En el marco de la Solemnidad de Todos los Santos, el grupo católico Son By Four presenta su nuevo sencillo “Seremos Santos”, una canción que recuerda que la santidad no es un ideal inalcanzable, sino un llamado posible para todos.
La reconocida agrupación puertorriqueña, liderada por los hermanos Jorge Luis y Carlos Javier Montes, lanza este tema en un moderno formato pop rock, con el propósito de invitar a la reflexión y al llamado universal a la santidad.
“La canción se convierte en una invitación profunda a reconocer que la santidad es un llamado posible para todos, sin importar edad, profesión o condición”, señala el grupo en un comunicado de prensa.
“Seremos Santos” se presenta como un canto de “esperanza, fortaleza y fe”, donde cada oyente puede descubrir una inspiración para vivir con propósito y convicción.
El mensaje principal de la canción está inspirado en la vida y testimonio de San Carlo Acutis, el joven italiano recientemente canonizado, recordado por su profundo amor a la Eucaristía y su deseo de evangelizar a través de la tecnología.
“Conocido por su célebre frase ‘La Eucaristía es mi autopista al cielo’, San Carlo usó su talento en la informática para difundir los milagros eucarísticos por todo el mundo, dejando un legado de fe y modernidad que continúa transformando vidas. Su ejemplo motiva el mensaje central de esta canción: que la santidad no es un privilegio de unos pocos, sino una meta posible para todos los que buscan vivir en gracia y amor a Dios”.
Letra de Seremos Santos
No es una ruta directa,
nuestro destino es el cielo.
Está lleno de curvas,
es una montaña rusade alegrías y de duelos.
La Eucaristía es mi autopista,
mi GPS en el vuelo.
Si voy tras tus huellas,
con mi cruz a cuestas,
mi morada reservo.
Sed Santos, porque Yo soy santo,
y Yo soy el Señor vuestro Dios.
Sed valientes, porque Yo he vencido al mundo,
y no tendremos miedo.
Por eso grito: ¡Sube, sube, sube!
Sin distraerte, sube y nunca te pares.
Porque si amamos,
tú y yo seremos santos.
Sí, Sí, como San Pedro;
Sí, Sí, como San Pablo;
como San Carlo.
Tú y yo seremos santos,
como San Carlo,
seremos santos.
Estar unido a ti, Jesús,
es mi programa de vida.
Permanecer en tu amor, unidos a la vid,
es nuestra garantía.
Sed Santos, porque Yo soy santo,
y Yo soy el Señor vuestro Dios.
Sed valientes, porque Yo he vencido al mundo,
y no tendremos miedo.
Sin distraerte, sube y nunca te pares.
Porque si amamos,
tú y yo seremos santos.
Sí, Sí, como San Pedro;
Sí, Sí, como San Pablo;
como San Carlo.
Tú y yo seremos santos,
como San Carlo,
seremos santos.
Santa María, San José, San Juan Bautista,
San Esteban, Agustín, Santa Teresa y Teresita,
Santo Tomás de Aquino, San Jerónimo y Gregorio,
San Ignacio de Loyola, San Benito y San Juan Bosco,
Santa Clara, Santa Faustina, San Juan Pablo II y Teresa De Calcuta,
San Francisco De Asís, San Francisco De Sales, San Juan De La Cruz,
San Miguel Arcángel, rueguen por nosotros.
Por eso grito: ¡Sube, sube, sube!
Sin distraerte, sube y nunca te pares.
Porque si amamos,
tú y yo seremos santos.
Sí, Sí, como San Pedro;
Sí, Sí, como San Pablo;
como San Carlo.
Tú y yo seremos santos,
como San Carlo,
seremos santos.
¡Qué esta canción nos anime a buscar la santidad!
Harumi Suzuki, churchpop
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La Santa Eucaristía es la perfecta expresión del amor de Jesucristo por el hombre, es la quintaesencia de todos los misterios de su vida.
La Comunión frecuente y la Santa Misa cotidiana son las columnas que deben sostener un edificio educativo.
Más aprovecha para la remisión de la culpa y de la pena, es decir, para la remisión de los pecados, oír una Santa Misa que todas las oraciones del mundo.
Oír una Santa Misa en vida o dar una limosna para que se celebre, aprovecha más que dejarla para después de la muerte.
La oblación es la misma, cualquiera que sea el oferente, Pablo o Pedro; es la misma que Cristo confió a sus discípulos, y que ahora realizan los sacerdotes; ésta no es, en realidad, menor que aquella, porque no son los hombres quienes la hacen santa, sino Aquel que la santificó. Porque así como las palabras que Dios pronunció son las mismas que el sacerdote dice ahora, así la oblación es la misma.



