Aquí podemos ofrecerle sólo unos pocos aspectos de las mil maravillas de la Santa Misa
Todos los días se humilla a sí mismo. |
Todos los días se humilla a sí mismo como lo hizo cuando de su trono celestial vino al vientre de la Santísima Virgen, todos los días Él viene a nosotros y nos permite verlo en humildad, cuando Él desciende del seno del Padre a las manos del sacerdote en el altar. San Francisco de Asís |
La más alta obra de contemplación. |
La Santa Misa es la más alta obra de contemplación San Vicente Ferrer |
Realmente comulgamos el Cuerpo y la Sangre de Cristo. |
La sacramentalidad de la Palabra se puede entender en analogía con la presencia real de Cristo bajo las especies del pan y del vino consagrados. Al acercarnos al altar y participar en el banquete eucarístico, realmente comulgamos el Cuerpo y la Sangre de Cristo. La proclamación de la Palabra de Dios en la celebración comporta reconocer que es Cristo mismo quien está presente y se dirige a nosotros para ser recibido. SS Benedicto XVI |
Reproducir en nuestra alma todo lo que se realiza sobre el Altar. |
El Sacerdote debe procurar reproducir en su alma todo lo que se realiza sobre el Altar. Como Jesucristo se inmola a sí mismo, así su Ministro debe inmolarse con él; como Jesús expía los pecados de los hombres, así él, siguiendo el arduo camino de la ascética cristiana, debe alcanzar la propia purificación y la de los demás. S.S. Pio XII |
Les doy mi Sangre y mi Carne por alimento. |
Uno gime en el abandono, en el olvido, quisiera encontrar un padre, viene a los pies de mi cruz y Yo me hago padre dándole habitación en mis llagas, por bebida mi Sangre, por alimento mi Carne, y por herencia mi mismo Reino.
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Te convertirás en Mí. |
San Agustín en el libro de sus Confesiones, parece como que oyó la voz de Cristo que le decía: "Tú no me convertirás en ti, como haces con el alimento de tu carne, sino que tú te convertirás en Mí". |
Se le llama también Comunión. | |
Se la llama Comunión porque por ella comulgamos con Cristo, por ella participamos de su Carne y de su Divinidad, y por ella comulgamos y nos unimos mutuamente. San Juan Damasceno | |
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