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jueves, 9 de noviembre de 2023

Evangelio del día


 

Libro de Ezequiel 47,1-2.8-9.12.

Un ángel me llevó a la entrada de la Casa, y vi que salía agua por debajo del umbral de la Casa, en dirección al oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia el oriente. El agua descendía por debajo del costado derecho de la Casa, al sur del Altar.
Luego me sacó por el camino de la puerta septentrional, y me hizo dar la vuelta por un camino exterior, hasta la puerta exterior que miraba hacia el oriente. Allí vi que el agua fluía por el costado derecho.
Entonces me dijo: "Estas aguas fluyen hacia el sector oriental, bajan hasta la estepa y van a desembocar en el Mar. Se las hace salir hasta el Mar, para que sus aguas sean saneadas.
Hasta donde llegue el torrente, tendrán vida todos los seres vivientes que se mueven por el suelo y habrá peces en abundancia. Porque cuando esta agua llegue hasta el Mar, sus aguas quedarán saneadas, y habrá vida en todas parte adonde llegue el torrente.
Al borde del torrente, sobre sus dos orillas, crecerán árboles frutales de todas las especies. No se marchitarán sus hojas ni se agotarán sus frutos, y todos los meses producirán nuevos frutos, porque el agua sale del Santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de remedio".


Salmo 46(45),2-3.5-6.8-9.

El Señor es nuestro refugio y fortaleza,
una ayuda siempre pronta en los peligros.
Por eso no tememos,
aunque la tierra se conmueva

y las montañas se desplomen
hasta el fondo del mar.
Los canales del Río alegran la Ciudad de Dios,
la más santa Morada del Altísimo.

El Señor está en medio de ella: nunca vacilará;
él la socorrerá al despuntar la aurora.
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro baluarte es el Dios de Jacob.

Vengan a contemplar las obras del Señor,
Él hace cosas admirables en la tierra.


Evangelio según San Juan 2,13-22.

Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén
y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas.
Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas
y dijo a los vendedores de palomas: "Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio".
Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá.
Entonces los judíos le preguntaron: "¿Qué signo nos das para obrar así?".
Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar".
Los judíos le dijeron: "Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?".
Pero él se refería al templo de su cuerpo.
Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Bulle

San Carlos de Foucauld (1858-1916)
ermitaño y misionero en el Sahara
Retiro en Nazaret (Écrits spirituels de Charles de Foucauld, ermite au Sahara, apôtre des touaregs, Gigord, 1964), trad. sc©evangelizo.org


Jesús, alma de la Iglesia, su esposa

Mi Señor Jesús, está usted con nosotros “hasta el fin del mundo” (Mt 18,20), no sólo en la santa Eucaristía, sino también por Su gracia… Su gracia está en la Iglesia, está y vive en toda alma fiel… La Iglesia es Su Esposa, el alma fiel es también Su Esposa… ¿Cuál es la acción de su gracia sobre ellas? Conformarlas a Usted…
Su gracia actúa sin cesar en la Iglesia para rendirla más perfecta. Más perfecta por el número creciente de sus santos, nuevos santos agregándose a los anteriores. Esta corona de santos se completa cada día con nuevos diamantes (…). Más perfecta por las nuevas cruces con las que carga cada día y por las victorias que reporta sobre el príncipe de este mundo. Más perfecta por las persecuciones que soporta de siglo en siglo y que la hacen cada vez más semejante a su Esposo por los sufrimientos que soporta. Más perfecta por el peso de los méritos de sus miembros que se agregan a los méritos previos. Es una suma de santidad que crece sin cesar, una suma de antigua glorificación que está siempre viva delante del Señor (…). Más perfecta porque la gracia de hoy se agrega a la gracia de ayer, no puede dejar de llevar esta Esposa más cerca de su Esposo, de elevación en elevación.
Jesús es el alma de la Iglesia, le da todo lo que el alma da al cuerpo: la vida, la vida inmortal, haciéndola inquebrantable (…) Actúa por sí misma y continúa por su medio la obra que ella ha comenzado en Su cuerpo mientras vivía entre los hombres: la glorificación de Dios por la santificación de los hombres… Esta obra es la finalidad de la Iglesia, como ella fue la finalidad de Cristo. Jesús la cumple en ella, sin cesar, a través los siglos. (EDD)

Oración

Padre amoroso,
En tu amor nos llenas de gracia
a cada uno por igual
en medio de tu Iglesia.
Ensénanos a amar más profundamente a nuestro prójimo,

para que así podamos construir
comunidades de justicia y paz.
Inspíranos a emplear nuestra creatividad
en desarrollar las estructuras que sean necesarias
para vencer los obstáculos
del la intolerancia y la indiferencia.
Que Jesús nos de el ejemplo necesario
y envíe el Espíritu para calentar nuestros corazones
para la jornada en medio de tu Iglesia.
Amén

(cf. USCCB)


















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