Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa
En la Santa Misa interviene la Santísima Virgen. |
En la Santa Misa, de algún modo, interviene la Santísima Virgen, por la íntima unión que tiene con la Trinidad Beatísima y porque es Madre de Cristo, de su Carne y de su Sangre: Madre de Jesucristo, perfecto Dios y perfecto Hombre. Jesucristo concebido en las entrañas de María Santísima sin obra de varón, por la sola virtud del Espíritu Santo, lleva la misma Sangre de su Madre: y esa Sangre es la que se ofrece en sacrificio redentor, en el Calvario y en la Santa Misa.
San Josemaría Escrivá de Balaguer
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El anhelo del alma es no formar más que una sola cosa con el amado. |
El anhelo del alma es no formar más que una sola cosa con el amado; la Comunión, en la que el alma recibe a Cristo en alimento, realiza ese anhelo, transformando poco a poco al alma en Cristo.
Beato Dom Columba Marmión Jesucristo, vida del alma |
Acabamos por ser cambiados misteriosamente. |
No es el alimento eucarístico el que se transforma en nosotros, sino que somos nosotros los que gracias a él acabamos por ser cambiados misteriosamente.
S.S. Benedicto XVI Exhortación Apostólica Postsinodal Sacramentum Caritatis
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La Eucaristía no termina nunca. |
La Eucaristía no termina nunca, sino que tiende a transformar toda la humanidad en Cuerpo místico de Cristo y en Pueblo sacerdotal 1 Pe 2, 5-8; Ap 5, 10.
Mons. Juan Esquerda Biffet |
Que os améis como Yo os he amado. |
Para amar como Jesús nos amó debemos dejaranos transformar totalmente por Él, para que así, transformados en Cristo, amemos como Él amó y entonces, con toda propiedad, nuestra vida entera sea un continuo "por Cristo, con Él y en Él..."
Esta transformación solamente puede realizarla el Espíritu Santo por medio de la Eucaristía, que nos transforma en Aquél que recibimos. P. Pedro Rubio hdv |
¿Quién hará mejor nuestros negocios, Dios Padre o nosotros? |
Cristianos, ¿quién hará mejor vuestros negocios, Dios Padre o vosotros? Juntaos con Jesucristo nuestro Señor, aparejaos para bien comulgar; y recibiéndolo a Él, y junto con Él, os recibirá su Padre por hijos, y se encargará de vuestros negocios, como miembros vivos de quien tanto ama.
San Juan de Ávila Doctor de la Iglesia |
La comunión frecuente. |
No comulgar es como cuando uno muere de sed junto a una fuente.
San Juan María Vianney Santo Cura de Ars
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