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Mt 25, 1-13 | | Las vírgenes sabias y tontas |
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Las diez vírgenes, pintadas por Jorge Cocco Santãngelo (nacido en 1936), pintadas en 2012, Óleo sobre lienzo © Jorge Cocco Santãngelo artist |
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: ‘¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!’ Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando’. Las previsoras les contestaron: ‘No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo’. Mientras aquéllas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: ‘Señor, señor, ábrenos’. Pero él les respondió: ‘Yo les aseguro que no las conozco’. Estén pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora’’.
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Comentario
Las virtudes prudentes y las virtudes necias
Nos han bien explicado que todo lo que tenemos que hacer en la tierra es amar a Dios. |
Para que no estemos indecisos, sin saber cómo hacer, Jesús nos dice que la única forma, única receta y camino, es amarnos unos a otros. |
Esta caridad también es teologal, porque nos une inseparablemente a Él, es la única puerta, única entrada al amor de Dios. Las virtudes son los caminos que llegan a esta puerta. |
Todas son hechas para conducirnos hasta allí más alegres y seguros. |
Una virtud que no llega ahí, es una virtud que se hizo necia. (…) |
Quizás pueda contentarnos |
llegar a una humildad sensacional, |
o a una pobreza imbatible, |
o a una obediencia imperturbable, |
o a una pureza a toda prueba. |
Eso podrá contentarnos. |
Pero si esta humildad, pobreza, pureza, obediencia, |
no nos hacen encontrar la bondad, |
si la gente de nuestra casa, calle, ciudad, |
tiene siempre hambre o frío, |
si están siempre tristes, sombríos o solos, |
quizás seremos héroes. |
Pero no seremos de los que aman a Dios. |
Las virtudes son como las vírgenes prudentes. |
Con su lámpara en mano, |
permanecen acurrucadas junto a la única puerta, |
puerta de la dilección, |
de la solicitud fraterna, |
única puerta que se abre a las bodas |
de Dios con sus amigo (EDD) |
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