VATICANO, 12 Mar. 16 (ACI) .- El Papa Francisco habló esta mañana de los "matrimonios fallidos" que se ven en la necesidad de verificar si ha sido nulo, de los divorciados en nueva unión, cuya preocupación para la Iglesia es su “participación en la comunidad eclesial” y destacó el testimonio de las personas que luchan por salvar a su familia de una ruptura.
Esta mañana, el Santo Padre recibió en audiencia a los participantes del Curso de formación promovido por el Tribunal de la Rota Romana sobre el nuevo proceso matrimonial aprobado el pasado mes de septiembre que entró en vigor el 8 de diciembre pasado.
“Aquello que más importa y está en nuestro corazón respecto a los separados que viven en nueva unión es su participación en la comunidad eclesial”, dijo Francisco.
“Para mucha gente que ha vivido una experiencia matrimonial infeliz, la verificación de la validez o no del matrimonio representa una importante posibilidad, y estas personas son ayudadas a recorrer lo más suave posible este camino”.
“La Iglesia es madre y quiere mostrar a todos el rostro de Dios fiel a su amor, misericordioso y siempre capaz de volver a donar fuerza y esperanza”, dijo después.
“Mientras tomamos cuidado de las heridas de cuantos reclaman saber la verdad sobre su matrimonio fallido, miramos con admiración a aquellos que, también en condiciones difíciles, permanecen fieles al vínculo sacramental”.
En este sentido, explicó que “estos testimonios de fidelidad matrimonial son alentados y sostenidos como ejemplo a imitar”.
“Muchas mujeres y hombres soportan cosas pesadas, grandes por no destruir a la familia, para ser fieles en la salud y en la enfermedad en las dificultades y en la vida tranquila: es la fidelidad” y “¡estos son grandes!”.
El Papa también indicó que “muchos fieles sufren por el fin de su propio matrimonio y a menudo son oprimidos por la duda de si fue válido o no” y “estos fieles en muchos casos encuentran dificultades en acceder a las estructuras jurídicas eclesiales y advertían la exigencia de que los procedimientos fuesen simplificados”.
Francisco recordó que “la caridad y la misericordia, así como la reflexión sobre la experiencia, han empujado a la Iglesia a hacerse todavía más cercana a estos hijos suyos, teniendo un deseo legítimo de justicia”.
Sobre el nuevo proceso de nulidad matrimonial, el Pontífice señaló que tiene el objetivo “de mostrar la preocupación de la Iglesia hacia aquellos fieles que atienden una rápida verificación sobre su situación matrimonial”.
Francisco señaló que “es importante la nueva normativa sea acatada en profundidad, en el fondo y en el espíritu, especialmente por los operadores de los Tribunales eclesiásticos para realizar un servicio de justicia y de caridad a las familias”.
Al concluir su discurso, el Papa les animó a “tener siempre fija la mirada en la ‘salus animarum’ (salud del alma), que es la ley suprema de la Iglesia”.
Esta mañana, el Santo Padre recibió en audiencia a los participantes del Curso de formación promovido por el Tribunal de la Rota Romana sobre el nuevo proceso matrimonial aprobado el pasado mes de septiembre que entró en vigor el 8 de diciembre pasado.
“Aquello que más importa y está en nuestro corazón respecto a los separados que viven en nueva unión es su participación en la comunidad eclesial”, dijo Francisco.
“Para mucha gente que ha vivido una experiencia matrimonial infeliz, la verificación de la validez o no del matrimonio representa una importante posibilidad, y estas personas son ayudadas a recorrer lo más suave posible este camino”.
“La Iglesia es madre y quiere mostrar a todos el rostro de Dios fiel a su amor, misericordioso y siempre capaz de volver a donar fuerza y esperanza”, dijo después.
“Mientras tomamos cuidado de las heridas de cuantos reclaman saber la verdad sobre su matrimonio fallido, miramos con admiración a aquellos que, también en condiciones difíciles, permanecen fieles al vínculo sacramental”.
En este sentido, explicó que “estos testimonios de fidelidad matrimonial son alentados y sostenidos como ejemplo a imitar”.
“Muchas mujeres y hombres soportan cosas pesadas, grandes por no destruir a la familia, para ser fieles en la salud y en la enfermedad en las dificultades y en la vida tranquila: es la fidelidad” y “¡estos son grandes!”.
El Papa también indicó que “muchos fieles sufren por el fin de su propio matrimonio y a menudo son oprimidos por la duda de si fue válido o no” y “estos fieles en muchos casos encuentran dificultades en acceder a las estructuras jurídicas eclesiales y advertían la exigencia de que los procedimientos fuesen simplificados”.
Francisco recordó que “la caridad y la misericordia, así como la reflexión sobre la experiencia, han empujado a la Iglesia a hacerse todavía más cercana a estos hijos suyos, teniendo un deseo legítimo de justicia”.
Sobre el nuevo proceso de nulidad matrimonial, el Pontífice señaló que tiene el objetivo “de mostrar la preocupación de la Iglesia hacia aquellos fieles que atienden una rápida verificación sobre su situación matrimonial”.
Francisco señaló que “es importante la nueva normativa sea acatada en profundidad, en el fondo y en el espíritu, especialmente por los operadores de los Tribunales eclesiásticos para realizar un servicio de justicia y de caridad a las familias”.
Al concluir su discurso, el Papa les animó a “tener siempre fija la mirada en la ‘salus animarum’ (salud del alma), que es la ley suprema de la Iglesia”.
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