mejores regalos de ti, sé que tengo la mejor de todas las bendiciones de ti, Señor Jesús. Dame la gracia de no desear ser otra persona, sé que soy la mejor versión de mí mismo, concédeme la gracia de estar siempre orgulloso de esto en el nombre de Jesús.
(everydayprayerguide.com)
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