¿Cómo, en el seno de una vida agitada, hacer existir a tu pareja? ¿Cómo mantenerse conectados entre sí? ¿Cómo evitar vivir en paralelo cuando la actividad profesional nos envuelve? Nuestros consejos para mantener el vínculo y nutrir tu matrimonio, basados en la experiencia de tres parejas.
Al casarse la pareja, se produce la fusión. Entonces el trabajo se coloca en el corazón de la vida cotidiana y ocupa cada vez más espacio. Un espacio que hasta que los esposos se dan cuenta de que viven como «compañeros de cuarto».
Entonces, Sophie y Jean, casados durante 8 años, se dieron cuenta de que tenían que volver a conectarse regularmente para evitar que sus vidas se pareciesen a las vías paralelas del tren.
Sandra y Thomas están casados desde hace 15 años. Recuerdan el brutal despertar de su pareja, tras años de arduo trabajo y cuidado de sus hijos: «Ya no estábamos acostumbrados a estar juntos, ¡así que tuvimos que esforzarnos para encontrarnos y re-conversar juntos!»
En cuanto a Charles y Anne, que acaban de celebrar sus bodas de plata, la distancia geográfica profesional, que los distanciaba, casi vence a su pareja. «Poco a poco nos dimos cuenta de que con nuestra carga de trabajo, con separaciones casi todas las semanas, ya no sabíamos lo que hacía el otro», explica Anne. «Luego dimos grandes pasos para que continuara creciendo nuestro amor y nuestro vínculo matrimonial contra viento y marea.
Así que aquí están sus pequeños trucos para experimentar el amor verdadero.
1BUENOS DÍAS, BUENAS NOCHES.
Todo comienza ahí: ¡tómense el tiempo para saludar por la mañana!. «Suena tonto pero no nos despertamos a la misma hora, así que rápidamente nos cruzamos sin prestarnos atención», sonríen Sandra y Thomas.
Agregan: «Aprovechamos para darnos un beso o tener un gesto tierno el uno para el otro”.
Anne agrega: «Si estoy de viaje, trato de no pasar dos o tres días sin estar en contacto con Charles. Así que todos los días nos enviamos mensajes de texto para desearnos un buen día o una buena noche».
2HABLAR CON «EL OTRO YO».
Para evitar este distanciamiento insidioso, Sophie y Jean se hablan «al otro yo» al menos una vez al día.
«Después de un retiro en pareja, decidimos compartir un acontecimiento de nuestro día, con la emoción asociada», recuerdan. Alegría, orgullo, ira, nerviosismo, tristeza… Es compartiendo las pequeñas realidades de sus vidas como se construye su unidad como pareja.
3HACED UNA ACTIVIDAD PARA DOS.
¡Correr, cantar, bailar y hasta trabajar juntos es uno de los secretos de la vida en pareja! Sophie y Jean -los mismos- dicen: «Éramos de un coro al principio de nuestro matrimonio, y ahora llevamos cursos de preparación para la confirmación. ¡Nos une!».
Más prosaicamente, Sandra y Thomas dan testimonio de los momentos muy sencillos de la vida cotidiana que viven juntos y que construyen su unidad, día tras día: «Corremos, hacemos la compra, vamos a elegir un regalo… ¡juntos!».
4INVITA A DIOS A TU DÍA.
Si «el diablo se esconde en los detalles», es también a través de pequeñas y muy simples acciones que el Buen Dios se invita a sí mismo a la vida cotidiana de los amantes-esposos.
«Somos pobres y hemos terminado renunciando a objetivos de oración que son imposibles de cumplir», dicen Sophie y Jean, quienes se envían mensajes de texto todos los días con una frase de la Palabra de Dios para el día que les ayude.
«También rezamos juntos un Padrenuestro antes de irnos al trabajo, y terminamos el día con una Salve… A menudo en nuestra cama», se ríen.
5ENCONTRARSE «ENAMORADO».
Para mantener la llama y permitir los reencuentros, la cena romántica es muy aclamada por padres e hijos.
«Les encanta poner un lugar bonito, una bonita vela… ¡Y listo, a la cama a las 8 p.m.!» dicen Sophie y Jean. Con «la caja de comunicación de la pareja» y sus divertidas preguntas, la velada permite encontrar el camino de la comunicación y la risa.
Registrarse para un ciclo de «Matrimonios Alfa» también es bienvenido y quizás sea más fácil de mantener ya que está anotado en la agenda. Finalmente, a pesar del cansancio, la unión física de los esposos vigoriza, renueva la energía y teje la comunión entre los cónyuges.
6OBLIGARSE A SENTARSE.
«Una vez al mes, los domingos por la noche, nos sentamos juntos y tomamos nuestros diarios para hacer nuestra revisión del diario matrimonial. Hablamos entre nosotros sobre nuestras semanas, nuestras citas, nuestros viajes», explica Anne.
Así es como la pareja se planteó la cuestión del tiempo dedicado a «ser pareja». Resultado: ahora ambos anotan tiempos en su diario para nutrir el Sí de su sacramento del matrimonio.
El famoso DSA –Duty to Sit (en español, deber de sentarse)- de los equipos de Notre-Dame sigue siendo más actual que nunca.
7REGÁLATE UNA ESCAPADA PARA DOS.
Sophie y Jean son claros: «A pesar del trabajo y los niños, nuestra pareja sigue viva hoy, gracias a un fin de semana romántico anual». Sí, pero ¿cómo hacerlo? Decídelo, y atrévete a pedir ayuda a tus allegados que cuiden de tus hijos.
«Para nuestro último pequeño viaje de dos días para dos, pasamos el sábado por la mañana dejando a los niños y el domingo por la tarde recogiéndolos», se ríe Sophie. «¡Pero qué bendición para nuestra pareja!».
8ORAR EN PAREJA.
Sandra y Thomas participan todos los miércoles en un grupo de oración: «Nos acerca aún más y complementa el deporte: ¡un espíritu santo en un cuerpo sano!». Charles y Anne acabaron bloqueando en su agenda un tiempo de adoración/oración en un día fijo, y si uno no está, el otro reza como si estuviera. «Porque no se trata de pasar una semana sin volver a poner a nuestra pareja bajo la mirada de Dios para recibir nuestro amor de Aquel que es Amor», sonríe Ana.
Marie Lucas, Aleteia
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