El Corazón de Jesús como estilo de vida
El P. Marcia Sotelo, msc, explica cómo llevar a
nuestro día a día la Espiritualidad del Corazón.
Antiguamente, hablábamos de la devoción al
Sagrado Corazón de Jesús. ¡Desde hace muchos años, después del Concilio Vaticano
II, en nuestra congregación empezamos a hablar de La Espiritualidad del
Corazón! La devoción es algo de ámbito privado, que no afecta a la vida. En cambio,
la Espiritualidad es una manera de vivir una forma de vivir según el Espíritu.
Y nosotros nos dimos cuenta de que el P. Julio Chevalier, más que una devoción al
Sagrado Corazón, nos estaba proponiendo un camino espiritual. Y ese camino era
‘La Espiritualidad del Corazón'.
Y en qué consiste esta espiritualidad. Consiste
en que mi vida la voy a ir configurando con el de Cristo. Una devoción,
simplemente, es un momento de oración, un momento de meditación. La
espiritualidad implica que toda mi vida la configurar con el Corazón del Señor.
Esta vida de nosotros tendrá que fundamentarse
en Cristo. Cristo, la Encarnación de Cristo fundamenta esta espiritualidad y,
por lo tanto, es una espiritualidad que se vive en las realidades históricas,
en la realidad económica, en la realidad política, en la realidad social. Toda
ella va impregnando la vida. Nuestra Espiritualidad del Corazón se centra en el
Corazón de Cristo, la mirada siempre va a estar en el Corazón del Señor. Y
aprendemos a contemplarlo y aprendemos los sentimientos que hay en ese corazón
y esos sentimientos, los que van a ir siendo nuestros. Es decir, nosotros
nos vamos apropiando de los sentimientos del Corazón de Jesús y eso es Io que vivimos
en el día a día.
En todos los ámbitos de la vida. Esta Espiritualidad del Corazón es integral e integradora. Es decir, abarca todos los elementos de la debilidad humana. Los personales, los sociales, los cósmicos, todos los elementos personales. Nuestra Espiritualidad va fundamentando la vida, la vida personal, la vida comunitaria, la vida social, ‘la amistad social’ que llama el papa Francisco.
Nuestra Espiritualidad es sanadora. Necesitamos
sanar el corazón y sanar el corazón de Ia sociedad, afectado por los males de nuestro
tiempo. Entonces, ’La Espiritualidad del Corazón’ repara a la persona, prepara
el ser humano y lo capacita para la misión. Nuestra Espiritualidad del Corazón
es misionera, querremos construir un mundo con corazón, unas relaciones sociales
donde la persona se relaciona de corazón a corazón, donde se respete la
dignidad. Nuestra Espiritualidad del Corazón también es mariana. El P.
Chevalier vio a María integrada en esta vivencia espiritual, en este camino espiritual
y la llamó: Nuestra Señora del Sagrado Corazón.
Esta Espiritualidad tiene en cuenta a la Virgen. Ella nos ayuda a construir un
mundo con Corazón.
Les invitamos a todos a vivir esta Espiritualidad
de Corazón. No, solamente, a recordar aI Sagrado Corazón, sino a vivir Ia Espiritualidad
y a ser hombres y mujeres según el Corazón de Dios.
(Madre y Maestra, 632 Octubre 2021 p.6)
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