“Debemos orar por la conversión de tantas personas, dentro y fuera de la Iglesia, que aún no reconocen la urgencia de cuidar nuestra casa común”, dijo León XIV al celebrar la Misa en los jardines del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo el 9 de julio de 2025. Utilizando por primera vez el nuevo canon de la “Misa por el Cuidado de la Creación”, presentado en el Vaticano el 3 de julio, el pontífice describió “un mundo en llamas, a causa del calentamiento global, pero también a causa de los conflictos armados”.
El Papa celebró la Misa ante unos cincuenta empleados de Borgo Laudato si', una organización fundada por su predecesor Francisco para desarrollar proyectos ecológicos en los jardines del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo. La ceremonia tuvo lugar en un entorno bucólico, con el altar, situado frente a una estatua de la Virgen María, frente a un pequeño estanque.
En su homilía, parcialmente improvisada, el Papa enfatizó que una "conversión" es "necesaria" para abordar la alteración de los ciclos de la naturaleza. Destacó cómo "el mensaje del Papa Francisco, en sus encíclicas Laudato si' y Fratelli tutti, es "más relevante que nunca" en "un mundo en llamas, debido al calentamiento global, pero también a los conflictos armados".

El pontífice peruano-estadounidense, quien se vio particularmente afectado por los efectos del cambio climático durante sus años de misión en Perú, señaló que los desastres naturales ocurren ahora "casi a diario en muchísimos lugares y países". Según él, "también son causados en parte por los excesos de los seres humanos y su estilo de vida".
"Podemos identificarnos verdaderamente con el Evangelio que hemos escuchado, al observar el miedo de los discípulos en la tormenta, un miedo que comparte gran parte de la humanidad", comentó el Papa. Destacó cómo, en el pasaje bíblico elegido, Jesús "aún calma la tormenta. Su poder no abruma, sino que crea; no destruye, sino que da vida, nueva vida".
Superar los miedos

Repasando las experiencias de Jesús con sus discípulos en las orillas del lago de Galilea, el Papa señaló que "las parábolas con las que anunció el Reino de Dios revelan una profunda conexión con esta tierra, con estas aguas, con el ritmo de las estaciones y con la vida de las criaturas".
León XIV enfatizó que, en medio de las tormentas, ya sean reales o simbólicas, reconocer a Jesús como "la cabeza del cuerpo, de la Iglesia" nos permite mantener el rumbo, llevando "paz y reconciliación" a un mundo herido y frágil. "Escuchamos el clamor de la tierra, escuchamos el clamor de los pobres, porque este clamor ha llegado al corazón de Dios. Nuestra indignación es suya, nuestra obra es suya", insistió el Papa.
Partiendo del Salmo 28, que evoca el "poder" de "la voz del Señor" que "domina las aguas" y "hace rugir el trueno", el Papa subrayó que "esta voz compromete a la Iglesia a ser profética, incluso cuando exige la valentía de oponerse al poder destructor de los poderosos de este mundo".
Primera celebración según el nuevo ordinario de la Misa
"Celebramos en la belleza de una catedral que podría llamarse 'natural', con las plantas y tantos elementos de la creación que nos han traído aquí para celebrar la Eucaristía", explicó el Papa en su homilía. Precisó que esta primera celebración según esta nueva fórmula de la Misa, instituida con motivo del décimo aniversario de la encíclica Laudato si' , es "la expresión del trabajo de varios Dicasterios del Vaticano".
Este nuevo formulario de Misas se añade a las 49 misas y oraciones que contiene el Misal para diversas necesidades y ocasiones. Se inserta en la sección titulada "Necesidades civiles", que ya cuenta con 17 Misas, incluyendo las de guerra, bendición del trabajo humano, cosechas y cultivos, refugiados, terremotos y lluvia.
I.Media, Aleteia
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