La Navidad es un regalo de amor que Dios le otorga a la humanidad. Nos enseña el significado de algunas palabras como "amor"
“Se nos ha dado el amor, para que amemos a todos, en Cristo, nuestro Salvador”.
Adviento. Es la mejor época del año. Falta poco para la Navidad. Viene el Redentor, lo esperamos con ansias.
Me trae recuerdos de una infancia feliz, al lado de mis padres. Me hace recordar a mi papá que ha partido al cielo, sentado frente al pesebre, armándolo, siendo hebreo, y luego nos llevaba a misa de Navidad.
Recuerdo sus enormes manos que cuando tomaban la mía, pequeña, infantil me llenaban de seguridad y alegría.
Desde entonces cuando tengo alguna dificultad o miedo, imagino que tomo la mano de Dios, todo por amor.
Un regalo que llena de significado
La Navidad es un regalo de amor que Dios le otorga a la humanidad. Nos enseña el significado de algunas palabras:
Amor.
Humildad.
Obediencia.
Sacrificio.
Salvación.
Abrázala, compártela, sé fiel a las enseñanzas de nuestros padres y vive esta Navidad con júbilo, paz, reconciliándote con todos.
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.”
1 Juan 4,10
¿Qué sentido tiene la Navidad? Te lo explicamos:
La respuesta siempre estuvo en la Biblia
¿Qué celebras en la Navidad? Lee con atención y graba estas palabras en tu corazón y tu alma.
“En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz.
Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!».
Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado». Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre.
Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón”.
Lucas 2
María, el rechazo, el pesebre, la humildad
Pienso en la dulce y bienaventurada Virgen María, la llena de gracia, en esos momentos de angustia y felicidad, siendo rechazados por todos, hasta que logran conseguir un lugar para el esperado parto. No es cualquier niño, es el Hijo de Dios. Piensa esto, no tiene un lugar digno para nacer.
«…y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa».
Lucas 2
La Navidad es un don del cielo, un regalo para toda la humanidad. Tú vive agradecido y ama a todos, sé un reflejo del amor de Dios. Y disfruta esta Navidad, va a ser maravillosa, hazla extraordinaria para ti y los tuyos, espiritualmente.
Haz que Jesús, el buen Jesús, se sienta amado.
¡Feliz Navidad, amable lector!
Claudio de Castro, Aleteia
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