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martes, 23 de agosto de 2022

Evangelio del día


 

Evangelio según San Mateo 23,23-26.

¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno!
¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

 


Bulle

San Rafael Arnáiz Barón (1911-1938)
monje trapense español
Escritos del 25/01/1937 (Obras completas - Editorial Monte Carmelo, p. 767.768, § 883.884.885)


Cristo nos llama a todos a la conversión

No tenemos virtud, no porque sea difícil, sino porque no queremos. No tenemos paciencia…, porque no queremos. No tenemos templanza…, porque no queremos. No tenemos castidad, por lo mismo. Si quisiéramos seríamos santos…, y es mucho más difícil ser ingeniero, que ser santo. ¡Si tuviéramos fe!
Vida interior…, vida de espíritu, vida de oración. ¡Dios mío! ¡eso sí que debe ser difícil! No hay tal. <I>Quita</I> de tu corazón lo que <I>estorba</I> y en él hallarás a Dios. Ya está todo hecho. Muchas veces buscamos lo que no hay, y en cambio pasamos al lado de un tesoro y no lo vemos. Esto nos pasa con Dios, que le buscamos […] en una maraña de cosas, que a nosotros nos parecen mejores cuanto más complicadas. Y, sin embargo, Dios le llevamos dentro, y ahí no lo buscamos. Recógete dentro de ti mismo…, mira tu <I>nada</I> del mundo, ponte a los pies de una Cruz, y si eres sencillo, verás a Dios.
He aquí la vida de oración…, no hay que poner lo que ya está, sino que hay que quitar lo que sobra. Digo lo que ya están suponiendo al alma en gracia de Dios, y si algunas veces Dios no está en ella es porque nosotros no queremos. Tenemos tal cúmulo de atenciones, distracciones, aficiones, deseos de vanidades, presunciones; tanto mundo dentro, que Dios se aleja… pero nada más quererlo Dios llena el alma de tal modo, que hace falta estar ciego para no verlo. ¿Quiere un alma vivir según Dios?... Quite de ella todo lo que nos sea Él…, y ya está. Es relativamente fácil. Si quisiéramos, y con sencillez a Dios se lo pidiéramos, haríamos grandes progresos en la vida del espíritu. Si quisiéramos seríamos santos… Pero somos tan tontos que no queremos… Preferimos perder el tiempo en estúpidas vanidades. (EDD)

Oración

Oh amorosos protectores que con afán me asistís, con toda mi fe puesta en vuestra mediación, os entrego mis deseos, mis esperanzas y anhelos y os pido que los llevéis rápido ante Dios Todopoderoso para que sean escuchados y tengan favorable respuesta.

Venid pronto, acudid en mi ayuda, alejad de mi vida el vacío, las angustias, los llantos, alejad de mí los problemas y las dificultades sentimentales por las que transito en estos momentos. Abridme los caminos del amor que ahora encuentro cerrados, para salir de tanto desconsuelo y pueda ser feliz nuevamente, pues me faltan las fuerzas y siento dolor y pena, tristeza, abandono y desesperación. 

Santos míos, llenos de compasión, llenos de generosidad, vosotros que en tantas ocasiones y malas situaciones me habéis prestado vuestras valiosísimo auxilio no dejéis de darme asistencia en esta ocasión. 

Os ruego que acudáis prontamente a socorrerme, haced que venga a mí la persona que tanto espero y ansío, porque su ausencia me duele y lastima el corazón, os pido me ayudéis a recuperar el amor de (Nombre de la persona) y que sienta por mí fidelidad, respeto, amor, amistad y lealtad. 

Haced que sanen las heridas del pasado y que recuerde los buenos momentos que pasamos juntos, conseguid que se aleje de todo lo que nos desune, que olvide otros amores pasajeros y podamos empezar una nueva vida unidos. 

Yo (tu nombre) siento verdadero y sincero amor por (nombre de la persona), por ello, mis amados Santos os pido: (decir con muchísima fe lo que se desea conseguir). 

Unid nuestras vidas otra vez, guiadnos por el buen camino, llevad nuestros pasos a la felicidad alejadnos de todo mal y de todo aquello que nos separa, haced os ruego que se restaure nuestra unión y que la dicha, la armonía y el amor reinen en nuestro hogar. 

Pongo en vuestras benditas manos mis súplicas, para que ofrecidas a la Divina Piedad, alcancéis de Dios Uno y Trino y la Virgen las oigan e inclinen su clemencia, concediéndome lo que por vuestro valimiento les pido en esta sincera y sentida oración, si ha de ser para su mayor Gloria, honor vuestro y bien de mi alma.  

No dejéis de protegerme y darme vuestro amparo, por vuestros méritos y poder con Dios y la Virgen, haced que se obre un milagro en mi vida yo (tu nombre) os estaré por siempre agradecido-a y os guardaré fidelidad con mis oraciones, os pido también que iluminéis mi vida para que con vuestro ejemplo, y siendo buena persona, pueda algún día estar junto a vosotros en los Cielos.
























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