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domingo, 4 de febrero de 2024

Evangelio del día - ¿No sería muchísimo mejor escucharlo con la familia proclamado en la Santa Misa presencial?

Libro de Job 7,1-4.6-7.

¿No es una servidumbre la vida del hombre sobre la tierra? ¿No son sus jornadas las de un asalariado?
¿Como un esclavo que suspira por la sombra, como un asalariado que espera su jornal,
así me han tocado en herencia meses vacíos, me han sido asignadas noches de dolor.
Al acostarme, pienso: "¿Cuándo me levantaré?". Pero la noche se hace muy larga y soy presa de la inquietud hasta la aurora.
Mis días corrieron más veloces que una lanzadera: al terminarse el hilo, llegaron a su fin.
Recuerda que mi vida es un soplo y que mis ojos no verán más la felicidad.


Salmo 147(146),1-2.3-4.5-6.

¡Qué bueno es cantar a nuestro Dios,
qué agradable y merecida es su alabanza!
El Señor reconstruye a Jerusalén
y congrega a los dispersos de Israel.

Sana a los que están afligidos
y les venda las heridas.
Él cuenta el número de las estrellas
y llama a cada una por su nombre.

Nuestro Señor es grande y poderoso,
su inteligencia no tiene medida.
El Señor eleva a los oprimidos
y humilla a los malvados hasta el polvo.


Carta I de San Pablo a los Corintios 9,16-19.22-23.

Hermanos:
Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!
Si yo realizara esta tarea por iniciativa propia, merecería ser recompensado, pero si lo hago por necesidad, quiere decir que se me ha confiado una misión.
¿Cuál es entonces mi recompensa? Predicar gratuitamente la Buena Noticia, renunciando al derecho que esa Buena Noticia me confiere.
En efecto, siendo libre, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor número posible.
Y me hice débil con los débiles, para ganar a los débiles. Me hice todo para todos, para ganar por lo menos a algunos, a cualquier precio.
Y todo esto, por amor a la Buena Noticia, a fin de poder participar de sus bienes.


Evangelio según San Marcos 1,29-39.

Jesús salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de inmediato.
El se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos.
Al atardecer, después de ponerse el sol, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados,
y la ciudad entera se reunió delante de la puerta.
Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó a muchos demonios; pero a estos no los dejaba hablar, porque sabían quién era él.
Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando.
Simón salió a buscarlo con sus compañeros,
y cuando lo encontraron, le dijeron: "Todos te andan buscando".
El les respondió: "Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido".
Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Bulle

San Vicente de Paúl (1581-1660)
presbítero, fundador de la Congregación de la Misión y las Hijas de la Caridad
Carta 16/08/1656 a dos hermanas enviadas a Arras


«Jesús se acercó y la tomó de la mano»

Es bello leer lo que le sucede a la suegra de san Pedro en el Evangelio. Esta buena mujer, estando enferma de una fiebre extraña, escuchó decir que el Señor estaba en Cafarnaún, que hacía grandes milagros, curando a los enfermos, expulsando a los demonios de los poseídos, y otras maravillas. Sabía que su yerno estaba con el Hijo de Dios y podía decirle a san Pedro: " Hijo mío, tu Maestro es poderoso y tiene poder para librarme de esta enfermedad". Algún tiempo después, el Señor vino a su casa, pero ella no demuestra, en absoluto, impaciencia por su dolor; ni se queja, ni pide nada a su yerno, ni al Señor, al que podía decirle: " Sé que tienes poder de curar todo tipo de enfermedades, Señor; ten compasión de mí". Sin embargo no dice nada de todo eso, y nuestro Señor, viendo su indiferencia, mandó a la fiebre dejarla, y en el mismo instante quedó curada.
En todas las cosas lastimosas que nos llegan, no nos entristezcamos, abandonémoslo todo a la Providencia, y que nos baste que nuestro Señor nos vea y sepa lo que aguantamos por su amor y para imitar los bellos ejemplos que nos dio, particularmente en el huerto de los Olivos, cuando aceptó el cáliz... Porque, aunque hubiera pedido que pasara, si pudiera ser, sin beberlo, añadió en seguida que se cumpliera la voluntad de su Padre (Mt 26,42). (EDD)

Oración

“Pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será salvado por él. Ahora bien, ¿cómo van a invocar al Señor, si no creen en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír hablar de él, si no hay nadie que se lo anuncie? ¿Y cómo va a haber quienes lo anuncien, si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que trae buenas noticias!" (Rom 10:13-15)

 

Padre Celestial,

Derrama Tu Espíritu Santo para que me inspiren estas palabras
de las Sagradas Escrituras.

Mueve en mi alma el deseo a renovar mi fe y profundizar en mi
relación con tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, para que pueda
verdaderamente creer y vivir la Buena Nueva.

Abre mi corazón para que pueda oír el Evangelio y dame con -
fianza para proclamar la Buena Nueva a los demás.

Derrama Tu Espíritu para que me fortalezca y así pueda ser testigo
del Evangelio en mi vida diaria por medio de mis palabras y
acciones.

Que en los momentos de dudas recuerde:
Si no yo, entonces ¿quién proclamará el Evangelio?
Si no es ahora, entonces ¿cuándo se proclamará el Evangelio?
Si no proclamo la verdad del Evangelio, entonces,
¿qué proclamaré?

Dios, nuestro Padre, te ruego que por medio del Espíritu Santo,
pueda oír el llamado a la Nueva Evangelización para profundizar
en mi fe, crecer en la confianza para poder proclamar el
Evangelio, y ser testigo valiente de la gracia salvadora de tu
Hijo, Jesucristo, quien vive y reina contigo, en la unidad del
Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.

Amén

(usscb.org)

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