Es importante que el católico sea consciente de lo que simbolizan
La cruz y el crucifijo son símbolos cristianos, pero no se refieren al mismo concepto.
Crucifijo
La palabra crucifijo proviene de la frase latina “cruci fixus”, que significa “fijo en la cruz”. Se refiere a Jesucristo clavado en la cruz en el Calvario.
Un crucifijo, por lo tanto, no es solo la cruz sola, sino la cruz con la representación de Cristo adherida a ella.
Es un símbolo extremadamente fuerte de la altura del sacrificio de Jesús por la salvación de la humanidad. Y no debe usarse de manera superficial e irresponsable.
Llevar un crucifijo es llevar un recuerdo físico del amor sin límites de Dios por nosotros, hasta el punto de abrazar la Pasión más dolorosa por rescatarnos.
El crucifijo es un símbolo cristiano asociado directamente con la Iglesia católica, ya que, en su mayoría, las denominaciones protestantes suelen utilizar únicamente la cruz en lugar del crucifijo.
Muchos crucifijos católicos llevan el acrónimo “INRI”, que en latín abrevia “Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum”, es decir, “Jesús Nazareno, Rey de los judíos”.
Cruz
La cruz se ha convertido en un símbolo universal del cristianismo. Pero en sentido estricto el término se refiere únicamente al instrumento, sin incluir la representación del cuerpo de Cristo clavado en él.
Como instrumento, la cruz es nada menos que una forma de tortura trágicamente empleada por los romanos para castigar y ejecutar a los convictos.
Jesucristo murió en la cruz en un sufrimiento insoportable. Por eso mismo, muchas denominaciones protestantes afirman que el crucifijo no debe usarse como símbolo de la fe cristiana, ya que Cristo resucitó y ya no está clavado en la cruz.
Católico, ¿mejor llevar la cruz o el crucifijo?
Los católicos ciertamente creen en la Resurrección; después de todo, la Escritura misma dice que si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe.
Sin embargo, los católicos también reconocen que la Resurrección corona el sacrificio de Cristo en la cruz, que nos redimió del pecado y por lo tanto nunca debe ser olvidado o disociado de la gloria de la Resurrección.
Tanto la cruz como el crucifijo son símbolos cristianos que pueden ser perfectamente utilizados por los católicos.
Lo importante es que los católicos sean conscientes de lo que simbolizan y, sobre todo, de la unidad del misterio de la Redención: no hay Resurrección sin cruz, ni tiene sentido la cruz si no es en vista de la Resurrección.
Francisco Vêneto, Aleteia
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- San Luís María Grignon de Montfort
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