«Explotar a una mujer es destruir la armonía que Dios ha querido dar al mundo», señaló el Papa Francisco, en su homilía en la Misa de este 9 de febrero en Casa Santa Martha. Con la Palabra de Dios, del jueves de la V semana del Tiempo Ordinario, el Papa prosiguió sus reflexiones sobre la Creación y las lecturas del Libro del Génesis. El Santo Padre hizo hincapié en la riqueza de la armonía que la mujer aporta a la Creación.
El Señor había plasmado todos los animales, pero el hombre no encontraba en ellos una compañía adecuada, "estaba solo". Entonces Dios le sacó una costilla y formó a la mujer, que el hombre reconoció como carne de su carne."Pero, antes de verla, la había soñado", para "comprender a una mujer, antes hay que soñarla", dijo el Santo Padre e hizo hincapié en la riqueza de la armonía que la mujer aporta a la Creación:
"Cuando falta la mujer, falta la armonía. Solemos decir, hablando, ‘ésta es una sociedad con una marcada actitud masculina ¿no? Falta la mujer. ‘Sí, sí: la mujer está para lavar los platos, para hacer…’ No, no, no: la mujer está para traer armonía. Sin la mujer no hay armonía. No son iguales, no son uno superior al otro: no. Sólo que el hombre no trae armonía: es ella. Es ella la que trae esa armonía que nos enseña a acariciar, a amar con ternura y que hace del mundo una cosa bella".
Con la armonía, la mujer trae la capacidad de enamorarse, dijo también el Papa, contando que en una audiencia, mientras saludaba a la gente, le preguntó a una pareja que celebraba 60 años de matrimonio, quién de los dos había tenido más paciencia:
"Y ellos me miraban, se miraban a los ojos, nunca olvidaré esos ojos. Luego volvieron y me dijeron, los dos juntos: ‘estamos enamorados’. Después de 60 años, esto significa una sola carne. Y esto es lo que trae la mujer: la capacidad de enamorarse. La armonía al mundo. Tantas veces, oímos: ‘No, es necesario que en esta sociedad, en esta institución, que aquí haya una mujer para que haga esto, haga estas cosas…’ No, no, no, no: la funcionalidad no es el objetivo de la mujer. Es verdad que la mujer tiene que hacer cosas, y hace – como todos hacemos – cosas. El objetivo de la mujer es brindar la armonía y sin la mujer no hay armonía en el mundo. Explotar a las personas es un crimen de lesa humanidad, es verdad. Pero explotar a una mujer es más: es destruir la armonía que Dios ha querido dar al mundo. Es destruir".
Con el Evangelio de Marcos (7,24-30), que habla de la mujer fenicia de Siria, y de su valentía como madre, pidiendo al Señor por su hija, el Papa dijo que le gusta pensar que Dios creó a la mujer para que todos tuviéramos una madre: "Éste es el gran don de Dios: nos ha dado a la mujer. Y, en el Evangelio, escuchamos de qué es capaz una mujer ¿eh?: es valiente, esa ¿eh? Ha ido adelante con valentía. Pero es más, es más: la mujer es la armonía, es la poesía, es la belleza. Sin ella el mundo no sería tan bello, no sería armonioso. Y me gusta pensar – pero es algo personal – que Dios ha creado a la mujer para que todos nosotros tuviéramos una madre".
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