El presidente de la Conferencia Episcopal de Perú, Miguel Cabrejos, y una dura misiva dirigida al primer mandatario Martín Vizcarra ante el pedido de visas a los venezolanos
Por estas horas todos vuelven a hablar del “éxodo del pueblo venezolano”. Mientras a nivel interno se percibe un clima de “frustración y desánimo” ante una “aparente” parálisis de decisiones a nivel político en cuanto al futuro del régimen de Nicolás Maduro, la vida sigue y los dramas no se detienen.
Uno de ellos, por ejemplo, el de tener que dejar el país para buscar un mejor destino en otros puntos del continente, medida que se ha visto impulsada una vez más con mayor énfasis luego de la apertura de varios pasos fronterizos con Colombia el pasado fin de semana tras cuatro meses de cierre.
Del otro lado aparece la situación de los países receptores, los encargados de acoger sueños y anhelos de miles que huyen de una profunda crisis humanitaria. Y es así, ya en lo particular, que surgen casos como el de Perú, país que en los últimos días volvió a ser noticia luego de anunciar que desde este 15 de junio comenzaría a exigir visas para el ingreso de los venezolanos (sólo admitirá el ingreso de titulares de pasaporte venezolanos que cuenten con una visa válida, había anunciado el presidente de Perú, Martín Vizcarra
“¡Seamos solidarios!”
Las reacciones no se hicieron esperar y la voz de la Iglesia en Perú se sintió con fuerza. En ese sentido, a través de una misiva dirigida a Vizcarra, el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), monseñor Miguel Cabrejos, fue enfático en solicitar “seguir dando muestras de solidaridad” para con los venezolanos que atraviesan un difícil momento.
“La disposición del Gobierno peruano para recibir a los venezolanos que vienen al Perú, encontrando en nuestra Patria una tierra de paz y solidaridad donde pueden proyectar sus sueños y reconstruir sus vidas y las de sus familiares”, recuerda Cabrejos, reproduce un comunicado emitido por la CEP.
Al mismo tiempo, a través de este mensaje, el propio Cabrejos destaca que la migración colabora con un mayor intercambio cultural entre dos pueblos hermanos.
“Los aproximadamente 800.000 venezolanos que han ingresado hasta la fecha están contribuyendo a formar una sociedad multicultural, fraterna, tolerante y respetuosa de la interculturalidad”, indica. .
En cuanto a la implementación del “visado humanitario”, que demanda la tenencia de pasaporte y certificado de antecedentes penales (de difícil acceso en Venezuela, según recuerdan varios reportes publicados en Aleteia), señala.
“Esta exigencia podría ser un peligro inminente y una tentación de limitar y/o restringir el acceso al sistema de refugio ante el aumento del número de solicitantes. Y, aunque el acceso a las solicitudes de refugio permanece abierto, el peligro no desaparece”, indica Cabrejos.
“La Iglesia estará siempre dispuesta a colaborar para realizar las gestiones pertinentes a efectos que la comunidad internacional sea corresponsable y solidaria de manera efectiva y tangible, con el esfuerzo que vienen realizando países como el Perú, a través de la cooperación humanitaria y económica para evitar el impacto económico para el Estado y facilitar la inserción social, económica y cultural de la población venezolana en nuestras tierras”, finaliza.
Con 768.000 venezolanos, Perú es donde se acoge a mayor número de migrantes de esa nación, después de Colombia (más de 1,3 millones). Los otros países elegidos como principal destino son: Chile (288.000), Ecuador (263.000), Argentina (130.000) y Brasil (168.000).
Por estas horas todos vuelven a hablar del “éxodo venezolano”. Los pasos fronterizos del continente otra vez serán noticia. Y una vez, tal vez de forma más silenciosa en el concierto mediático, otra vez aparecen esos rostros cansinos de los migrantes que merecen respuesta, solidaridad y acogida
Pablo Cesio/Aleteia Perú
No hay comentarios:
Publicar un comentario