Randy Raus es el presidente internacional de LifeTeen, un sistema de catequesis para adolescentes que nació en EEUU hace casi 30 años y hoy está implantado en más de 2.000 parroquias del mundo, incluyendo unas 140 en España. Ha acudido varias veces a España, el país de Europa donde más crece este sistema, a los Encuentros Europeos de LifeTeen, pero con la pandemia, este año participó desde Estados Unidos en el encuentro online de marzo de 2021.
Su gran tarea siempre es animar a los catequistas a volcarse en los jóvenes, y animar al equipo profesional de LifeTeen a producir mejores herramientas catequéticas. Y, tras un año de pandemia, sabe que tanto catequistas como párrocos como adolescentes están desconcertados. Pero los jóvenes, dice, volverán, y querrán más experiencias de Dios.
"Mi parroquia cerró y no hubo misas. Luego se reabrió, pero las misas y catequesis juvenil ahora son con distancia social, mascarilla y haciendo grupos. A casi todos les ha pasado algo similar. Nos llegan historias inspiradores de parroquias audaces en su pastoral de jóvenes", constata.
Jóvenes heridos por la pandemia, necesitan acompañamiento
"Los jóvenes tienen problemas de ansiedad y depresión y muchos toman medicación", advierte. "Muchos ya sufrían de esto y con la pandemia ha empeorado. Los catequistas no son personal sanitario, pero pueden caminar junto a los chicos, porque a los adolescentes les ayuda sentirse acompañados", anima.
"Con la pandemia, los adolescentes también han aprendido que el contacto personal, cara a cara, real, era vital, muy valioso, y que estar todo el tiempo online no es satisfactorio, que necesitan la comunidad. En EEUU al reabrirse las parroquias, ¡algunas parroquias han recibido más jóvenes que antes en su pastoral juvenil! Estas parroquias han necesitado más catequistas para sus grupos. Creo que veremos volver a más y más adolescentes".
Raus insiste en que LifeTeen ofrece a los chavales "relaciones reales, auténticas, cimentadas y centradas en Cristo", y esas relaciones centradas en Cristo "siempre perseverarán".
Jóvenes más abiertos a nuevas experiencias e invitaciones
Otra novedad que prevé es que muchos adolescentes se abrirán a más contactos y más ambientes -incluyendo retiros y catequesis-, porque ya lo han vivido así online. Antes de la pandemia, a lo mejor se trataban solo con sus dos o tres círculos de conocidos: colegio, parroquia, amigos...
Pero durante la pandemia ampliaron su esfera social entrando online en muchos ambientes, juegos online, cursos y reuniones, con gente que desconocían. Cuando puedan volver al cara a cara, a lo físico, estarán más abiertos... ¡ideal para invitarles a LifeTeen y a campamentos o retiros para jóvenes!
Otra necesidad de los jóvenes va a ser hablar sobre la pandemia, sus miedos y heridas.
"Los chicos ven miles de memes sobre la pandemia, pero pocos se paran a hablar con ellos en serio sobre como se sienten en esta pandemia, cómo lo viven, qué les inquieta. Podemos hablar sobre qué cosas nos preocupaban antes, y ver que ahora nos parecen muy menores".
Raus da un ejemplo que ha vivido recientemente: "en casa, pasé la cuarentena con mis 8 hijos, y luego llegó un huracán y se llevó la electricidad de casa 4 días, y estábamos confinados y sin nevera, pero pensábamos: 'vale, no hay electricidad, pero nos tenemos unos a los otros'".
Audacia evangelizadora y comunidad acogedora
Raus también anima a tener "audacia evangelizadora" y creatividad y preguntar a Dios "como puedo crecer espiritualmente durante este tiempo. Como Iglesia tenemos los sacramentos. Quizá es difícil ir a misa, pero hemos de buscar como conectar a los chicos con Dios. Hay sacerdotes que van a sitios con la custodia, o en coche, o visitan las casas, o hacen misas en hogares, en jardines".
