Todo lo que debes saber sobre esta importante fiesta mariana
Una de las fiestas marianas más importantes en el calendario es la Asunción. Pero, ¿qué se celebra este día, qué pasajes evangélicos hacen referencia a esta celebración y cuáles son las fiestas más señaladas de este día?
Índice de temas sobre esta fiesta
-¿Qué se celebra en la Asunción?
-¿En qué fechas tiene lugar?
-¿Cuál es su trasfondo histórico?
-¿Cuándo y cómo se aprueba el dogma de la Asunción?
-¿Qué dice la Biblia y otras fuentes sobre la Asunción?
-¿Qué importancia tiene para los cristianos?
-¿Qué tradiciones se asocian a esta fiesta?
-¿Qué se celebra en la Asunción?
La Asunción, también llamada Assumptio Beatae Mariae Virginis (Asunción de la Bienaventurada Virgen María), es una solemnidad de la Iglesia Católica que celebra la elevación en cuerpo y alma de la Virgen María desde la vida terrena hasta el cielo. La Virgen no tuvo que padecer la corrupción de su cuerpo al llegar la hora de su partida y, a diferencia de su hijo Jesucristo, que ascendió al cielo, ella fue asunta. La Asunción está considerada un dogma para todos los católicos desde el año 1950.
-¿En qué fechas tiene lugar?
La fiesta de la Asunción en la Iglesia Católica tiene lugar cada año el día 15 de agosto. Es una fiesta fija en el calendario, por lo que siempre se celebra en esta fecha, sin importar el día de la semana en la que caiga.
La fiesta de la Asunción de la Virgen tiene lugar todos los años el día 15 de agosto.
-¿Cuál es su trasfondo histórico?
Las primeras referencias oficiales a la Asunción de la Virgen datan del siglo IV, cuando se celebraba la fiesta de El Recuerdo de María. Fue en el siglo VII cuando esta fiesta pasó a llamarse la Dormición o Asunción.
La doctrina de la Asunción de María se cree que comenzó a ser desarrollada en el siglo XII, cuando aparece el tratado "Ad Interrogata", atribuido a san Agustín, en el cual se aceptaba la asunción corporal de María. Tiempo después, Santo Tomás de Aquino y otros grandes teólogos declararían estar de acuerdo con este texto.
Sin embargo, el gran empujón para que esta fiesta se convirtiera poco a poco en lo que es hoy en día se lo dio el Papa San Pío V, en el siglo XVI. Fue en ese tiempo cuando reformó el Breviario, donde eliminó frases en las que se dudaba de la Asunción de María y las sustituyó por otras que defendían su elevación corporal. Fue otro Papa, Benedicto XIV, el que fomentaría en el pueblo cristiano la piedad a la fiesta de la Asunción.
-¿Cuándo y cómo se aprueba el dogma de la Asunción?
Ya desde el año 1849 habían llegado hasta Roma las primeras peticiones de obispos solicitando que se reconociera la Asunción como parte de la doctrina católica. Sin embargo, tuvo que pasar casi un siglo para que el Papa Pío XII consultara sobre esta cuestión al episcopado, por medio de la carta Deiparae Virginis Mariae (1946). El resultado fue casi unánime, los obispos apoyaban que se declarara dogma la Asunción de la Virgen María.
El 1 de noviembre de 1950 se publicó la constitución apostólica Munificentissimus Deus en la que el Papa, basado en la tradición de la Iglesia católica, tomando en cuenta los testimonios de la liturgia, la creencia de los fieles guiados por sus pastores, los testimonios de los Padres y Doctores de la Iglesia y con el consenso de los obispos del mundo, declaraba como dogma de fe la Asunción de la Virgen María.
Texto de la Constitución apostólica Munificentissimus Deus:
"Por eso, después de que una y otra vez hemos elevado a Dios nuestras preces suplicantes e invocado la luz del Espíritu de Verdad, para gloria de Dios omnipotente que otorgó su particular benevolencia a la Virgen María, para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte, para aumento de la gloria de la misma augusta Madre, y gozo y regocijo de toda la Iglesia, por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial".
