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sábado, 2 de septiembre de 2023

Septiembre: 30 excelentes oportunidades para leer la Biblia

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Es posible que no sepamos muy bien cómo se maneja la Biblia, por eso Aleteia te presenta un buen método para facilitarte esta agradable tarea

Septiembre es el mes de la Biblia porque el día 30 de ese mes se celebra la fiesta de san Jerónimo, el gran traductor de la Biblia al latín, el texto conocido como la Vulgata.

Algunos católicos aprovechan estos días para leer más la Biblia -de manera personal o en comunidad- o para participar en talleres bíblicos, e incluso hacer un retiro de estudio de la Sagrada Escritura.

La Biblia es un conjunto de libros escritos por diferentes personas en diferentes épocas. En él encontramos las verdades de la fe y es en sus páginas que sobre el amor de Dios y cómo practicar estas enseñanzas en nuestras vidas.

Un método muy conocido y que puede dar mucho fruto se encuentra en el libro de Monseñor Jonas Abib, La Biblia en mi día a día.

Leer y conocer la Palabra de Dios

La obra es como un mapa que nos guía en la lectura y conocimiento de la Palabra de Dios. En resumen, el autor nos orienta de la siguiente manera:

  • Lee la Biblia todos los días – y eso significa que para aprender las cosas de Dios no hay fin de semana ni feriado. La Biblia debe ser leída diariamente.
  • Ten un horario fijo – sabemos que a veces nuestra rutina cambia, pero en general, trata de mantener un tiempo fijo para esta lectura.
  • Marca el tiempo – determina la duración de tu estudio y cumple tu propósito. Sé realista y serio sobre el compromiso. Si eliges 10 minutos, apégate a ellos.
  • Elige un lugar – da preferencia a un lugar tranquilo, donde puedas concentrarte y dedicarte al estudio de la Palabra de Dios.
  • Usa lápiz, bolígrafo, resaltador – marca los pasajes que más te llamen la atención.
  • Crea un ambiente de oración – es un tiempo de escucha de lo que Dios nos tiene que decir, es un verdadero encuentro con el autor de la vida.

Diario espiritual

Y para una mejor comprensión, Jonas Abib nos enseña a llevar un diario espiritual. Si es posible, utiliza un cuaderno (una hoja para cada día) y anota lo siguiente:

  • 1.- Las promesas de Dios – esto es lo que Dios cumplirá para aquellos que son fieles a Su Palabra (ej: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” – Mt 18, 20).
  • 2.- Mandatos de Dios – son los mensajes que nos indican por dónde debemos ir (ej: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” – Mt 16, 15).
  • 3.- Principio Eterno – son los principios que muestran cómo funciona el Reino de Dios (ej: “El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” – Lc 18, 14).
  • 4.- Mensaje de Dios para mí hoy – después de leer, escribe lo que Dios quiere decirte con ese pasaje.
  • 5.- ¿Cómo puedo aplicar esto en mi vida? Después de meditar en el texto, es hora de comprender cómo puedes practicar la Palabra de Dios, cómo te inspirará a actuar a diario.

Una guía para leer la Biblia

Y para hacer la lectura, comenzando por el Nuevo Testamento, monseñor Jonas Abib indica el siguiente guión:

1 – Primera Carta de San Juan (dos veces)

2 – Evangelio de San Juan

3 – Evangelio de San Marcos

4 – Cartas Menores de San Pablo: Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, Primera y Segunda Tesalonicenses, Primera y Segunda Timoteo, Tito y Filemón

5 – Evangelio de San Lucas

6 – Hechos de los Apóstoles

7 – Carta a los Romanos

8 – Evangelio de San Mateo

9 – Primera y Segunda Carta a los Corintios

10 – Carta a los Hebreos

11 – Carta de Santiago

12 – Primera y Segunda Carta de San Pedro

13 – Segunda y Tercera Carta de San Juan

14 – Carta de San Judas

15 – Apocalipsis

16 – Primera Carta de San Juan (3ª vez)

17 – Evangelio de San Juan (2ª vez)

Estudiar la Sagrada Escritura es escuchar lo que Dios tiene que decirnos. Es la Palabra Viva la que nos enseña y nos muestra la salvación.

Entonces, con fe y esperanza, comienza a leer y persevera. Estoy seguro de que encontrarás un verdadero tesoro que transformará tu vida.

