Hay una palabra griega que capta muy bien el espíritu de la Madre de Jesús, ¿hasta qué punto conoces a la Virgen?
María camina 150 kilómetros desde Nazaret hasta Ein Karem para ayudar a su pariente Isabel, que dará a luz dentro de tres meses.
María tenía probablemente unos 14-15 años en ese momento. No tuvo miedo de viajar por un camino tan peligroso y agotador porque quería ayudar.
María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea. La palabra griega spoude utilizada en el Evangelio no sólo significa prisa, sino también entusiasmo, disposición para ayudar y dedicación.
Esta palabra capta muy bien el espíritu de María. Ella ayuda con entusiasmo y dedicación; además, no pospone la ayuda.
En cuanto sabe que su pariente está esperando un hijo, va inmediatamente a ayudarla. Así es María.
¡¡Ave, María!!
Isabel levantando la voz, exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!».
Literalmente, Isabel dio un gran grito (anefonesen krauge megale). Es un grito de alegría porque con María el Mesías está en su casa.
Y en ese momento, Jesús, en el vientre de María, podía tener sólo unos días o un par de semanas.
Estas palabras de Isabel son las más repetidas de la Biblia en el mundo. Las decimos en el Rosario y en otras oraciones en las que decimos el «Ave María». Isabel las pronunció con gran amor y alegría.
Una sorprendente pregunta
Una vez, en un tren, un sacerdote estaba recitando el breviario. En un momento dado, una imagen de María se cayó del breviario.
Un niño recogió la imagen y preguntó al sacerdote:
– ¿Quién es esa?
– Es mi madre, respondió el sacerdote.
El niño miró la imagen y al sacerdote y dijo:
– No os parecéis mucho.
Nosotros, ¿nos parecemos al menos un poco a María?
Vea también María Madre de los hombres
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