La Asunción de la Virgen, de Francisco Botticini.
-¿Qué dice la Biblia y otras fuentes cristianas sobre la Asunción?
Aunque la Biblia no habla explícitamente de la Asunción de la Virgen, ni de su muerte física, hay elementos claros que la defienden. Un ejemplo es el salmo 131, 8: "Levántate, Señor, a tu reposo, tú y el arca de tu santificación". Como defiende San Alberto Magno, estas palabras fueron dichas figuradamente de María, quien es el arca de la santificación.
Otro pasaje que confirma la Asunción de la Virgen es el Apocalipsis de San Juan: "Entonces fue abierto el Templo de Dios, el que está en el cielo, y fue vista en su Templo el Arca de Su Alianza; y hubo relámpagos y voces y truenos y terremoto y pedrisco grande". Y, en una segunda cita: "Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas".
Los teólogos también consideran muy vinculado con la Asunción este pasaje del Cantar de los Cantares: "¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos en orden?". En la Biblia aparecen más asunciones, además de la de la Virgen, como las de Elías o Enoc.
El Catecismo de la Iglesia afirma en su número 966 lo siguiente sobre la Asunción de la Virgen:
"Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte".
-¿Qué importancia tiene para los cristianos la Asunción?
Durante el rezo del Ángelus del día de la Asunción del año 2018 el Papa Francisco dijo lo siguiente:
"El cuerpo de la Madre ha sido preservado de la corrupción, como el del Hijo. Este día la Iglesia invita a contemplar este misterio que nos muestra que Dios quiere salvar al hombre por completo, alma y cuerpo. La asunción de María, criatura humana, nos da la confirmación de nuestro destino glorioso. La resurrección de la carne es un elemento propio de la revelación cristiana, una piedra angular de nuestra fe. La realidad estupenda de la Asunción de María manifiesta y confirma la unidad de la persona humana y nos recuerda que estamos llamados a servir y glorificar a Dios con todo nuestro ser, alma y cuerpo. Servir a Dios solo con el cuerpo sería una acción de esclavos; servirlo solo con el alma estaría en contraste con nuestra naturaleza humana. Nuestro destino, en el día de la resurrección, será similar al de nuestra Madre celeste".
El Misterio de Elche es una de las celebraciones más singulares de este día en España.
-¿Qué tradiciones se asocian a esta fiesta?
La fiesta de la Asunción es un motivo de celebración religioso y popular en todo el orbe católico. Son innumerables las ciudades y pueblos donde procesionan con María y le ofrecen todo tipo de homenajes. En este día la Virgen María se viste bajo distintos títulos y advocaciones en todo el mundo. En España destaca la fiesta de la Virgen de los Reyes de Sevilla, de la Virgen del Sagrario en Toledo, de la Virgen de Prado en Ciudad Real, de la Virgen de la Paloma en Madrid y de la Virgen de Begoña en Bilbao. La Asunción es también la fiesta principal de Elche, con su célebre Misterio.
Dándole nombre a la capital de Paraguay, la Asunción es una fiesta muy importante para toda América. En la región de Yucatán, en México, sus habitantes salen a las calles para celebrar a La Pobre de Dios. En Guatemala, pasean una aparatosa plataforma con la Virgen por los alrededores de la catedral. Mientras que en Ohio (EE.UU) se organizan todo tipo de entretenimientos, comidas y música por las calles.
Ya en Europa, en Malta sus habitantes terminan el día de la fiesta de la Virgen de Mosta con un espectáculo de fuegos artificiales. En Francia, la celebración de la Asunción cuenta diferentes procesiones.
Juan Cadarso, ReL
Vea también La Asunción de la Virgen María al cielo con cuerpo y alma - San Juan Pablo II
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