Y el rezo del Rosario
Pedro Kosloski, aleteia
Simone Biles se ha convertido rápidamente en la favorita de las competiciones de gimnasia artística en los Juegos Olímpicos que se celebran en Río de Janeiro. Sus ejercicios son casi impecables, y cualquiera se sorprende por sus habilidades extraordinarias y su conducta tranquila, se deja influenciar muy poco por la presión de la competencia.
¿Cómo lo hace?
Para responder a esta pregunta, la revista Us pidió recientemente a la Biles de hablar de sí misma, con la esperanza de descubrir la fórmula secreta de su éxito. La mayor parte de lo que ha dicho no ha revelado ninguna sorpresa, hasta que el reportero vio caer un rosario blanco.
“Mi madre Nellie me trajo un rosario de la iglesia”, explicó Biles. “No lo uso para rezar antes de una carrera. Yo rezo por mi cuenta, pero lo llevo conmigo de todos modos”.
La fe era una de las pocas constantes en su vida bastante difícil. La Biles nació en Ohio de una madre que estaba luchando contra el abuso del alcohol y las drogas y a la cual se la llevaron cuando tenía tres años. Una trabajadora social llamó a sus abuelos en Texas, y ellos se hicieron cargo de su nieta, terminado por adoptar a ella y a su hermana menor. “Le dijimos: ‘mándenos las niñas'”, dijeron los abuelos. “Ellos no querían que vengan criadas por extraños.
La Biles llama ahora a sus abuelos “mamá y papá”, y va a misa con ellos los domingos. Ellos han tenido una gran influencia en su vida, y la han apoyado desde el inicio de su carrera.
Cuando tenía 6 años, la Biles comenzó con la gimnasia, y desde entonces no se ha detenido nunca.
Sus padres adoptivos han notado su interés y su talento deportivo, destacándolo en una entrevista al Washington Post que “ha siempre amado saltar sobre los muebles de la casa, hasta el punto de que su madre Nellie le repetía constantemente que el sofá y las sillas no eran un campo de juego”.
En la escuela intermedia Simone comenzó a concentrarse totalmente en la gimnasia, entrenándose por lo menos 32 horas a la semana. Esto la ha llevado a tener que estudiar en casa, para tener la libertad que necesitaba. Fue una elección que la madre dejó a ella misma, diciendo “Cualquier cosa que elijas yo te apoyo, pero tienes que tomar tú esta decisión. No puedo hacerlo yo, porque representa un gran cambio en tu vida”.
Desde que se ha dedicado completamente a la gimnasia, la Biles se ha cobrado un éxito tras otro. Según el New York Post , “ha ganado los últimos cuatro títulos de Estados Unidos y las tres últimas all-around mundiales. En los últimos tres años, la Biles ha ganado 14 medallas en campeonatos del mundo, 10 de ellas de oro – dos records. No pierde ni una competición all-around desde agosto del 2013”.
Ser una estrella de gimnasia no es fácil, pero la familia siempre ha apoyado a Simone.
“Se necesita mucha dedicación y muchos sacrificios, y como padres hemos renunciado a tanto”, dijo la madre. “Las vacaciones fueron cancelados. Nuestras vacaciones consistían en viajar con Simone (para las competencias). Fue un sacrificio de nuestra parte, pero lo hacemos porque es algo que nuestra hija ama y le apasiona. Estamos dispuestos a continuar este viaje con ella”.
En los juegos de Río, la Biles, probablemente, ganará una medalla, y su familia estará allí para apoyarla. Con una base sólida representada por la fe y la familia, Simone tiene todo lo que necesita para ganar en el deporte y en la vida.
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