Cuando participas de la Misa, ¿esperas que el sacerdote termine de decir “pueden ir en paz” para salir corriendo de la iglesia? Si ese es tu caso, el video de este sacerdote es para ti.
La Santa Misa juega un papel esencial en la vida de fe de todo católico, es en ella que hacemos memorial de la muerte y resurrección de Jesús, recibiendo su cuerpo en la Eucaristía.
El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) nos indica que:
“Por la celebración eucarística nos unimos ya a la liturgia del cielo
y anticipamos la vida eterna cuando Dios será todo en todos” (CIC 1326)
Sin embargo, es común ver en las iglesias que las personas salen inmediatamente del templo cuando el sacerdote da la bendición final.
El sacerdote de la Archidiócesis de Madrid (España), P. Jesus Silva, compartió en sus redes sociales un video donde recuerda a los fieles la importancia de vivir cada momento de la Misa.
La publicación, que usa el humor para crear conciencia, muestra tres escenarios: Lo que dice el padre, lo que la gente escucha y lo que realmente quiere decir el sacerdote.
“Lo que el cura dice al final de la Misa: ‘Podeís ir en paz’.
Lo que la gente escucha: ‘Sálvese quien pueda, tonto el último’.
Muchos fieles apoyaron las palabras del sacerdote y dejaron en los comentarios algunas oraciones que rezan al finalizar la celebración eucarística:
“La Santa Misa finaliza cuando termina el canto a la Virgen. No hay por qué salir 🏃♀️”
“Debemos quedarnos un momento para darle gracias a Dios; yo rezo tres Ave María y la oración a San Miguel Arcángel”.
“Yo siempre espero un ratito cuando termina para volver a rezar y pensar en lo que hemos escuchado y aprendido 🙏🏻”.
¿Cuándo termina la Santa Misa?
La introducción general del Misal Romano indica que la celebración eucarística termina con el Rito de conclusión, que incluye:
a) Breves avisos, si fuere necesario.
b) El saludo y la bendición del sacerdote, que en algunos días y ocasiones se enriquece y se expresa con la oración sobre el pueblo o con otra fórmula más solemne.
c) La despedida del pueblo, por parte del diácono o del sacerdote, para que cada uno regrese a su bien obrar, alabando y bendiciendo a Dios.
d) El beso del altar por parte del sacerdote y del diácono y después la inclinación profunda al altar de parte del sacerdote, del diácono y de los demás ministros.
Ofrezcamos unos minutos de nuestro tiempo luego de Misa y demos gracias a Jesús por darnos el inmenso regalo de la Eucaristía.
Harumi Suzuki, churchpop
Vea también Comprender y vivir la Eucaristía: la Santa Misa
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