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domingo, 12 de diciembre de 2021

Especialmente para los que NO fueron a Misa el Domingo pasado

 


Fue conducido al matadero como una oveja.

Ahora inmolamos no un cordero material, sino aquel verdadero cordero que fue inmolado, Nuestro Señor Jesucristo, que fue conducido al matadero como una oveja, y que estaba sin decir palabra como cordero delante del carnicero Is 53,7 purificándonos con su preciosa sangre que habla mucho más que la de Abel Hebr 12,24...

San Atanasio, Doctor de la Iglesia
Carta 1 n.9


La Eucaristía y el martirio.

...En primer lugar, no puede ser apto para el martirio a quien la Iglesia no le arma para la lucha, y cede el espíritu al que no levanta e inflama la Eucaristía recibida.

San Cipriano
Carta 57 n.4

Nuestra oblación y nuestro sacrificio.

No es celebrado el sacrificio del Señor con legítima santificación si no responde a la pasión nuestra oblación y nuestro sacrificio.

San Cipriano
Carta 63 N.10

Debemos siempre aprender algo en la Santa Misa.

¿Qué utilidad sacaríais concurriendo aquí [al Santo Sacrificio Eucarístico] sin más ni más y no aprendiendo nada que sea útil?

San Juan Crisóstomo,Doctor de la Iglesia



Ofrecerse humildemente como hostia viva a Dios.

Los bautizados no sólo son participantes del sacrificio mismo, sino que son el mismo santo sacrificio al mandarles que se ofrezcan humildemente como hostia viva a Dios, diciendo: Os ruego, pues, hermanos, por la misericordia de Dios que presentéis vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios Rom 12,1.

San Fulgencio de Ruspe
Carta 12 C.11 N24


Debemos imitar lo que hacemos ofreciéndonos a nosotros mismos.

Es necesario que cuando celebremos el Sacrificio Eucarístico nos inmolemos a nosotros mismos a Dios en contrición de corazón, porque los que celebramos los misterios de la Pasión del Señor debemos imitar lo que hacemos. Pues entonces en verdad será para nosotros la oblación hecha a Dios , cuando nos hiciéremos a nosotros mismos oblación.

San Gregorio Magno, Doctor de la Iglesia
Diálogos L.4 C.59

La Iglesia aprende a ofrecerse a sí misma.

Fue su voluntad divina también que fuese sacramento cotidiano el sacrificio de la Iglesia, la cual, siendo cuerpo místico y verdadero de esta misma y suprema cabeza, aprende a ofrecerse a sí misma en virtud del mandato de Jesucristo.

San Agustín, Doctor de la Iglesia
Ciudad de Dios L.10 C.20





Apostolado de la Santa Misa Diaria
http://www.sancta-missa-cotidiana.org






































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