"Agradecemos cualquier oración por el pequeño Bobby, y si estás pasando por un momento difícil, no pierdas la esperanza".
En la descripción de su publicación, el Padre David Michael Moses escribió:
"Comparto muchas cosas divertidas en las redes sociales, pero a veces la vida real también golpea. Mi hermano menor acaba de tener a su primer bebé, Bobby. Debido a complicaciones de salud inesperadas, lo llevaron de inmediato a la UCI neonatal.
Durante los primeros días, fue el bebé con mayor riesgo en el hospital, así que cuando fui a visitarlo, decidimos bautizarlo de inmediato. Con tanta incertidumbre sobre su pequeño cuerpo, nos reconfortaba saber que había certeza sobre su alma. Fue adoptado en la familia de Dios: un verdadero momento de alegría en medio de un valle oscuro.
Sus padres han sido héroes en todo este proceso, y los médicos dicen que el progreso de Bobby ha sido ‘notable’. Hay esperanza de que pronto pueda ir a casa. Dios es bueno.
Agradecemos cualquier oración por el pequeño Bobby, y si estás pasando por un momento difícil, no pierdas la esperanza. Tenemos un Padre en el Cielo que obra todo para bien."
Esta historia es un hermoso testimonio del poder de la esperanza y la confianza en Dios en tiempos difíciles. Nos recuerda que, en momentos de incertidumbre, la presencia de Dios y la familia pueden brindar consuelo y paz.
Al reflexionar sobre esta historia, recordamos la profunda importancia del bautismo de los niños y el papel de los padres en la formación espiritual de sus hijos.
El bautismo es un sacramento de iniciación que permite entrar al Cuerpo de la Iglesia Católica como hijos de Dios. A través de la forma ("Yo te bautizo en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo") y la materia (el agua), el niño entra en esta alianza con Dios.
El bautismo es un sacramento necesario y eficaz, fundamental para la salvación. No es un simple acto simbólico, sino una declaración vital de fe a través de los padres hacia su hijo y una maravillosa aceptación de la gracia de Dios.
El bautismo infantil es necesario, ya que este sacramento es esencial para la salvación y la purificación del Pecado Original. Los padres tienen la responsabilidad de profesar la fe en nombre de su hijo y de aceptar este don de perdón e incorporación a la Iglesia.
Como principales educadores y protectores de sus hijos, es prudente que los padres reconozcan la gran importancia de este sacramento y permitan que sus hijos reciban todas las gracias necesarias para su crecimiento espiritual.
La historia del Padre David Michael Moses es un testimonio profundo y conmovedor sobre la importancia del bautismo infantil y la confianza en Dios para renovar todas las cosas.
Seguimos orando por el pequeño Bobby y animamos a todos a encontrar fortaleza en Dios y en la familia mientras enfrentan los desafíos de la vida.
Bridget August, ChurchPOP
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