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lunes, 8 de agosto de 2022

Evangelio del día

Evangelio según San Mateo 17,22-27.

Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres:
lo matarán y al tercer día resucitará". Y ellos quedaron muy apenados.
Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?".
"Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?".
Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos.
Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti".


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Bulle

San Paciano (¿-c. 390)
obispo de Barcelona
Homilía sobre el bautismo, 7


Liberados por el Hijo del hombre que se entrega a manos de los hombres

        Todos los pueblos, por nuestro Señor Jesucristo, han sido liberados de los poderes que los habían hecho cautivos. Es él, sí, es él quien nos ha rescatado. Tal como lo dice el apóstol Pablo: «Nos perdonó todos nuestros pecados. Borró el protocolo que nos condenaba con sus cláusulas, lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz. Despojándose a sí mismo, arrastró a los poderes del mal en el cortejo de su triunfo» (Col 2,13-15). Libró a los encadenados y rompió nuestros lazos, tal como lo había dicho David: «El Señor liberta a los cautivos, el Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan». Y más aún: «Rompiste mis cadenas, te ofreceré un sacrificio de alabanza» (Sl 145, 7-8; 115, 16-17).
        Sí, hemos sido liberados de nuestras cadenas, nosotros que hemos sido llamados por el Señor para ser congregados por el sacramento del bautismo...; hemos sido liberados por la sangre de Cristo y por la invocación de su nombre... Así, pues, amados míos, hemos sido lavados por el agua del bautismo de una vez por todas, y de una vez por todas somos acogidos en el Reino inmortal. Una vez por todas «dichosos aquellos que están absueltos de sus culpas, a quienes han sepultado sus pecados» (Sl 31,1; Rm 4,7). Mantened con valentía lo que habéis recibido, conservadlo para vuestra dicha, no pequéis más. Desde ahora guardaos puros e irreprochables para el día del Señor. (EDD)

Oración

Corona a la Divina Misericordia

Se comienza con:
Un Padrenuestro...
un Ave María...
y el Credo.

En lascuentas grandes:

"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo y Señor Nuestro Jesucristo, en propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero."

(Normalmente, si dos o más personas rezan juntas la Corona, esta parte la dice el quedirige).

En lascuentas pequeñas: (decenas)

"Por Su Dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero."

(Esta frase se dice diez veces. Normalmente, si dos o más personas rezan juntas la Corona, la persona que dirige dice: "Por Su Dolorosa Pasión" y la(s) otra(s) persona(s) contesta(n) la parte final "...ten misericordia de nosotros y del mundo entero.")

Al terminar las cinco décadas, se procede a decir tres veces:

"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero".

JACULATORIA FINAL:

"Oh Sangre y Agua que brotasteis del Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en Vos confío".























(EWTN)



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