La religiosa Sor Theresa Aletheia Nobel, FSP fue educada católicamente, pero perdió la fe hasta definirse atea. Le costó años volver a Cristo, y también un tiempo recibir la llamada de la vocación religiosa. Finalmente dejó su trabajo en Silicon Valley para ingresar en la congregación de las Hijas de San Pablo. Ahora se consagra, como ella misma explica, a "ayudar a los demás a atraer de nuevo a la fe a sus seres queridos".
Recientemente, reflexionando sobre las veces en que había salido del confesionario sin estar segura de haberlo hecho bien, decidió pedir a once sacerdotes a los que conoce, seis seculares y cinco religiosos (dominico, jesuita, paulino, legionario y agustino) algunosconsejos para confesarse mejor, y los ha compartido en Aleteia:
1. Bryan Brooks, Tulsa (Oklahoma)
"Al hacer el examen de conciencia nos enfrentamos a nuestros pecados, pero cuando vamos a confesarnos nos enfrentamos al amor, la misericordia y el perdón de Dios".
2. Sean Donovan, Pawhuska (Oklahoma)
"Después de decir cuándo fue tu última confesión, dile al sacerdote brevemente algo de ti mismo. (¿Eres soltero, tienes novio, te has vuelto a casar, eres religioso o religiosa?) Conocer tu situación nos ayuda a aconsejarte".
3. Padre Gabriel Mosher, OP, Portland (Oregón)
"Los pecados son malas decisiones, no emociones desagradables; así que confiesa tus pecados, no tus estados emocionales".
4. Damian Ference, Wickliffe (Ohio)
"Los pecados cometidos son una ofensa a Dios, pero los pecados confesados son un cántico a Dios. Así que cuando confieses tus pecados a un sacerdote en el sacramento de la reconciliación, que sepas que también estás entonando un cántico a Dios por su gran misericordia".
5. Matthew Gossett, Steubenville (Ohio)
"La confesión frecuente es edificante para tu sacerdote y buena para tu alma. Los pecados, en particular los muy asentados o habituales, exigen paciencia y persistencia. Nunca te rindas, por muchas que sean las veces que has cometido el mismo pecado. La confesión es un sacramento de sanación, y al igual que con las heridas físicas, las heridas espirituales necesitan algún tiempo para curarse del todo".
6. Padre James Martin, SJ, Nueva York (Nueva York)
"La confesión no va tanto de lo malo que eres tú como de lo bueno que es Dios".
7. Anthony Gerber, Cottleville (Missouri)
"El sacerdote es como un médico: cuando vas al médico, le dices lo que te duele con mayor o menor detalle para que sepa cómo curarte mejor. Y recuerda: él ha visto muchos pacientes con tus mismos síntomas. ¡Confía en él, escucha su consejo y pronto mejorarás!".
8. Joshua Whitfield, Dallas (Texas)
"Dios funciona mejor con una confesión sencilla y humilde de los pecados. Dios no necesita una novela. Ya la ha leído. A menudo, detrás de nuestra abundancia de palabras, se esconden el orgullo y la impenitencia. Hablar de forma simple y llana, nombrando nuestros pecados, es como desnudarnos para la Cruz, para la muerte de nuestros pecados y para la resurrección del perdón".
9. Padre Jeffrey Mickler, SSP, Youngstown (Ohio)
"Simplemente, ve a confesarte, no importa lo que sea. El amor de Dios es más fuerte que nuestros pecados".
10. Padre Matthew Schneider, LC, Washington DC
"Para mucha gente, su mayor mejora en la confesión sería dejar de verla como un listado obligatorio y abstracto de pecados para verla como una renovación en nuestra relación con Dios".
11. Padre Mark Menegatti, OSA
"La confesión no es sólo borrar el pecado, es un encuentro con Cristo".
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"Todos estos consejos renovaron mi amor por el sacramento de la Penitencia y por todos los sacerdotes que consagran su vida a Dios y a su pueblo", concluye sor Theresa Aletheia.
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