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sábado, 2 de octubre de 2021

Especialmente para aquellos que no suelen ir a Misa los Domingos: Vean lo que están perdiendo

 Aquí podemos ofrecerle sólo unos pocos aspectos de las mil maravillas de la Santa Misa

Todos los días se humilla a sí mismo.

Todos los días se humilla a sí mismo como lo hizo cuando de su trono celestial vino al vientre de la Santísima Virgen, todos los días Él viene a nosotros y nos permite verlo en humildad, cuando Él desciende del seno del Padre a las manos del sacerdote en el altar.

San Francisco de Asís


La más alta obra de contemplación.

La Santa Misa es la más alta obra de contemplación

San Vicente Ferrer



Realmente comulgamos el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

La sacramentalidad de la Palabra se puede entender en analogía con la presencia real de Cristo bajo las especies del pan y del vino consagrados. Al acercarnos al altar y participar en el banquete eucarístico, realmente comulgamos el Cuerpo y la Sangre de Cristo. La proclamación de la Palabra de Dios en la celebración comporta reconocer que es Cristo mismo quien está presente y se dirige a nosotros para ser recibido.

SS Benedicto XVI


Reproducir en nuestra alma todo lo que se realiza sobre el Altar.

El Sacerdote debe procurar reproducir en su alma todo lo que se realiza sobre el Altar. Como Jesucristo se inmola a sí mismo, así su Ministro debe inmolarse con él; como Jesús expía los pecados de los hombres, así él, siguiendo el arduo camino de la ascética cristiana, debe alcanzar la propia purificación y la de los demás.

S.S. Pio XII

Les doy mi Sangre y mi Carne por alimento.

Uno gime en el abandono, en el olvido, quisiera encontrar un padre, viene a los pies de mi cruz y Yo me hago padre dándole habitación en mis llagas, por bebida mi Sangre, por alimento mi Carne, y por herencia mi mismo Reino.


Jesús a la S.de D. Luisa Piccarreta


Te convertirás en Mí.

San Agustín en el libro de sus Confesiones, parece como que oyó la voz de Cristo que le decía: "Tú no me convertirás en ti, como haces con el alimento de tu carne, sino que tú te convertirás en Mí".


Se le llama también Comunión.

Se la llama Comunión porque por ella comulgamos con Cristo, por ella participamos de su Carne y de su Divinidad, y por ella comulgamos y nos unimos mutuamente.

San Juan Damasceno





Apostolado de la Santa Misa Diaria





























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