«Los residentes fueron obligados a abandonar sus hogares
solo para ser ejecutados»
"Las represalias han llegado", anunció el líder del nuevo régimen sirio, Ahmed Al-Sharaa.
Ayuda a la Iglesia Necesitada ha informado este lunes 10 de marzo de nuevos ataques contra civiles inocentes, robos o la profanación de símbolos cristianos en Siria, hablando incluso de “un viernes negro” -el pasado 7 de marzo- en ciudades como Tartus, Banias, Jabla, Latakia y sus aldeas circundantes.
Según confesó una fuente local anónima a Ayuda a la Iglesia Necesitada, las víctimas de la última masacre -la mayoría civiles- superarían las 600 personas, incluyendo jóvenes, mujeres, médicos, universitarios o farmacéuticos, así como “familias con sus hijos asesinadas a sangre fría”.
La información aportada a ACN también habla de viviendas y vehículos completamente saqueados.
En la aldea cristiana de Belma, “donde no hay armas y la mayoría de los residentes son ancianos, la población sufrió dos días de terror, con sus hogares violados y sus propiedades robadas”, ha dicho la fuente.
Mientras tanto, el Vicariato Apostólico de la Comunidad Latina en Siria ha emitido un comunicado expresando su profunda preocupación por estos ataques contra civiles inocentes.
En el documento, firmado por el obispo, Mons. Hanna, y fechado el 9 de marzo de 2025, se afirma:
“Nos unimos a la voz de toda persona honesta y patriótica en este país, enfatizando nuestro rechazo a todas las formas de violencia, venganza y represalias basadas en motivos sectarios y religiosos. Hacemos un llamado a las autoridades del país para que pongan fin rápidamente a estos ataques, que son incompatibles con todos los valores humanos, morales y religiosos”.
La oración es lo que más puede ayudar a los cristianos sirios, también las donaciones desde Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Ejecuciones sumarias
Por su parte, en su homilía del Domingo de la Ortodoxia, pronunciada el 9 de marzo de 2025 en la Catedral Mariamita de Damasco, el patriarca greco-ortodoxo Juan X también abordó la violencia en la región costera y lanzó un urgente mensaje al presidente Al-Sharaa.
“Los trágicos acontecimientos que se están desarrollando en la región costera de Siria han cobrado la vida de muchos civiles y miembros de la seguridad pública, dejando a muchos otros heridos. Sin embargo, la mayoría de las víctimas eran civiles inocentes y desarmados, incluidos mujeres y niños. Se ha violado la santidad y la dignidad de las personas, y los eslóganes y cánticos que se están utilizando están propagando la división, fomentando el sectarismo y socavando la paz civil”.
Hizo referencia al saqueo y la violencia en Banias, en el barrio de Al-Qusour, donde "los residentes fueron obligados a abandonar sus hogares solo para ser ejecutados, y luego sus pertenencias fueron robadas".
Profanación de símbolos cristianos
También denunció la profanación de símbolos religiosos: “El icono de la Virgen María ha sido destrozado, pisoteado y profanado. Ella es la Virgen María, a quien todos los musulmanes honran junto a nosotros, y a quien el Sagrado Corán dedicó un capítulo entero -Surah Maryam- afirmando que Dios la escogió y la hizo la más honrada entre todas las mujeres del mundo”.
Dirigiéndose de nuevo al presidente Al-Sharaa, el patriarca instó a restaurar la seguridad y estabilidad para todos los sirios sin distinción, reafirmando su rechazo al sectarismo y llamando a la unidad nacional y la convivencia pacífica.
Llamado a la oración ante la incertidumbre
Más allá de esta crisis, la comunidad cristiana en Siria junto al resto de la población enfrenta una creciente incertidumbre tras la toma del poder por parte de Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), lo que ha intensificado aún más su vulnerabilidad en diversas regiones del país.
Ante la tragedia, la presidenta ejecutiva internacional de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Regina Lynch, ha hecho un llamamiento a la oración:
“En estos momentos de dolor y sufrimiento, recurrimos a la única fuente verdadera de paz: la oración. Pedimos a todos los fieles que eleven sus voces al Señor, confiando en Su amor y poder para llevar consuelo a quienes más lo necesitan. Que Nuestra Señora de Siria proteja al pueblo de este país, que ha soportado demasiadas heridas en la última década. Ahora más que nunca, debemos orar por su sanación y futuro. Que la fe nos mantenga unidos, y que la esperanza en Cristo ilumine a esta nación sufriente”.
José María Carrera, ReL
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desde adentro
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