Se ha convertido en el nuevo desafío viral que pone incluso en riesgo la vida del niño pudiéndolo inducir al suicidio
En las últimas semanas ha trascendido la noticia de un nuevo “desafío viral” que estaría circulando principalmente por WhatsAppy por otras redes sociales.
Este “desafío” apunta principalmente a niños y adolescentes que reciben en sus móviles la invitación a agregar a Momo a su lista de contactos, una vez eso sucede, comienzan a recibir mensajes con imágenes aterradoras, principalmente a las 3 de la madrugada.
Momo los desafía con retos y de esa manera comienza a sustraer información personal de sus víctimas. Después, con una estrategia claramente manipuladora, inicia una serie de chantajes y amenazas (la vida de sus padres, amigos, la propia integridad del menor víctima de este desafío perverso). Momo pondrían incluso en riesgo la vida del niño pudiéndolo inducir al suicidio.
Este fenómeno inevitablemente nos remite a uno anterior que, oportunamente, mereció un artículo en Aleteia: el “juego de la ballena azul”. Momo es muy similar a este peligroso juego.
El número que se invita a agregar a la lista de contactos es de Japón. Actualmente no se sabe si detrás de esto hay una persona física o un programa informático que es utilizado para robar información personal de las víctimas.
La imagen de perfil de este “personaje” terrorífico y se ha sabido que se corresponde a una escultura de una mujer-gallina que es exhibida en el Museo Vanilla Gallery de Tokio.
Momo responde con mensajes en los que aparentemente demuestra conocer datos personales de sus víctimas; se comunica en varios idiomas y, como ya mencionamos antes, responde a las 3 am, con la consecuente alteración del sueño de sus víctimas que las hace mucho más vulnerables.
En varios países las autoridades han advertido sobre los potenciales riesgos que este “desafío” implica. Las Unidades Especializadas en Delitos Informáticos están trabajando para aclarar esto y encontrar qué es lo que se encuentra detrás de este fenómeno.
Internet y las redes sociales cada vez más se transforman en un ambiente hostil y peligroso, ambiente de manipuladores, abusadores y acosadores.
Hoy en día muchas sectas destructivas utilizan internet para la captación de adeptos, así como también lo hacen muchos grupos terroristas.
Ante estos peligro, nos parece oportuno dar una serie de consejos para que los padres puedan manejar este problema ya que, inevitablemente para la mayoría de nosotros, nuestros hijos han nacido en esta era de las redes sociales e Internet, y es inevitable que tomen contacto con ella.
¿Cómo orientar y acompañar a nuestros hijos?
En primer lugar habría que retrasar lo más posible el acceso a los teléfonos inteligentes que permiten una conexión a internet prácticamente desde cualquier lado y muchas veces sin la supervisión parental.
Tomemos en cuenta que actualmente, al menos en mi país, es frecuente ver a menores de 12 años con sus móviles comunicándose por WhastAppcon sus compañeros y amigos.
Tener presente que al menos Facebook no acepta la creación de cuentas de personas menores a 13 años, pero muchas veces los padres les crean cuentas con fechas de nacimiento adulteradas a fin de que jueguen en línea con los juegos de Facebook o se comuniquen con aquellos amigos que tienen acceso a esa red social.
Facebook es un verdadero escaparate y nuestros hijos quedan expuestos no sólo a Momo, sino a abusadores de menores que con cuentas falsas los llegan a manipular e incluso a abusar. En Uruguay y en varios países de la región ha habido casos de abuso y asesinato de menores a través de esta vía.
El acceso a Internet siempre debe estar supervisado por un adulto de referencia, no podemos permitir que los niños o adolescentes usen internet a su criterio.
La utilización de la computadora con acceso a Internet debería estar en un lugar de la casa en donde podamos estar nosotros presentes para orientar y acompañar. Es totalmente desaconsejable que esté en el dormitorio del menor y la use a solas.
Nada de lo anterior serviría si antes (y desde muy temprana edad) no nos hemos dedicado a tener una actitud de diálogo y cercanía con nuestros hijos que genere confianza, cercanía y contención.
El dialogar sobre estos temas es fundamental, tiene que ser algo que se converse en casa. En esto como en otros temas dialogar con nuestros hijos y fomentarles un espíritu crítico es muy importante.
Por último, estar atentos, ninguno de nosotros está exento de éste tipo de problemas y si percibimos algún cambio de conducta en nuestros hijos (tristeza, insomnio, angustia), es preciso darles la contención necesaria.
Alvaro Farias, aleteia
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