El noveno mandamiento: No consentirás pensamientos ni deseos impuros
462. ¿Por qué se opone el
noveno mandamiento a lo avidez sexual?
El noveno mandamiento no se opone al deseo
sexual en sí, sino al deseo
desordenado. La «concupiscencia», contra la que alerta la Sagrada Escritura, es
el dominio de los impulsos sobre el espíritu, el predominio de lo impulsivo sobre toda la persona y la
pecaminosidad que surge de ello [2514-2515, 2528, 2529]
La
atracción erótica entre el hombre y la mujer ha sido creada por Dios y es por
eso buena; pertenece al ser sexuado y a la constitución biológica del ser
humano. Se encarga de que se unan el hombre y la mujer y de que de su amor
pueda brotar la descendencia. Esta unión debe ser protegida por el noveno
mandamiento. Jugando con fuego, es decir, por un trato imprudente con la chispa
erótica entre el hombre y la mujer, no es lícito poner en peligro el ámbito
protegido del matrimonio y la familia.
* El texto (pregunta y respuesta) proviene del Youcat = Catecismo para Jóvenes. Los números que aparecen después de la respuesta hacen referencia al pasaje correspondiente del Catecismo de la Iglesia Católica que desarrolla el tema aún más. Basta un clic en el número y será transferido.
* El texto (pregunta y respuesta) proviene del Youcat = Catecismo para Jóvenes. Los números que aparecen después de la respuesta hacen referencia al pasaje correspondiente del Catecismo de la Iglesia Católica que desarrolla el tema aún más. Basta un clic en el número y será transferido.
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