El Papa apareció en silla de ruedas, visiblemente hinchado y con notoria dificultad para hablar. Apenas si podía levantar las manos para saludar y luego para bendecir
- Pasadas las 12
del medio día del domingo 23 de marzo, el Papa Francisco se dejó ver tras 37
días completos ingresado en el hospital Gemelli de Roma.
El Papa apareció en silla de ruedas, visiblemente hinchado y con notoria dificultad para hablar. Apenas si podía levantar las manos para saludar y luego para bendecir. Y las únicas palabras que dijo fueron para Carmela Vitoria Mancusco, un mujer romana que a lo largo del año obsequia flores al Papa durante las audiencias generales de los miércoles: “gracias a todos. Veo a esa señora con las flores amarillas. Es buena”.
PAntes de regresar a Casa Santa Marta tras abandonar el hospital, el
Papa Francisco se dirigió a la basílica de Santa Maria la mayor. Allí entregó
al Cardenal Makrickas las flores obsequiadas momentos antes por la sra.
Carmela, para que las depositara ante el icono de la Virgen Salus Populi
Romani.
Fue evidente que
el Papa deseaba ir hasta la capilla, incluso le acercaron una silla de ruedas,
pero no pudo bajar. Papa Francisco se trasladó posteriormente a su residencia
en Casa Santa Marta en Vaticano. Allí le esperan 2 meses de reposo absoluto y
convalecencia. Ese periodo supondrá su ausencia de los servicios religiosos de
la Semana Santa y de la canonización del beato Carlo Acutis, uno de los eventos
más concurridos del Jubileo 2025.
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