Aquí podemos ofrecerle sólo unos pocos aspectos de las mil maravillas
de la Santa Misa
Quien sabe lo que vale una Misa procura no perder ninguna. |
Hay quienes dicen que no van a Misa porque no sienten nada. Están en un error. Las personas no somos animales sentimentales, sino racionales... El cristianismo no es cuestión de emociones, sino de valores. Los valores están por encima de las emociones y prescinden de ellas. Una madre prescinde de si tiene o no ganas de cuidar a su hijo, pues su hijo es para ella un valor. Quien sabe lo que vale una Misa, prescinde de si tiene ganas o no. Procura no perder ninguna, y va de buena voluntad. P. Jorge Loring S.I. |
Cuando nos presentamos como víctimas. |
El sacrificio del altar será a nuestro favor verdaderamente aceptable como nuestro sacrificio a Dios, cuando nos presentamos como víctimas. San Gregorio Magno, |
Más agrada al Altísimo. |
Más agrada al Altísimo Dios el Santo Sacrificio de la Misa, que los méritos de todos los ángeles. San Lorenzo Justiniano |
La Santa Misa diaria es para todos. |
San José de Cottolengo recomendaba la Santa Misa diaria para todos..., para maestras, enfermeras, trabajadores, doctores, padres..., y a los que objetaban no tener tiempo les decía: "¡Mal manejo del tiempo! ¡Mala economía del tiempo!" Y decía la verdad. Si tan sólo apreciáramos el valor infinito de la Santa Misa, estaríamos muy deseosos de asistir y trataríamos por todos los medios de encontrar los tiempos necesarios. |
La familia y la Eucaristía. |
Una familia santa es una familia apasionada por la Eucaristía. Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan |
¿Por qué tanta prisa cuando vienes a la Santa Misa? |
Puedes conversar durante horas., tener un vaso todo el tiempo que quieras, jugar a las cartas toda la noche sin cansarte... ¿Por qué, entonces, tienes tanta prisa cuando vienes a la Santa Misa? Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan |
El valor de la Santa Misa. |
Una Santa Misa sobrepuja y excede la virtud de todas las oraciones en cuanto a la remisión de la culpa y pena. San Anselmo |
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