Añade que, con pandemia o sin ella, "los adolescentes desean comunidad real y relaciones auténticas". Propone acogerles con "una comunidad divertida, pero que también los rete y desafíe. Funcionará si ven que la relación entre catequistas es auténtica y viva".
Anima también a rezar a Cristo por los jóvenes. "Si el catequista toma tiempo para su oración personal, eso redundará en beneficio de los chicos. No conozco nada que suceda en las parroquias ahora mismo que lo que los catequistas estáis haciendo por los jóvenes", insistió.
La evangelización es crear relaciones reales
Randy Rays recuerda en otra de sus ponencias online que "la Iglesia existe para evangelizar" (citando a Pablo VI) y que "evangelizar implica salir y hacer discípulos".
Eso implica, recuerda, "tener una relación real con Cristo, y ser capaces de transmitir Cristo a los demás".
Para ello, "la evangelización audaz necesita un trabajo duro, sumergirse en la vida de otros, establecer relaciones personales firmes, no es algo que salga en una charla casual. Yo llevo casado 33 años y me esfuerzo en reservar momentos para tener citas con mi mujer. Trabajamos activamente en nuestra relación de pareja. Lo mismo has de hacer con los chicos y la gente con la que evangelizas. Tendrás que renunciar a un tiempo que dedicarías a otras cosas. Estarás todos los sábados tarde o noche con los chavales, por ejemplo. Pero no echarás de menos otras actividades porque será de lo más significante y pleno que realizarás. Esas relaciones significarán mucho para los chicos, pero también para ti".
Randy Raus en una de sus ponencias online del Encuentro Europeo LifeTeen 2021
Perseverar pese a las incomodidades
Evangelizar implica sacrificar dinero, comodidad, salir de nuestra "zona de confort" y "acostumbrarte a estar incómodo".
"La evangelización necesita perseverar y no dar a nadie por perdido. Los jóvenes rápidamente 'cancelan' en redes a alguien, dejan de tratarse con alguien. Nosotros no podemos hacer eso. Hay adolescentes con los que es difícil trabajar, pero no hay que rendirse".
Raus puso un ejemplo real. "Había un chaval pandillero que traía a sus amigos pandilleros a LifeTeen a decir palabrotas y sabotear la sesión. Los catequistas dijeron al responsable de jóvenes: 'O le dices a ese chico que deje de venir o los catequistas nos vamos'. El responsable respondió: "vale, acepto vuestra renuncia". E hizo bien. En realidad los catequistas volvieron a perseverar en atender a ese chico, que acabó yendo a una universidad católica ¡y con el tiempo se convirtió en un responsable iniciador de LifeTeen en una parroquia!"
Enfadados y gruñones no acercamos Cristo a nadie
"A un joven no le importa lo que sabes hasta que no sabe que le importas", sentenció Raus. "Lo primero es amar a las personas. La gente alejada de Dios no se acercará a Cristo a través de personas enfadadas y gruñonas".
"Cuando decimos 've y evangeliza' no es un invento de LifeTeen ni de la Iglesia. Es lo que pide Jesús en Mateo 27: "id y haced discípulos en todas las naciones". Lo que queremos es llevar adolescentes al Cielo, ayudarles a ser santos. Si no tenemos pasión u emoción, no funcionará".
Ser apasionado no depende de tu personalidad
Raus sabe que hay cristianos o catequistas que dicen "por mi personalidad no soy apasionado". Pero él dice que la pasión existe independientemente del tipo de personalidad que tengamos.
"Puedes ver cuando alguien está apasionado por algo. Si tienes pasión por evangelizar, lo harás. No depende de tu personalidad. Hablas de lo que te apasiona. Si te apasiona, hablas de tu relación con Cristo, como le conocisteis, como le tratas..."
¿Hay desánimo entre catequistas y evangelizadores, con o sin pandemia? Raus les recuerda: "Dios quiere trabajar a través de ti, Dios usa gente imperfecta para hacer grandes cosas, y así queda claro que es Dios quien lo hace, no nosotros. Con confianza, audacia, pasión, Dios va a trabajar a través nuestro con los jóvenes".
Pablo J. Ginés/ReL
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