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domingo, 7 de febrero de 2021

9-10 Diez fábulas de Esopo para trabajar las virtudes con nuestros hijos


FABLE


9EL NIÑO Y LAS ALMENDRAS

Un niño que tenía mucha hambre vio un tarro lleno de almendras en la mesa de la cocina y se le hizo la boca agua.

¿Puedo coger unas almendras, mamá?

Coge un puñado, respondió la mujer mientras amasaba una torta, pero ni una más, que vamos a cenar enseguida.

Como el niño era muy tragón, metió la mano en el tarro y cogió todas las almendras que pudo. Pero su puño abultaba tanto que no lo podía sacar. Una y otra vez, tiró con fuerza y retorció la mano hasta hacerse daño en los nudillos, pero todo fue inútil.

ALMONDS
Iamnee | Shutterstock
Cariño, le dijo su madre. ¿No ves que si no sueltas unas pocas almendras no lograrás sacar la mano? Anda, cómete ocho o nueve, y ya te daré más cuando hayamos cenado.

MoralejaMás vale poco que nada.
Ideas para pensar:Nunca se debe abarcar demasiado ni más de lo debido.Virtud de la templanza.

10LOS VIAJEROS Y EL OSO

Dos jóvenes amigos cruzaban el bosque por una senda solitaria cuando de pronto oyeron un ruido de pasos por entre la maleza. Comprendiendo que una bestia se acercaba, uno de los viajeros se apresuró a trepar a un árbol mientras susurraba alarmado:

¡Ay, como sea un oso!

Apenas había alcanzado la primera rama cuando un enorme oso pardo salió de entre los arbustos. El muchacho que se había subido al árbol se agarraba al tronco con brazos y piernas, y ni siquiera le tendió la mano a su compañero para ayudarle a subir. El joven que quedó abajo decidió tirarse al suelo y fingir que estaba muerto, pues había oído decir que los osos nunca se alimentan de cadáveres.

BEAR
iastudio | Shutterstock

El truco dio resultado, pues el oso se agachó junto al muchacho que se hacía el muerto y le olisqueó la cara y le revolvió el pelo con el hocico y sin hacerle ningún daño, se marchó por donde había venido, para sorpresa de los dos amigos.

Entonces el joven que había subido al árbol corrió a abrazar a su compañero y le dijo maravillado:

¡Qué suerte has tenido: el oso no te ha hecho nada! Pero me ha parecido que te susurraba algo al oído…Así es- respondió el otro-: me ha aconsejado que la próxima vez que salga de viaje elija mejor a mi compañero.

MoralejaDesecha la amistad de la persona que al verte en un peligro, te abandona.
Ideas para pensarValor de la amistad verdadera. Pensar cómo son mis amigos y qué virtudes buscamos en ellos.

Merche Crespo, Aleteia

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