Mário Scandiuzzi, Aleteia 


14 consejos útiles para aprender a leer la Biblia

BIBLE
No busques en ella un libro devocional o un manual de normas morales. Es algo mucho más grande

Las estadísticas dicen que a pesar de que la mayoría de los católicos posee una Biblia, ni siquiera el 5 % la lee. Son las reflexiones de un sacerdote italiano, Federico Tartaglia. La mayor parte la encuentra aburrida, o tenía una idea equivocada de lo que iba a encontrar.

Y sin embargo, la Biblia es un libro apasionante: 73 libros escritos en un arco de dos mil años, en el que se narra la aventura más apasionante de la humanidad: la búsqueda de Dios por parte del hombre, y cómo Él se le revela progresivamente.

Por eso, leer la Biblia no es leer una historia cualquiera, ni un libro de recetas morales. Es mucho más: es la historia de la búsqueda de cada uno de nosotros. Pero, ¿cómo leerla?

Ruta para navegantes

1.La Biblia no hay que leerla, sino escucharla. Es necesario lo primero fiarse del texto, de quienes lo escribieron y del Espíritu que les rodea. No se trata de un libro antiguo, sino de un texto vivo que habla.

2. No hay que leerla para buscar un mensaje moral. No se trata de un libro que quiere ofrecernos reglas morales, para esto bastan los Diez mandamientos. En el centro de este libro está el hombre en busca de Dios y éste que sale a su encuentro. Cada página intenta entender y desvelar el misterio del hombre en relación con el misterio de Dios. Y sus consecuencias.

3. Hay que leerla para comprender si de verdad Jesús es el Señor. Para nosotros los cristianos esta es la perspectiva principal que nos empuja a buscar cómo todas las palabras de este texto tienen su cumplimiento y su significado en la persona de Jesús.

4. Hay que comprenderla como un libro humano. Es un libro escrito por hombres, que habla de hombres y de sus circunstancias, buscando entender a la humanidad a la luz de la fe en Dios. Y es una humanidad sorprendente, la de Jesús, su momento culminante.

5.Hay que justificarla en sus límites. No es un libro perfecto. En ella se encuentran no sólo pecados e injusticias, sino también errores, incongruencias y sobre todo visiones limitadas del hombre y de Dios. Es un libro en constante evolución, que revela progresivamente el rostro de Dios, con grandes saltos hacia adelante y algunos pasos atrás.

6. Hay que leerla a diario. Es necesario entrar en un régimen de escucha cotidiana, en el que la constancia ceda el paso a la curiosidad y a la pasión.

7. Hay que leerla en porciones pequeñas, para facilitar la asimilación de lo leído. Y no es necesario comprender cada palabra del texto, sino de captar ese aspecto que más atrae nuestra atención y que puede ser útil a nuestro itinerario.

8. Hay que leerla sin miedo. No hay razones para temer equivocarse en la interpretación, simplemente hay que tener una escucha atenta y sincera. El Espíritu está en el texto, pero también en nuestro corazón.

9.Hay que leerla con ayuda. Es importante tener una buena edición de la Biblia que nos acompañe en la lectura con sus comentarios y notas al texto. Aparte, ya en la web y en las librerías es posible encontrar una gran cantidad de comentarios bíblicos.

10.Hay que leerla en compañía. La lectura personal es tan importante como la lectura comunitaria. Confrontarse y compartir con quienes leen asiduamente la Biblia nos ayuda y sostiene en el viaje, y la sabiduría de quienes van por delante no debe desanimarnos, sino solo inspirarnos.

11. Hay que leerla y también escribirla. El uso de un cuaderno en el que apuntar las frases que nos impactan y las reflexiones que surgen de la lectura es muy útil, sobre todo al principio.

12Hay que rezarla. Antes, durante y después de la lectura, la oración es el signo y el instrumento de quien quiere escuchar a Dios. Empezar a usar la oración de los Salmos, al principio si quieres sólo los que más te gustan, es muy importante.

13. Hay que acudir a ella en silencio. Cuando la mente hace silencio, sucede que la frase que nos gustó vuelve a asomarse una y otra vez durante nuestra jornada, provocando consuelo y sorpresa.

14.Hay que disfrutar los descubrimientos. Cuando empecemos a descubrir cosas sorprendentes y significados que nos maravillen, estaremos dispuestos a comprender que las semillas que Dios fue sembrando en el otoño de una lectura fatigosa, empiezan a traer los frutos de una primavera florida.

Tomado del libro de Federico Tartaglia,  “E’ ora di leggere la Bibbia” (Ancora editrice).

                                      Vea también    10 Razones para leer la Biblia



















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