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martes, 2 de marzo de 2021

El poderoso atractivo de la humildad

 LOVE


Un caso llegado a consulta: Un hombre demasiado obsesionado con su autoimagen no entendía por qué las mujeres no le encuentran atractivo

Hay personas cuyo pensamiento gira constantemente sobre si mismas, rumiando todo lo negativo que se ofrece a su imaginación, y como consecuencia se desarrollan enfermizas actitudes como el resentimiento, afán posesivo, autoengaño, susceptibilidad y más.

Personas que sufren de soledad, pues esta actitud las incapacita para dar y recibir amor de calidad.

Este es uno de esos casos:

– Aunque me empeño en ser atractivo, no he sido valorado por las mujeres que he pretendido – expresaba en consulta el varón seriamente deprimido ante la posibilidad de un nuevo fracaso sentimental.

– ¿Que es para usted ser atractivo?– le pregunte con respeto.

– El que me vean interesante por estar bien vestido, tener buena conversación, buenos gustos y cosas así… la verdad es que me concentro mucho en ello.

– El reflexionar demasiado en lo que consideramos un problema, nos lleva a ver todo a través de la emoción y no del razonamiento, y es algo muy desgastante. Por lo que le sugiero que hablemos tranquilamente acerca de lo que pudiera ser la raíz de su preocupación.

– ¡Oh…! menos mal que no ha comenzado por decirme que posiblemente todo me pasa por arrogante, que ya lo he escuchado antes – Afirmo desconfiado mi consultante.

– Por supuesto que no, de lo que hablaremos será sobre aquello en lo que consiste el verdadero atractivo en una persona.

¿Cuál es el verdadero atractivo?

– Explíqueme por favor.

– Vera usted, si no hay coincidencia entre la forma en que una persona se ve sí misma, la forma en que piensa que la ven las demás, y la forma en que éstas la ven realmente… ¿Cuál puede ser el problema?

– ¡Claro que la forma en que se ve a sí misma! – contestó contundente mi consultante.

– Así es, por lo que lo correcto será el verse través de un recto amor a sí mismo y de esa forma ya no hacer depender la autoestima de la opinión ajena – le dije con convencimiento.

– De no ser así ¿qué pasaría?

– Pasa que por dar demasiado peso a la opinión que pretendemos que los demás tengan de nosotros nos comportamos con muchas afectaciones a costa de nuestro verdadero ser personal.

Y tal actitud es desgastante y llega a deprimir.

En cambio, si reconocemos con toda sinceridad y realismo tanto nuestros defectos y limitaciones, así como cualidades y virtudes para aceptarnos tal cual somos entonces podemos descansar en nosotros mismos con la actitud ideal.

Ser sencillo

– Bien, pero y… ¿Cuál es la actitud ideal?

– Se funda en que además de actuar con naturalidad y sencillez, la buena relación con el prójimo se basa más en acompañar, comprender y escuchar con sincero interés, que en el solo ocuparnos y preocuparnos por nuestra imagen o manejo personal.

Aquí llegamos al punto de reconocer que existe una parte verdaderamente amable en su ser personalpara proyectarla desde la madurez de su autenticidad y sobre la cual asentar las virtudes que ya ha logrado.

Para explicarlo gráficamente como desarrollarla, usemos el ejemplo de una cuenta en un banco que de ordinario tiene ingresos y egresos.

Cada ingreso es un valor hecho vida en acciones muy concretas en la que se olvida de sí mismo para pensar en los demás, como un detalle de atención a alguien que sufre, un servicio prestado a un compañero de trabajo, puntualidad, profesionalismo, la amabilidad con quien es impertinente y un largo etc. de posibilidades de hacer el bien.

Y cada egreso es una falta u omisiónen el bien, como lo puede ser presumir, exagerar, un exabrupto, una intolerancia, postura egoísta, un mal comentario y más, que deberá admitir para poder corregir.

Lo que de verdad importa

Luego entonces la humildad que está vinculada a la verdad de su forma de ser, no operará en una resignación pasiva sino como una fuerza que lo impulsará a la superación entre el caer y levantarse tan pleno de humanidad y siendo así el saldo de la cuenta será siempre a favor.

Y en eso consiste tener una personalidad verdaderamente atractiva.

La terapia funciona cuando nos damos cuenta que el verdadero atractivo de una persona es una puerta que se abre hacia los demás, haciendo una reingeniería de vida con propósitos muy concretos para lograr una auténtica confianza en si mismo.

En la base de muchos problemas de personalidad se encuentra la falta de verdadera humildad por lo que algunas personas con muchas afectaciones se desgastan espiritual y psicológicamente, en vez en vez de enfocar sus energías a lo que verdaderamente importa.

Orfa Astorga, Aleteia 

Consúltanos escribiendo a: consultorio@aleteia.org

Vea también      Sermón sobre la Humildad - Santo Cura de Ars




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