¿Por
qué descansó Dios en el séptimo día?
El
descanso de Dios apunta a la
Por mucho que el hombre trabajador sea el socio menor de su Creador (Gén 2,15), tanto menos puede él salvar la tierra mediante su esfuerzo. La meta de la Creación es «un nuevo cielo y una nueva tierra» (Is 65,17) mediante una redención que nos es concedida. Por eso el descanso dominical, que es un anticipo del descanso celestial, está por encima del trabajo que nos prepara para ello.
48. .¿Para qué ha creado Dios el mundo?
49
¿Dirige Dios el mundo
y también
mi vida?
Sí, pero de un modo misterioso; Dios conduce todo por caminos que sólo él conoce, hacia su consumación. En ningún momento deja de su mano
aquello
que ha creado. [302 -305]
Dios influye tanto en los grandes acontecimientos de la historia como en los pequeños acontecimientos de nuestra vida personal, sin que por ello quede recortada nuestra libertad y seamos únicamente marionetas de sus planes eternos. En Dios «vivimos, nos movemos y existimos» (Hch 17 ,28). Dios está en todo lo que nos sale al encuentro en las vicisitudes de la vida, también en los acontecimientos dolorosos y en las casualidades aparentemente sin sentido. Dios también quiere escribir derecho por medio de los renglones torcidos de nuestra vida. Todo lo que nos quita y lo que nos regala, aquello en lo que nos fortalece yen lo que nos prueba: todo esto son designios, y señales de su voluntad.
50 ¿Qué papel juega el hombre en la providencia divina?
La consumación de la Creación a través de la providencia
divina no sucede sin nuestra intervención. Dios nos invita a colaborar en la perfección de la Creación. [307-308]
El hombre puede rechazar la voluntad de Dios. Pero es
mejor convertirse en un instrumento del amor divino. La Madre Teresa se esforzó
toda su vida por pensar así: «Soy únicamente un pequeño lápiz en la mano de
nuestro Señor. Él puede cortar o afilar el lápiz. Él puede escribir o dibujar
lo que quiera y donde quiera. Si lo escrito o un dibujo es bueno, no valoramos
el lápiz o el material empleado, sino a aquel que lo ha empleado». Si Dios
actúa también con nosotros y a través nuestro, no debemos confundir nunca
nuestros propios pensamientos, planes y actos con la acción de Dios. Dios no
necesita nuestro trabajo como si a Dios le faltara algo sin él.
* El texto (pregunta y respuesta) proviene del Youcat = Catecismo para Jóvenes.
Los números que aparecen después de la respuesta hacen referencia al pasaje
correspondiente del Catecismo de la Iglesia Católica que desarrolla el tema aún
más. Basta un clic en el número y será transferido.
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